El juez de la Audiencia Nacional Joaquín Gadea, que investiga el ataque cometido el pasado miércoles en Algeciras en el que fue asesinado un sacristán y resultaron heridas varias personas, ha acordado este martes que se proceda a la realización de un examen psiquiátrico del presunto yihadista, Yassin K., a los efectos de informar sobre su imputabilidad.
En su resolución, de la que informa el gabinete de prensa de la Audiencia Nacional, el magistrado indica que ese reconocimiento forense se hará con pleno respeto al derecho de defensa del detenido y con su previo consentimiento. Para ello, el juez oficia a la clínica forense de la Audiencia Nacional para que dos médicos realicen el examen al investigado.
En este mismo auto, el magistrado aprovecha para acordar ya una serie de diligencias como solicitar que le remitan el informe médico forense de la autopsia realizada al sacristán asesinado. También acuerda citar como testigos a 16 personas, entre ellas las que resultaron heridas en el ataque del pasado miércoles en Algeciras, a quienes se les realizará el ofrecimiento de acciones como perjudicados.
Gadea decretó este lunes, tras escuchar al presunto yihadista en sede judicial, prisión provisional sin fianza, y le atribuyó los delitos de asesinato y lesiones con fines terroristas que, advirtió, podrían conllevar la prisión permanente revisable.
En esa resolución indicaba que la actividad desarrollada por Yassin K. se podía calificar como un ataque yihadista dirigido tanto contra sacerdotes que profesan la fe de la Iglesia Católica como contra musulmanes que para el investigado no siguen los preceptos del Corán.
Si bien este martes interesa un informe forense psiquiátrico para saber si está en condiciones de ser investigado, este lunes sostenía que las acciones violentas las realizó para producir de manera consciente e intencionadamente el mayor daño posible, manteniendo en todo momento el control de la situación.
Objetivos definidos
El instructor hacía constar en su auto del lunes que en las dos declaraciones que ha prestado Yassin K., ante la policía y en el juzgado, salvo algunas contradicciones sobre elementos periféricos del relato, era capaz de reproducir en esencia los aspectos más importantes de su acción.
Relataba que la conducta del investigado fue consciente y que tenía definidos sus objetivos, teniendo la opción de causar unos daños mayores, focalizó su acción concretamente sobre los sujetos a quienes atacó, a los que eligió de forma deliberada.
Y explicaba que la primera de las acciones fue contra los sacerdotes, reconociendo que su intención era matar a todos los sacerdotes que se encontraban en la iglesia. En segundo lugar, indicaba el magistrado, centró su ataque contra un marroquí al que consideraba infiel, al creer que estaba ante un marroquí converso, por no practicar la auténtica religión, y al que agredió con intención de matarle.
Por todo ello, el magistrado consideró este lunes que el detenido se identificaba con un perfil de terrorista autoadoctrinado, que actuó de modo individual y no vinculado directamente con una organización terrorista en concreto, pero que, en definitiva, lleva a cabo su acción en nombre del fenómeno yihadista al que tantos se adhieren de forma remota, generando un ataque violento que causa terror en la sociedad y desestabiliza la paz social.
La Policía dice que "es un perfil inestable"
Cabe destacar que este mismo lunes, la Policía Nacional señaló que el presunto yihadista presenta un "perfil inestable" y que se autoradicalizó de forma exprés en el último mes.
Además, también confirmaban que al marroquí de 25 años se le intervino en el registro practicado en su vivienda tras su arresto "diferentes dispositivos electrónicos que actualmente están siendo analizados, diversa documentación y la funda del arma blanca utilizada en el atentado".
"Según los investigadores se trataría de un perfil inestable cuya autoradicalización se habría producido de forma acelerada en un corto periodo de tiempo", indicaba la Policía Nacional en un comunicado tras conocerse que el juez de la Audiencia Nacional había ordenado el ingreso en prisión de Yassin K.
La prensa marroquí niega que España pidiese expulsar al yihadista
El portal marroquí Le 360 ha publicado que las autoridades de Marruecos no recibieron por parte española "ninguna" petición relativa a la potencial expulsión por situación irregular en España del presunto yihadista Yassine K.
Este medio, considerado el portal más afín al rey Mohamed VI, ha asegurado citando "fuentes fiables" que no hubo "ninguna petición de expulsión de información" sobre el detenido, dando por hecho que ni autoridades consulares ni de seguridad recibieron mensaje alguno desde España.
Según Le 360, este tipo de "rumores" quieren trastocar las "excelentes" relaciones que mantienen ahora Marruecos y España, en vísperas precisamente de la Reunión de Alto Nivel (RAN) entre los gobiernos de ambos países que acogerá Rabat el miércoles y el jueves.
En una rueda de prensa en Algeciras el jueves, un día después del atentado, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, aseguró que sobre Yassine K. pesaba un expediente de expulsión por situación irregular en España abierto en junio de 2022, añadiendo que se trata de procedimientos administrativos "muy largos".
Fuentes de Interior apuntaron, además, que el expediente de expulsión se había notificado a Yassine K. en noviembre de 2022, dos meses antes de que cometiera el atentado yihadista por el que la Audiencia Nacional lo ha enviado a prisión incondicional.
En este sentido, las citadas fuentes señalaron que estaban pendientes de iniciar el trámite burocrático para solicitar a Marruecos el salvoconducto usado para los casos de personas retornadas que no tienen pasaporte en vigor.