El contacto con los pacientes, una "experiencia prestada"
¿Podemos contarnos a nosotros mismos de otra manera, inventando una historia verdadera, es decir, real? ¿Podemos elegir una vida un poco más tranquila, un poco más alegre y un poco más altruista, lejos de fuegos artificiales? Si aceptamos que nuestro lugar está entre el conocimiento y la ignorancia, entrela certeza y la curiosidad, y logramos poner entre paréntesis los dioses sociales, entonces es posible.
Esta es la reflexión principal que nos lanza el psicólogo Sebastián Rubiales en su nueva obra. Dando por sentado que las preguntas son "el camino más corto de la verdad" y no en cambio el consejo. Y es precisamente en este camino en el que deberemos centrarnos a la hora de introducirnos entre las páginas de No sabes que lo sabes, ya que el sendero es, a veces, lo más crucial de la vida, y no tanto las metas que pretendemos alcanzar. Las páginas de su obra también dejarán espacio a pensamientos que mucho tienen que ver con nuestro día a día, con la familia y su forma de organizarse, las emociones que entraña o con el trato que los padres tienen hacia los hijos en la actualidad... Y sobre esa necesidad de intentar hacer las cosas "un poquito mejor" y tener capacidad para "afrontar los retos con valentía". Sin seguir un orden preestablecido, Rubiales regala al lector la posibilidad de ir "dando saltos" entre los muchos capítulos que conforman su libro con la intención de que resulte ameno e interesante. Una apuesta arriesgada en el momento actual, dado que cada vez son menos las personas que compran libros, "nos estamos maleducando", apunta el autor. Pese a que el verano es un buen momento para entregarse a la lectura. Así, su nueva obra se sostiene tres partes que albergan numerosos capítulos cortos con sugerentes títulos que hacen las veces de ideas cortas para sopesar por el lector. Con todo, No sabes que lo sabes (Apuntes para un alfabeto de las emociones) puede servir al lector para ahondar en sentimientos positivos que son comunes en todos los seres humanos y ofrece ciertas claves para, como se ha dicho con anterioridad, invitar a cavilar sobre la vida y el camino que conlleva. Rubiales se aleja de la idea de felicidad como tal, prefiere las acciones. "La felicidad no es un horizonte al que llegar", en ese planteamiento siempre sentimos que nos falta algo, "haz cosas que te hagan sentir bien, por ejemplo preocúpate de los demás y de rebote te sentirás bien".
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