La crisis de la vivienda que se ha convertido en la primera preocupación de los ciudadanos españoles según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) afecta a todas las localidades, sin importar tamaño ni ubicación geográfica.
Lejos de afectar tan sólo a ciudades de tamaño grande, o medio, con barrios monopolizados por el turismo de masas, la turistificación (el impacto de la proliferación de apartamentos turísticos en el mercado inmobiliario local) también daña a municipios de pequeño tamaño.
El caso de Zahara de los Atunes, Entidad Local Autónoma (ELA) ligada administrativamente a Barbate, es uno de los ejemplos más claros en la provincia de Cádiz. La aprobación inicial, por parte del Ayuntamiento de Barbate, del proyecto Sierrezuela Playa demuestra que esta situación impacta en todo tipo de núcleos.
El uso de las 22,5 hectáreas incluidas en Sierrezuela Playa, en el extremo de la Sierra del Retín situado frente a Zahara y al río Cachón, fue modificado en un pleno municipal el pasado 8 de enero para pasar a tener un hipotético futuro residencial.

El terreno, situado apenas a 50 metros de edificios de viviendas, comercios y hoteles, de la zona céntrica de la localidad zahareña, tiene desde ese día la calificación urbanística necesaria para la construcción de hoteles y apartamentos.
Tanto el alcalde local, Agustín Conejo, como el colectivo Enebro-Ecologistas en Acción, temen que el cambio suponga la posibilidad de crear "al menos 110 pisos turísticos" en una nueva urbanización. En total, podría afectar a 23.000 metros cuadrados.
El alcalde de la ELA de Zahara de los Atunes asegura que su localidad "necesita pisos de alquiler, de protección oficial, y no más apartamentos turísticos".
El reto de incrementar habitantes permanentes
Para Agustín Conejo, la prioridad zahareña es tener "más vecinos permanentes y eso pasa por alquileres que puedan pagar, a precios razonables, en vez de las viviendas turísticas dirigidas a personas con un alto poder adquisitivo".
Esa premisa es fundamental, según el responsable municipal, para afianzar e incrementar la población "permanente" de Zahara, la que vive todo el año en la localidad y puede sostener con sus tasas e impuestos servicios públicos que necesitan muchas mejoras.
En la actualidad, señala, esos habitantes de todo el año son unos 1.200 y es preciso que la cifra crezca con cierta rapidez para que limpieza, seguridad o iluminación puedan registrar mejoras estables.

La subida del censo local en Zahara pasa por "una vivienda accesible, por un alquiler que los zahareños puedan pagar" y esa necesidad es incompatible, asegura, con "grandes proyectos de apartamentos turísticos".
Para tratar de frenar el último de los anunciados, Sierrezuela Playa, los vecinos de Zahara de los Atunes han presentado ya la documentación precisa para la creación de una plataforma vecinal de oposición.
Una vez formalizada, incluso en este mes de febrero según las previsiones de sus dirigentes, anunciará un calendario de protestas y manifestaciones para tratar de frenar el anunciado complejo de apartamentos turísticos.
El Ayuntamiento de Barbate, a través de su alcalde, Miguel Molina, respalda el avance de la urbanización en Zahara y lamenta "las acusaciones vertidas sobre la administración local por cumplir con su cometido y las informaciones malintencionadas de algunos que intentan confundir a la población".
Molina insiste en que el proyecto Sierrezuela Playa aprobado en pleno con los votos de su formación no implica su ejecución y tiene muchas opciones de no salir adelante: "En nuestro Ayuntamiento hay proyectos que llevan en tramitación hasta 20 años y que no se han materializado".