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Tamara Cantos es una técnica superior en fotografía que está exponiendo este mes el trabajo que ha realizado durante los dos últimos años.
Bornos rural en cianotipia es el nombre que lleva la exposición que, hasta el 29 de enero, estará en el impresionante Palacio de los Ribera de la referida localidad serrana.
La exposición es una elección de veinte fotografías que realizó durante los años 2022 a 2024 sobre el territorio rural de Bornos. Son de color azul y se asemejan a pinturas porque se trata de imágenes que reveló con la técnica de cianotipia o exposición al sol.
Tras muchos años fuera de su pueblo, la fotógrafa ha regresado a Bornos. "Me considero afortunada por volver a pertenecer a su padrón de habitantes. Emigré con cinco años, aunque he venido de visita cada vez que las circunstancias me lo han permitido", señala.
Y en Bornos se han encontrado con la belleza de su paraje, clave en su exposición. "Me emociona permanecer conectada con la naturaleza; con la flora y la fauna del territorio rural de Bornos. Esto puede consistir en encontrarme en una zona para fotografiar la salida del sol y oler a tomillo, o en observar especies como: una cigüeña negra, un ibis eremita, ocas comunes, gansos del Nilo, flamencos, cigüeñuelas, espátulas, carboneros, cuervos, o un buitre volando muy bajo junto a ti".
Para Tamara, la fotografía es una herramienta de la que se vale para "exteriorizar y dar a conocer mis dos pasiones, la fotografía y la naturaleza. Por ejemplo, con imágenes puedo mostrar el paisaje cambiante de mi pueblo, ya que el nivel del embalse varía según la temporada de lluvias. Esto es que edificios como el Molino hidráulico de Zara, del siglo XV, en unos días puede pasar a encontrarse bajo el agua".
La labor que ha desempeñado en su toma de imágenes le ha dejado momentos únicos. "Un recuerdo entrañable fue tumbarme en el suelo, cerca del puente por donde pasa el río Almarda, en total silencio, observando decenas de cigüeñas aprovechando las corrientes de aire, dando vueltas encima de donde me encontraba. Escuchar el crotoreo que emiten es emocionante; un regalo para la vista y los oídos".
"Ya sea porque las nubes se encuentren sobre el pantano, por los colores rosados del cielo en el amanecer del mes de diciembre, por la profundidad de campo al contemplar el horizonte hacia la sierra, nos encontramos con un pueblo con una gran riqueza natural", ha añadido una Tamara a la que le encanta recorrer los senderos de este pueblo pintoresco en busca "del ejercicio saludable que nos ofrece el caminar, de la paz y la tranquilidad que escasea en las ciudades y que realmente valoro".
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