La Agencia Estatal de Meteorología ha dado a conocer los datos de la previsión del servicio Copernicus, sobre estudios del cambio climático de la Unión Europea. Y las conclusiones son, a falta de un mes y medio para el inicio oficial del verano, que viene un período de temperaturas extremadamente calurosas. Otra vez.
Porque en España, el del año pasado fue el tercer verano más cálido desde que se tienen registros oficiales, 1960. Y fue por encima en 1,3 grados del periodo de referencia de entre 1991-2020, una época en la que los sistemas de medición son aún más precisos que en el pasado.
En un comunicado, la Aemet señala que a día de hoy se contempla una probabilidad de entre el 70% y el 100% de que el verano de 2024 sea más cálido de lo normal en varios puntos de Andalucía, y de entre el 50 y el 70 en el resto de la comunidad. No por un porcentaje pequeño respecto a la serie histórica, además, sino que será palpable.
Porque la probabilidad de que sea 'especialmente' caluroso -es decir, que destaque en la serie histórica, que se encuentre entre los 20% más calurosos registrados-, es de entre el 50 y el 70%.
Y hay más datos. Porque si bien en España no llueve especialmente en verano, lloverá aún menos. Para Andalucía puede parecer anecdótico, pero no para otras comunidades del Norte, donde sí se registran lluvias aunque sean leves en estos meses.
Además, el verano incluye también inicios de septiembre, por lo que, aunque aún falta tiempo y la predicción resulta algo más difícil, por el momento lo que se contempla es que llueva mucho menos al final del verano.
Las temperaturas extremadamente altas podrán venir en forma de olas de calor o ser periodos sostenidos por encima de la media. Esta predicción de Copernicus se extiende prácticamente a toda Europa y al Norte de África.
La influencia del continente africano en las temperaturas en España es evidente. La presencia de arenas del Sáhara en el Sur de España es relativamente habitual, lluvias de barro o calima. Unas temperaturas más altas en esa zona tienen efecto también en la Península.
El tiempo es cambiante y la probabilidad no es total. Pero parece que, por el momento, deberemos preparanos para otro verano tórrido en Andalucía.
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