La Diócesis de Jerez-Asidonia ya tiene luz verde del Ayuntamiento para acometer la rehabilitación de los antiguos restos de la Iglesia Mayor, levantada sobre una mezquita de la época Omeya (siglo XII) y casa del deán, en plaza de la Encarnación. La intervención, que se hará por fases (la primera durará un año) y que cuenta con el informe favorable de la comisión local de patrimonio histórico, supondrá una inversión cercana a los 600.000 euros. El objetivo último es aportar un atractivo turístico más a la ciudad, con un centro de interpretación donde se funde el pasado musulmán de la ciudad y el posterior paso al cristianismo de la mano de Alfonso X el Sabio.
Fuera del Alcázar de Jerez, en la bajada hacia la portada de la Catedral, en el lateral de la torre mudéjar, aparecieron no hace mucho unos arcos islámicos que han visto la luz tras el inicio de los trabajos arqueológicos liderados por los especialistas Rafael Jorge Racero y Gonzalo Castro en la casa del Abad. Es en ese lugar, en una de las mitades de la plaza de la Encarnación, donde se encontraba en época medieval la mezquita aljama, puede que de época almohade, y luego la antigua colegial, según confirmaba hace poco en lavozdelsur.es el historiador Fernando López Vargas-Machuca. Un hallazgo espectacular que, una vez concluidas las obras, enriquecería aún más el bello entorno del Alcázar, las Bodegas González Byass, la Catedral de Jerez y la calzada del Arroyo, pendiente también de un proyecto de regeneración urbanística.
El informe urbanístico para iniciar las obras, al que ha tenido acceso lavozdelsur.es, recoge esta mezcolanza de épocas y vestigios históricos de la ciudad: "La propuesta consiste en la rehabilitación con reforma del edificio de referencia, el cual es el resultado de mezclas de actuaciones en distintas épocas contando con restos desde el siglo XI-XII, hasta el siglo XX, según se señala en el proyecto presentado y la memoria arqueológica aportada".
La propuesta ahora pasa por "la demolición de los añadidos impropios ubicados fundamentalmente en las crujías interiores de la edificación, la rehabilitación y el refuerzo de los elementos estructurales de interés (forjados y cubiertas de madera, limpieza de muros y tratamientos de limpieza y consolidación de los mismos, etc.), así como nueva redistribución interior (que fundamentalmente se dejan espacios amplios), la instalación de un ascensor (con caja de perfiles de acero en color negro y cristal de seguridad) y la ampliación en planta primera para la ejecución de un núcleo de aseos".
Un patio para conectar distintas épocas
Con tres fachadas (cuesta de la Encarnación, plaza de la Encarnación y reducto Cardenal Bueno Monreal), la intervención del Obispado plantea la apertura de un patio principal (estructurante) en la medianera trasera, que cubrirá con una montera a un agua, proyectándose otras dos monteras de iguales características para dar luz a espacios de la planta baja y sótano. La edificación resulta con una superficie construida total de 929,68 metros cuadrados, ascendiendo la superficie útil total a 619,76 metros, expone el informe técnico.
Basándose en los resultados de la actividad arqueológico preventiva, en cuanto a la fachada, se propone la revalorización de los arcos de época almohade (de la antigua mezquita) y se propone la eliminación de algunos huecos y la modificación de dimensiones de varios de los huecos existentes. Todo eso será en una primera fase cuyo arranque es inminente, aunque siempre teniendo presente la situación de estado de alarma que se sigue viviendo en todo el país. Concluidos estos trabajos, habrá que acometer una segunda intervención para un proyecto que podría ver la luz antes de 2023, según las fuentes consultadas.
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