Reivindicar el pueblo andaluz a través del arte es, sin duda, una de las partes más importantes de la identidad andaluza. La cultura va experimentando, cambiando y tomando nuevas formas, por ello, en la actualidad, el medio por el que más la consumimos es a través de las pantallas. De esta evolución nace Carne al Corte, una joven productora audiovisual cuyo propósito principal es el desarrollo de diversos proyectos creativos que generen una nueva corriente artística en la comunidad autonómica, así como nuevas propuestas cinematográficas.
Este nuevo proyecto audiovisual está fundado por Marta Silgado Códer, Clara Gámiz Jaímez y Daniel Galán Lorente. Actualmente, se encuentran trabajando en varios proyectos como su primer cortometraje Cuando nadie me ve, dirigido por Daniel en su localidad natal, Sanlúcar de Barrameda; un conjunto de videoclips en colaboración con el grupo granadino La Plazuela y el desarrollo de su segundo cortometraje El Valle, cuya intención es ser rodado en el Valle de Lecrín, en Granada.
Marta Silgado Coder es una artista visual andaluza afincada en Granada, donde desarrolla su trabajo a través de diferentes disciplinas como el videoarte, la performance y el sonido. Debuta protagonizando el cortometraje Cuando nadie me ve, mientras explora la dirección artística y diseño de vestuario en diferentes proyectos audiovisuales.
Daniel Galán Lorente es un artista visual gaditano graduado en Bellas Artes. Cursa sus estudios en tres universidades diferentes destacando una estancia anual en San Luis Potosí, México, donde se forma en teoría de Arte Contemporáneo. Su obra se caracteriza por un fuerte impacto pictórico y una belleza amena y cotidiana, desarrollándola a través de la fotografía, la pintura y el vídeo. Su trabajo ha sido expuesto en diversos medios como la Fundación Vilà Casas, portadas de libros y diferentes videoclips.
Clara Gámiz es una fotógrafa, escritora y creadora audiovisual de Granada. Ex-becada con una mención de honor por la escuela EFTI, compagina la fotografía digital con la analógica dependiendo de las ideas con las que esté trabajando. En sus retratos se plasma una fuerte influencia de la cultura audiovisual y mediática que toman rienda suelta en los videos musicales, portadas para EPs y campañas de RRSS que ha desarrollado en sus colaboraciones con otros artistas.
Un producto audiovisual contra los arquetipos contemporáneos
Desde la productora están decididos a dotar todas sus producciones de un carácter andalucista e inclusivo bien marcado. “Somos conscientes de que es algo difícil y pausado, para nuestro primer rodaje Cuando Nadie Me Ve contamos de un equipo formado al 100% por personas andaluzas, nos esforzamos en incluir personajes fuera de los arquetipos contemporáneos audiovisuales. Para ello contando con personajes ancianos, racializados, discapacitados y mujeres”, cuenta Galán. “Para el segundo cortometraje, El Valle, nuestra intención es generar un equipo técnico de miembros del colectivo LGTBIQ+ y mujeres, ya que suele ser escasa su representación, no solo frente sino tras las cámaras”, añade.
El joven cineasta critica la elección de actores de otras provincias para interpretar papeles andaluces: “Dentro de la industria audiovisual, Andalucía no solo está ignorada, sino que está menospreciada. En el momento en el que escoges a un vallisoletano para que finja nuestro acento e interprete a un jerezano nos estás insultando”. Igualmente, Insiste en la importancia de la propia voz de los andaluces: “Para nosotros es muy importante reivindicar nuestro rico y variado acento, desde la Andalucía más occidental hasta la orienta, desde Jaén a Cádiz”.
“Una descentralización audiovisual de Madrid es necesaria, no solo para con Andalucía, sino con todas y cada una de las regiones que forman España. Tenemos que ocupar más medios informativos en prime time, más roles principales en producciones comerciales, más espacios políticos y sociales” reclaman desde la productora. “De la misma manera que en Francia consumen de manera habitual las producciones japonesas un australiano podría estar interesado en una historia sevillana, pero hasta que no nos quitemos el yugo estadounidense cinematográfico que tanto intentamos imitar, no podremos hacerlo”, finaliza el director Daniel Galán.
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