La Hermandad de La Sed, en la Cruz del Campo, en Nervión, era la primera que decidía no hacer su estación de penitencia este Miércoles Santo en Sevilla. Había rostros tristes. Muchos hermanos en esta cofradía de barrio. Sobre todo, los más desconsolados, como es habitual, los niños. Que son muchos, porque es una cofradía muy familiar.
Desde La Sed se ven los grandes letreros de la cerveza Cruzcampo y del estadio del Sevilla FC, el Pizjuán. Y La Sed, más joven que estas dos instituciones de Nervión, se hizo una con el barrio años atrás. Muchos aún recuerdan cuando salía en Viernes de Dolores, logrando finalmente hacer estación de penitencia a la Catedral. Un proyecto que creció y creció hasta superar el millar de nazarenos.
Y es también La Sed especial porque es la hermandad que abrió las puertas de Sevilla a la Banda del Rosario de Cádiz. Hace cinco años, que parecen cinco siglos por todo lo que ha pasado desde entonces. Ahora, los gaditanos están viviendo su año. No puede decirse que hayan eclipsado a otras novedades de esta Semana Santa de Sevilla, pero sí es evidente que han dado el salto. Aupados por el famoso anuncio del Andalusian Crush, que promociona el turismo en Andalucía, Eternidad es la gran sensación, el gran hit, de la Semana Santa.
Todo eso salto no es más que un extra. Tocar en Callao, en Madrid, es un gusto. Pero la banda es de Semana Santa, ese es su sitio, y sus músicos es donde quieren estar. Y hoy, aunque estar, han estado con La Sed, se han quedado sin procesionar por esa lluvia que tanto se anhelaba, pero que tan incómoda se ha hecho. Una Semana Santa pasada por agua en el ciclo de sequía más duro de sequía en dos décadas.
José Antonio Cruz es uno de los directores del Rosario de Cádiz. La banda había salido a las ocho y media de La Tacita rumbo a Sevilla. Por el camino ha ido lloviendo y apenas escampaba cuando pisaban la capital. Eso no generaba optimismo, porque los partes no daban tregua.
"Nos sentimos un poco tristes, desilusionados", reconocía. Pero con más ganas, si cabe, para el año que viene. "A sus pies estamos, para servir". Han vivido dentro de la iglesia la decisión de no salir. "Es emotivo ver llorar a los hermanos que trabajan tanto por esta hermandad. Te rompe el corazón, pero ya lo hemos dicho, el año que viene será. Y aquí está todo el año el Cristo de La Sed para visitarlo".
El Rosario viene de tocar en Cádiz, con La Columna. El Domingo de Ramos, también estuvieron en Sevilla, en Triana, para acompañar a la Estrella. "Íbamos a cumplir muchos sueños. Me acuerdo, de chico, venir a ver al Cristo de las Penas, y se ha trabajado mucho para eso". Sí estuvieron con Las Aguas el Lunes Santo. Visto en perspectiva, salir a la calle lunes y martes puede parecer poco, pero algo es algo.
Lo que sí es que, prácticamente, cuando ven esos uniformes tan marineros del Rosario, llegan a pedirles fotos. Y les preguntan eso de 'dónde vais a tocar Eternidad'. "Se ha formado", reconoce Cruz, "con el tema del anuncio, de Eternidad. Esa marcha tiene ya unos años, no es de ahora, pero el anuncio le ha dado el boom. Lleva muchos años en nuestro repertorio, que además es muy amplio".
Hay que recordar, entonces, que "a lo mejor en el recorrido tocamos Eternidad una vez en todo el callejero". Ese repertorio, de hecho, no lo elige la hermandad, sino la banda con la hermandad. Para que además de ese boom se oigan más marchas, seguirán trabajando "año a año, día a día, y con mucha humildad".
Y subraya Cruz: "Donde disfrutamos de verdad es detrás de un misterio. La banda está hecha para Semana Santa. Otra cosa es que gusta que lo propongan para un anuncio. Es un privilegio promocionar Andalucía", para el director y "para los 180 componentes", de quienes defiende "su trabajo, sus ensayos".
El Jueves Santo, si todo va bien, volverán a estar en Sevilla, con los Caballos de Santa Catalina, de la Hermandad de la Exaltación. "Esperemos, si Dios quiere, que acompañe el tiempo". La Madrugá no se tocará, y el Viernes Santo tampoco. La última ocasión es el Sábado Santo, con Santa Marta, en Jerez. Después llegará el merecido descanso: "Dos o tres semanas". Y tras eso, "a pensar en los próximos proyectos, y en el próximo año".