El domingo, fiesta litúrgica de la Natividad de la Virgen, culminan los actos en honor a la Virgen de Consolación, que a las 21 horas saldrá en procesión desde Santo Domingo. Excepcionalmente irá a la iglesia de San Pedro, dada la vinculación con la cofradía de Loreto mantiene con la comunidad dominica, más aún cuando se cumplen 50 años del traslado de la Virgen de Loreto hasta el templo dominico.
El recorrido de dicha procesión es por calle Larga, Bizcocheros, llegada a San Pedro sobre las 21.40 horas. El regreso fijado es por San Pedro. Bizcocheros, Caracuel, San Andres, Rosario, Aladro, Cristina y Santo Domingo a donde llegará a as 22.45 horas.La música estará a cargo de un quinteto de metal y viento que interpretará marchas y piezas de autores jerezanos.
Esta procesión fue rescatada, tras muchos años de ausencia, en 2016. La antiquísima imagen de Nuestra Señora de Consolación en 2016 y 2017 procesionó por la Alameda de Cristina, en el 2018 fue a la iglesia de San Marcos, en 2019 tuvo lugar por el interior de los Claustros de Santo Domingo, durante en 2020 y 2021 no la hubo por motivo de la pandemia, en 2022 se fue a la basílica del Carmen y el año pasado, al oratorio de la escuela de San José.
Una historia de leyenda
De procedencia italiana, esta imagen de la Virgen llega a Jerez, según la leyenda, a finales del siglo XIII. Cuenta que se encontraba navegando con su flota mercante, en el Golfo de Rosas (Gerona), el marino genovés Domenico Adorno, cuando se vio sorprendido por una fuerte tempestad invoca la ayuda de la Madre de Dios.
De pronto aparece una pequeña barca con una imagen de la Virgen, la cual según sseviba acercando iba amainando la tempestad. Recogida del agua, es subida al barco. Por la noche, la imagen habla al marino en sueños diciéndole: “Llevadme a Jerez, al convento de Predicadores para ser consuelo de los jerezanos…”
Llegada a Jerez, la pusieron sobre una carreta de bueyes para que ellos la llevaran yhaciendo alto en la Ermita de Guía donde la comunidad de franciscanos, acompañada del Cabildo y numeroso público, tenían la intención de llevarse la imagen al convento franciscano, pero no fue posible ya que de ninguna manera pudieron mover la imagen del lugar donde estaba colocada.
Los dominicos, acudieron también a la ermita y después de orar postrados ante la imagen, dejaron a los bueyes que libremente caminasen y fueran donde la voluntad de la Virgen les condujera. Se pararon en el Convento de Predicadores, sin que nadie los pudiera mover.