El Festival de Jerez acogerá este Día de Andalucía una de las propuestas cantaoras más interesantes del evento en la Bodega 'Los Apóstoles' de González Byass. El cantaor Jesús Méndez presentará una hora antes de la medianoche un nuevo espectáculo donde, bajo el título 'Quiero cantarte', tiene como objetivo "expresar lo que siento" al mismo tiempo que expone "en primera línea sus sentimientos".
Tal y como señalaba el propio artista este mediodía en la Bodega de San Ginés del Consejo Regulador del Vino y el Brandy de Jerez, el formato será el de "un recital clásico, donde paso por distintos cantes que, en función de las etapas de tu vida, hay momentos en los que estás más a gusto con unos o con otros".
Ante esta circunstancia, confesaba que el espectáculo flamenco que ofrecerá este viernes, en el 29 Festival de Jerez de este 2025, dará inicio con "una liviana, una toná liviana y un cambio de María Borrico" que buscará tintes actualizados con "introduciendo el piano o la percusión". Para posteriormente, entrar de lleno en "cantes clásicos como las alegrías, las malagueñas o las seguiriyas".
Dividido en dos partes, Méndez señalaba que, en la segunda de ellas, recordará a "artistas vanguardistas" como Chiquetete, Manuel Molina, Bambino, Lola Flores o Lebrijano, que "me han marcado muchísimo", al igual que le han marcado de por vida Don Antonio Chacón, Manuel Torres, Mojama, Juan Talega o Tío Borrico.
Incidiendo en que "una soleá de Chiquetete o una bulería de Bambino pueden tener la misma profundidad que una seguiriya de Manuel Torre", buscará en la segunda parte matizar bajo su impronta y personalidad a "estos artistas que también son flamencos, coger esta vertiente y poder disfrutarla".
Acompañado por Pepe del Morao a la guitarra, Borja Évora al piano, Paquito González en la percusión y Diego Montoya, Carlos Grilo y Miguel Salado a las palmas y el compás, el principal embajador flamenco de la casa de Los Méndez en la actualidad volverá a tirar de clasicismo "agarrado a mis raíces", lugar al que lleva aferrado desde pequeño y le ha sido siempre fiel, aunque no se muestra contrario abrirse a la hora de ofrecer "otros colores, actualizarlo o ponerlo al día".

En este sentido, señalaba que el flamenco presenta "la dificultad de conseguir que suenes actual, pero sin perder el espíritu de lo clásico", además de que esa línea es "muy pequeñita de pasar", pero cuando "suena bien y bonito", las cosas "funcionan". Ante esta tesitura, reivindicaba "trabajos buenísimos" de compañeros que presentan sus espectáculos en el Festival de Jerez o la Bienal de Flamenco de Sevilla y después "se guardan en un cajón".
"Es una pena que esto ocurra y tenemos que luchar porque esto no pase", incidía Méndez abogando por una mayor difusión del flamenco en los medios de comunicación y las radiofórmulas, mientras recordaba en "una mirada hacia atrás", el apoyo que existía por el género más allá de las grandes multinacionales discográficas.
"Si tuviéramos más ayudas estaríamos 'pegando' en el mundo entero"
No obstante lo anterior, y como reclamo ante los medios de comunicación durante el encuentro, el cantaor de La Plazuela exponía que "si hubiera más ayudas al flamenco", el género podría estar "pegando" en el mundo entero, como las que reciben la ópera o la zarzuela — que él ha vivido en primera persona– y en la que gracias a ellas "nos han pagado tres meses de ensayo, con dietas, con pisos para todos los componentes, con viajes, en definitiva, con todo".
En esa línea, señalaba que "la creación permite explorar, llegar a otros mundos" y poder profundizar en diversas perspectivas como indagar "con la música marroquí, que es una idea que tengo ahí desde hace mucho tiempo", al igual que en su día llevase a cabo El Lebrijano y "poder sacar de ahí un resultado potente", pero de forma actualizada. "Pero para ello debemos tener esos medios, sobre todo porque hay muchos cantaores, bailaores y tocaores con ganas de aprender y explorar en la profundidad tan importante que hay hoy en día en el arte", sentenciaba.
"Yo veo muchísimo nivel en todos los sentidos, sobre todo, abriendo caminos, fronteras, nuevos términos, nuevas formas y códigos del flamenco", argumentaba subrayando la velocidad a la que se consume todo hoy en día, abogando que ese consumo no es contrario a hacer las cosas "con conocimiento", porque todavía quedan "muchos caminos que escuchar y que ver".