El calor de un público entregado y un silencio ensordecedor irrumpieron en las tablas del Teatro Villamarta este sábado a las 20.30 horas cuando el foco iluminó a Farruquito. El "genio de genios" brindó su baile sin perder su esencia en un espectáculo que desató la ovación continua del público. Puro nervio. Mano en el pecho, zarandeo de chaqueta y taconeo encararon un diálogo musical que habló con bastones y sombreros al compás de soleá, soleá por bulerías, seguirilla, alegrías y bulerías.
Los movimientos del sevillano, acompañado por Pepe Torres, Karime Amaya y Juan El Moreno, su hijo, engrandecieron el flamenco durante dos horas de sentimientos. Manuel Valencia acarició la guitarra junto a la flauta de Manuel Parrilla y la percusión de Paco Vega. Julián Heredia se encargó del bajo y Oscar Canales de los giros de iluminación. En perfecta coordinación, el arte inundó el teatro que acogió los pasos de un veterano. De Jerez viajará a los teatros de Japón, Estados Unidos y Canadá.
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