Un Martes Santo agridulce: los contrastes se adueñan de Sevilla en el tercer día de la Semana de Pasión

En el Cerro a primera hora de la mañana la lluvia fue de pétalos. Una de las hermandades con más identidad de barrio, la que más kilómetros realiza, comenzaba su camino al centro bajo un cielo más amable que en días anteriores. Todo hacía presagiar que, por fin, Sevilla iba a vivir un día pleno de Semana Santa. Y así se iba confirmando con el paso de las horas con la salida de varias hermandades.

El himno de Andalucía avisa de que la primera del día ya ha puesto a todo su cortejo en la calle camino de la Catedral. Los pronósticos, además, mostraban que el riesgo iba a disminuir en el último tramo del día. Pero Sevilla es imprevisible. Sevilla está llena de contrastes. Y el Martes Santo mucho de ellos se han vuelto a ver en las calles y los templos.

Una jornada con algo menos de público que en los días anteriores, pero en el que las hermandades que han decidido hacer su estación de penitencia han estado igual de arropadas. Apenas dos horas después de que la Virgen de los Dolores saliera a las calles de su barrio, La Calzá también ponía a su hermandad en la calle. En San Benito se han vivido los primeros momentos de incertidumbre en la jornada por unas gotas que sorprendían al público minutos antes de que se abrieran las puertas. Una falsa alarma. Pilatos cumplió su cometido de presentar a Jesús de Nazaret ante Sevilla. Tras él, el Cristo de la Sangre y la Virgen de la Encarnación.

Curiosamente las dos primeras hermandades en pisar la ciudad, también las primeras en llegar a Campana, han sido testigos de momentos en Sierpes que por suerte han quedado en un susto. Dos cornisas se han desprendido de las fachadas y han paralizado los cortejos durante algunos minutos, aunque por suerte no hay que lamentar heridos.

Un martes tan extraño como ver a una familia de Madrid discutiendo sobre la túnica del Cristo de la Salud de la Hermandad de Los Gitanos. Ya saben, si lisa o bordada. Pero a la vez tan rutinario como la habitual cola que hay en San Lorenzo para visitar al Gran Poder. Ni la salida de La Bofetá le quitaba las gananas a algunos de ver al Señor de Sevilla.

El sol mezclaba el azul de San Esteban con el blanco de La Candelaria y el Dulce Nombre con la estampa centenaria de su dolorosa. Las nubes amenazaban, pero todo se quedaba en eso, una amenaza. Las tres hermandades del Casco Histórico de la ciudad salían para realizar sus estaciones de penitencia entre las 17 horas y las 18 horas. Todas ellas en su horario previsto pese a que la decisión de quedarse en sus templos no se hubiera podido discutir.

Y a partir de las seis de la tarde todo  esto quedó más claro. Algunas gotas comenzaron a caer en el centro de la capital hispalense. Cinco hermandades en la calle y ninguna de ellas daba signos de arrapentimiento en sus caminos hacia la catedral. Al igual que las cornisas, las gotas quedaron en un susto.

Pero este susto y la incertidumbre de las siguientes horas con unas nubes oscuras que se acercaban por el Aljarafe han sido suficiente para que Sevilla este Martes Santo no haya visto el negro por sus calles. Como si se tratara de un efecto dominó, las tres hermandades que cerraban la jornada han ido anunciando que no realizarían estación de penitencia.

Ni el majestuoso palio de los Estudiantes ni los universitarios con sus promesas han salido en este Martes Santo. Era la primera en tomar la complicada decisión poco antes de las siete de la tarde, hora de salida. Los comunicados se fueron replicando por parte de Los Javieres primero y Santa Cruz después.

La Semana Santa sevillana está siendo mejor de lo que se preveía hace una semana, pero mucho peor de lo que podría ser. El martes tampoco ha sido pleno pese a contar con cinco hermandades en sus calles. Sevilla, en cualquier caso, seguirá esperando.

Galería de fotos | Sevilla disfruta de un Martes Santo con cinco hermandades en la calle