Cuando ya anunciaron las hermandades de la Yedra y el Crucifijo de La Salud que cancelaban sus salidas procesionales, quienes aguardaban la Madrugada de Viernes Santo para resarcirse de una Semana Santa tan aciaga en lo meteorológico y, consecuentemente, en lo procesional ya sabía que tampoco habría Noche de Jesús en las calles.
Ni Nazareno, ni Buena Muerte, ni La Misión, ni Las Cinco Llagas. La que no ha abierto sus puertas para visitas y rezos esta pasada madrugada, lo hará a lo largo de la mañana de un Viernes Santo que tampoco invita al optimismo en lo climatológico.
Así ha sido. Como en 2011, como en 2020, Jerez se ha quedado con la noche más larga del año totalmente en blanco. No hay esperanza de que la borrasca Nelson amaine y permita un Viernes y Sábado Santo radiantes. Ninguna de las hermandades han procesionado, como tampoco lo han hecho en Sevilla, Cádiz, San Fernando o Jaén.
En la capital jienense se aguardaba con fervor un año más el desfile de la hermandad conocida como del Abuelo, el Nazareno de Jaén que también se ha quedado en su templo. En Córdoba, la hermandad de la Buena Muerte ha decidido no hacer su estación de penitencia en las calles de la capital cordobes por las adversas condiciones meteorológicas. En su comunicado, la única cofradía de la Madrugada en la ciudad califal ha apuntado que "el Señor, en su infinita sabiduría, ha querido regalarnos la tan necesaria lluvia".
Después de sopesar todos los partes y pronósticos, las decisiones fueron cayendo a plomo. La Madrugada del Viernes Santo quedaba prácticamente sin procesiones en toda Andalucía por mor de fuertes rachas de viento y fuertes precipitaciones.
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