La presentación mundial del nuevo espectáculo de Israel Galván, una revisión bajo su óptica personal de El amor brujo de Manuel de Falla, en el que contará con el cantaor jerezano David Lagos y el organista Alejandro Rojas-Marcos, servirá para el reencuentro del enfant terrible de la danza contemporánea con Jerez y con su Festival, cuya vigésimo tercera edición será el responsable de clausurar en el Teatro Villamarta. Antes, un maratón de 16 días en los que podrán verse otros diez estrenos absolutos en el terreno del baile flamenco y la danza contemporánea, a los que se añaden algunas de las últimas propuestas de varios premios nacionales de danza, una amplia oferta de recitales de cante y toque, fiesta en once peñas flamencas y una ciudad rendida a una de sus mejores, y más globales, tarjetas de presentación.
El evento cultural, que se celebrará del 22 de febrero al 9 de marzo del año que viene, se ha presentado en el Alcázar de Jerez, cuyo Palacio de Villavicencio se recupera en esta edición para el cante en la distancia más corta, con prácticamente la totalidad de las plazas para sus cursos de baile —en torno a un millar repartidas en 40 cursos— cubiertas por cursillistas de más de 30 países de todo el mundo. A esas cursillistas, en su amplia mayoría mujeres, rinde homenaje esta nueva edición del certamen, tal y como sintetiza la obra que sirve de cartel de esta vigésimo tercera entrega diseñada un año más por Daniel Diosdado.
Y también por estas cursillistas, el Festival incorporará una novedad en 2019, ampliando una previa en la semana antes de su estreno a cargo de las participantes en el concurso internacional de danza de Turín, hermanado con la muestra jerezana. "Un magnífico preámbulo para que estos concursantes, venidos de otros países, sientan y respiren el ambiente flamenco de nuestras calles", ha resumido Mamen Sánchez, alcaldesa de Jerez, quien ha calificado a la muestra como un "icono" de la ciudad. "Estamos —ha abundado— ante una muestra que se ha convertido en uno de los iconos que identifican a la ciudad con uno de sus patrimonios inmateriales: el flamenco". "Un flamenco elevado a la categoría de universal como se pone de manifiesto en este ciclo, pues “su capacidad de atracción alcanza a todos los rincones y continentes", ha añadido aludiendo al esfuerzo de unos años a esta parte por reforzar el carácter internacional del Festival y su papel como polo de atracción para propios y extraños al flamenco que visitan la ciudad esos días entre febrero y marzo.
Un momento de la rueda de prensa con la alcaldesa, Vázquez y Benavente.
La apertura correrá a cargo del bailaor y coreógrafo jerezano Joaquín Grilo, que estrenará La calle de los sueños, mientras que otra maestra jerezana del baile, María del Mar Moreno, presentará Medea el 8 de marzo, coincidiendo con el Día de la Mujer. El consejero de Cultura, Miguel Ángel Vázquez, ha acompañado a la alcaldesa en la presentación junto a la directora de la muestra, Isamay Benavente, también ha destacado la presencia en el cartel oficial del Ballet Flamenco de Andalucía, que traerá hasta Jerez uno de los espectáculos más vistos del verano pasado en España, Flamencolorquiano, bajo la dirección del reputado Rafael Estévez y con el cantaor Arcángel como protagonista. Para el consejero, que ha refrendado el apoyo del Gobierno andaluz a la cita anual, la muestra jerezana invita "a no ser meros espectadores, ya que posibilita al visitante una inmersión en la cultura flamenca”.
Esa inmersión permitirá disfrutar de lo nuevo de reconocidas y consagradas figuras de la danza, como María Pagés (Una oda al tiempo), Eva Yerbabuena (Cuentos de azúcar), Concha Jareño (Recital flamenco), Rubén Olmo (Horas contigo), y Mercedes Ruiz, que estrena en su tierra Tauromagia, un homenaje a Manolo Sanlúcar junto a la guitarra de Santiago Lara; pero también el Festival vuelve a abrirse a los nuevos y efervescentes creadores que llegarán con sus novedosas propuestas bajo el brazo, caso, entre otros muchos, de Vanesa Aibar (Sierpe), Leonor Leal (Nocturno), Marco Flores (Fase alterna), Ana Morales (Sin permiso), y Patricia Guerrero (Distopía).
Otra de las novedades consistirá en “la mayor dimensión” que adquirirá el ciclo De Peña en Peña, reducido en años anteriores por cuestiones económicas. “Recuperamos esta singular propuesta en su plenitud, con la participación de todas las entidades flamencas de la ciudad”, explicó la primera autoridad municipal. Además, las peñas flamencas participarán de forma activa a la hora de aumentar el turismo vinculado a la cultura. Para ello, ofrecerán una programación de mediodía que, además de espectáculos, incluirá gastronomía local. En ese intento de atraer a un público plural, que visita Jerez por primera vez, el Festival ha reforzado su oferta los fines de semana con una serie de actividades. Y es que, en este periodo, tendrán lugar las clases magistrales de iniciación a la bulería o el espectáculo Flamencokitchen. Actividades paralelas que, junto al OFF Festival, conforman una oferta irresistible que volverá a convertir a Jerez durante 16 días en capital mundial del flamenco.
Comentarios