
Innovar sin perder tradición
Un trabajador de cerería La Madrugá, con las máquinas propias que revolucionan la producción artesanal.

Producción imparable
200.000 kilos de cera son transformados cada año en símbolos de devoción.

Arturo Soto, el alma detrás de La Madrugá
De la crisis al resurgir, el empresario chiclanero apostó por un modelo de negocio basado en la pasión cofrade.

A mano y a máquina
Un operario supervisa los cirios tras cada baño de cera, donde ganan un milímetro de grosor para alcanzar su forma final.

Protegiendo el patrimonio
El uso de mechas de algodón 100% para velas limpias y sin humo demuestran el mismo que se pone en el cuidado de bordados e imágenes sagradas.

Al detalle con el acabado
Un operario de La Madrugá revisa manualmente los cirios recién fabricados, asegurando que cada vela conserve su forma perfecta antes de ser enviada a las hermandades.

Temporada alta en La Madrugá
La fábrica se llena de vida y movimiento en vísperas de Semana Santa.

La esencia sigue intacta
La materia prima, cera pura de abeja y mechas de algodón puro, conservan el alma de cada cirio.

Arte en cera rizada
Delicadas flores de cera nacen en el taller para embellecer los pasos de palio de todo el país.

Cartelería cofrade
Parte del taller dónde se ve la cartelería cofrade de pasos que han embellecido a lo largo de los años con sus cirios.

Un mar de cirios
Más de 42.000 piezas esperan colgadas, listas para iluminar la fe de toda España

La cera nunca duerme
Más allá de la Semana Santa, La Madrugá trabaja para glorias, magnas y extraordinarias.

Entre cera y mechas
La Madrugá trabaja todo el año para iluminar con fe y artesanía las calles de toda España.

Tradición y tecnología
Con esta mezcla de tradición y vanguardia dan forma a los cirios que iluminan la Semana Santa de más de 700 hermandades de toda España.

Cirios que viajarán lejos
Las velas de La Madrugá están listas para llenar de luz y emoción las calles de toda España.

Innovar sin perder tradición
Un trabajador de cerería La Madrugá, con las máquinas propias que revolucionan la producción artesanal.

Producción imparable
200.000 kilos de cera son transformados cada año en símbolos de devoción.

Arturo Soto, el alma detrás de La Madrugá
De la crisis al resurgir, el empresario chiclanero apostó por un modelo de negocio basado en la pasión cofrade.

A mano y a máquina
Un operario supervisa los cirios tras cada baño de cera, donde ganan un milímetro de grosor para alcanzar su forma final.

Protegiendo el patrimonio
El uso de mechas de algodón 100% para velas limpias y sin humo demuestran el mismo que se pone en el cuidado de bordados e imágenes sagradas.

Al detalle con el acabado
Un operario de La Madrugá revisa manualmente los cirios recién fabricados, asegurando que cada vela conserve su forma perfecta antes de ser enviada a las hermandades.

Temporada alta en La Madrugá
La fábrica se llena de vida y movimiento en vísperas de Semana Santa.

La esencia sigue intacta
La materia prima, cera pura de abeja y mechas de algodón puro, conservan el alma de cada cirio.

Arte en cera rizada
Delicadas flores de cera nacen en el taller para embellecer los pasos de palio de todo el país.

Cartelería cofrade
Parte del taller dónde se ve la cartelería cofrade de pasos que han embellecido a lo largo de los años con sus cirios.

Un mar de cirios
Más de 42.000 piezas esperan colgadas, listas para iluminar la fe de toda España

La cera nunca duerme
Más allá de la Semana Santa, La Madrugá trabaja para glorias, magnas y extraordinarias.

Entre cera y mechas
La Madrugá trabaja todo el año para iluminar con fe y artesanía las calles de toda España.

Tradición y tecnología
Con esta mezcla de tradición y vanguardia dan forma a los cirios que iluminan la Semana Santa de más de 700 hermandades de toda España.

Cirios que viajarán lejos
Las velas de La Madrugá están listas para llenar de luz y emoción las calles de toda España.