La penúltima jornada de esta Semana Santa, que ya pasa a la historia por haber sido la que más hermandades ha dejado sin salir a causa de la lluvia, no escapó a la ‘normalidad’ de estos días, la cual viene siendo un tiempo incompatible con las procesiones.
Tras una mañana de chubascos intermitentes, la tarde empezó a despejar dejando ver el celeste que tanto se echa de menos. Tal fue la mejoría que el sol llegó a alumbrar al Cristo, que decidió salir. La hermandad, ante un impresionante gentío, se echó a la calle al completo.
Desde las Viñas tampoco dudaron en abrir las puertas de la iglesia e iniciar su tarde de Viernes Santo con el aliciente de la presencia de la agrupación Virgen de los Reyes de Sevilla, una formación que supera el centenar de músicos y que ahora mismo son el top en este tipo de formaciones de Semana Santa.
Salió la hermandad al completo a una plaza llena que jaleó la presencia de la Concepción Coronada en una estampa que cada año se repite y que cada Viernes Santo va creciendo. Un palio que se encuentra en proceso de bordado de sus nuevas hechuras. No era plan cargarse el trabajo avanzado y pagado con tanto esfuerzo al igual que el brillante dorado.
Pasadas las seis de la tarde, el ciclo se encapotó y se avisó de la llegad ad una tormenta: las Viñas de partido con el -cristo camino de Santo Domingo y la Virgen se volvía a su iglesia. El Cristo decidió acelerar para entrar en San Francisco. Justo cuando los pasos se resguardaban un relámpago y un trueno fueron avisos suficientes para dejar caer un tremendo chaparrón que cayó durante unos minutos.
Tocaba decidir qué hacer. Después de unos minutos de espera, la Exaltación comunicó que volvía a las Viñas el domingo a partir de las 16 horas “si el tiempo no lo impide”. El mismo plan fue el anunciado por la hermandad de San Telmo.
Ha sido la consecuencia lógica de una tarde que fue un espejismo porque lo que se avecinaba, como predecían todos los partes, era peor y similar a lo de la pasada madrugada. Un espejismo también para la gran cantidad de público que se echó a las calles para intentar vivir una jornada con procesiones, aunque fueran dos. Tampoco y además cayeron las temperaturas en algunos grados lo que hizo ma desapacible aún estar a descubierto.
La Victoria abrió las puertas para que se pudieran ver los pasos, el impresionante misterio y el delicado palio decorado con sus clásicas orquídeas blancas. La banda de la Caridad interpretó una marcha para no irse de vacío.Por su parte, en el Loreto, obedeciendo a su carisma, hizo los rezos y preces participado por todos los nazarenos. Ambas cofradías tuvieron claro que suspender la salida era la mejor opción.
Suma y sigue. Los datos finales de esta Semana Santa van a ser tremendos, a la espera de lo que suceda el segundo Sábado Santo con procesiones, tras recuperase el pasado año y este con una hermandad más.
Cabe consolarse con que las lluvias de esta semana habrán servido para mejorar embalses y para aliviar el campo. También con que, tras un jueves y madrugada sin salir ninguna, al menos este viernes el aroma del incienso y el tronar de tambores tuvieron su espacio en los muy tristes aires cofrades de Jerez.