Los vecinos de los barrios pobres de Andalucía mueren hasta una década antes que los de barrios ricos

Un estudio de la Universidad de Sevilla en las capitales andaluzas, Jerez, Algeciras, Marbella y Dos Hermanas arroja conclusiones "devastadoras"

Una imagen de la calle Utopía del Polígono Sur de Sevilla, uno de los barrios más pobres. FOTO: JOSÉ LUIS TIRADO (joseluistirado.es)

El dinero no solo marca el día a día, sino que también define tu muerte. Así lo ha señalado un estudio realizado por la Universidad de Sevilla en el que se analiza la esperanza de vida en los diferentes barrios de las capitales de provincia, así como de Algeciras, Jerez, Marbella y Dos Hermanas. Además han participado otras seis universidades de la comunidad. Utiliza como ámbito espacial de referencia las secciones censales, que observan el comportamiento de cuatro indicadores: nivel de formación, desempleo, renta media por hogar y mortalidad.

El estudio nace desde la pregunta de "¿por qué cuando nazco tengo estadísticamente una mayor probabilidad de morir antes que otra persona en la misma ciudad?" Los resultados son devastadores, como reconocen los propios autores de este trabajo. La diferencia entre un barrio pobre y un rico roza la década. En concreto, entre Santa Clara y el Polígono Sur, ambos de Sevilla, la diferencia llega a los nueve años.

El estudio hace un zoom por barrios en Andalucía y "pone en evidencia que las condiciones de vida no dependen del mérito personal, sino de condiciones sociales estructurales, como la renta familiar, el nivel de formación y, muy especialmente, el código postal".

"La desigualdad tiene consecuencias letales, la esperanza de vida se acorta", asegura Sonia Díaz, de Oxfam Intermón, que junto a Inmaculada Caravaca, coordina el informe. "El nivel de estrés en el que vivas, las dimensiones de tu vivienda, su acondicionamiento climático, tus circunstancias vitales van configurando el acceso o retraso en niveles formativos, la entrada al mercado laboral, el estilo de vida, la capacidad de afrontar gastos, el desgaste físico y mental y, finalmente, tu muerte más temprana", explica.

Alertan, además, del carácter estructural de estas desigualdades, porque "los barrios de Sevilla que eran ya desfavorecidos hace 30 años, lo siguen siendo en la actualidad", señala Inmaculada Caravaca. Una idea que confirma Ibán Díaz, profesor de Geografía Humana en la Universidad de Sevilla y uno de los autores del informe. "La segregación y la desigualdad tienen a reproducirse en la historia", aunque --explica-- una mayor desigualdad no necesariamente implica una mayor segregación, ya que hay una serie de factores que influyen en ello, como el modelo de crecimiento urbano o las características particulares de cada ciudad.

El informe investiga conjuntamente por primera vez los patrones de segregación socioespacial de muchas ciudades andaluzas, una información muy valiosa que puede ayudar a las administraciones públicas a tomar decisiones que corrijan la segregación social y, por ende, la estigmatización y la cronificación de la pobreza. "El objetivo fundamental es poner en la agenda de los responsables públicos, de los agentes sociales y de la población esta realidad para alcanzar compromisos precisos y verificables para erradicar la desigualdad", ha recogido la US en su comunicado.

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