Tal y como reconocía el director de la Bienal de Flamenco de Sevilla, Luis Ybarra, se podría "haber elegido un espacio más cómodo" para presentar lo que faltaba de programación del que pretende ser el festival más importante de mundo cada dos años, de los más y menos jondo, a pesar de que "la simbología que tiene este espacio" pretendiera describir que la muestra "se ve en la calle, pero se vive en los teatros".
Frente al barrio de Triana, los Jardines de Rafael Montesinos (Sevilla, 1920 – Madrid, 2005) acogían una convocatoria donde el sol, el viento, los coches pasando a metro y medio y una megafonía que se mostraba del todo insuficiente, hacía poco menos que imposible que nadie estuviera a gusto. Ni artistas, ni políticos — cosa que es difícil— y, mucho menos, quienes allí estaban atendiendo a la convocatoria enviada: la prensa.
Así que, intentado hacerse entender o "solicitar que me asistan a José Valencia o Rafael de Utrera", bajo el busto de Antonio Mairena — toda una declaración de intenciones— al máximo responsable de un evento que centra las miradas del flamenco en Sevilla a nivel mundial cada dos años no le quedó más remedio que alzar la voz y exponer la composición final de un programa de contenidos que refrendaba la "apuesta por el cante" que se anunciara tiempo atrás.
"Estamos tratando de apostar por una cultura que no sea de consumo, sino que sea trascendental"
Para Ybarra, la próxima edición de la Bienal de Flamenco de Sevilla que se va a celebrar entre el 11 de septiembre y el 5 de octubre de 2024, será un evento que "ofrecerá 62 espectáculos de los que 30 serán noches únicas; concebidos para la Bienal y que no nacen con la vocación de girar, sino con la de ocurrir". De entre todas las propuestas, 17 serán estrenos absolutos que "estos sí que esperan girar después por otros espacios".
"En total serán 47 nuevas producciones", señalaba el director de la Bienal que se verán en la muestra, desvelando el número de las ansiadas etiquetas de estreno que tanto gusta reflejar cualquier festival que se precie, y que se expondrán "en diez espacios escénicos diferentes" para "disfrutar del flamenco y del flamenco contemporáneo — que ya veremos lo que significa eso— como arte de transmisión oral, que no se ha transmitido de manera escrita".