El Viernes Santo está ya sentenciado con otra tremenda jornada de incertidumbres. Un trueno dio el banderazo de salida para la caída de un fuerte chaparrón con la fortuna de que las hermandades que estaban en las calles se han podido refugiar a tiempo.
La Soledad se ha unido a la de Loreto suspendiendo su salida procesional. Entre tanto, se esta a la espera de conocer qué harán el misterio de la Exaltación refugiado en Santo Domingo, y el Cristo con toda la cofradía en San Francisco.
Toca esperar a que las respectivas junta de gobierno analicen los pronósticos para las próximas horas, que señalan una posible tregua en las lluvias y si ese paréntesis será suficiente para llegar a las cercanías de sus respectivos templos.