Se acabó El Festival de la fantasía, de Santiago Lara, y vuelve el aclamado y archicanturreado El Festival de tus sueños, aquí te espera Jerez... de José Monje. Para los no iniciados en el Festival de Jerez hablamos, claro está, del jingle con el que los diferentes espacios escénicos de la muestra de danza española y baile flamenco más relevante del mundo reciben a los espectadores antes del comienzo de los espectáculos programados.
Se desconocen las razones exactas del cambio a lo anterior, pero es como una especie de abrazo al Gatopardo y Lampedusa, que todo cambie para que todo siga igual.
Este pasado viernes fue una de las grandes novedades de la 29 edición del Festival, la segunda entrega con Carlos Granados al frente de la dirección-gerencia del Teatro Villamarta y, podría decirse, que la primera en la que la confección y diseño de la muestra corre cien por cien por su cuenta y riesgo tras la salida de Isamay Benavente hacia el Teatro de la Zarzuela, donde precisamente era ayudante de dirección Granados.

Una de las incógnitas de esta edición, en este sentido, será cómo el público cruza el Minotauro rumbo al Centro Social Blas Infante, que será una de las nuevas sedes escénicas de la muestra. Un melón por catar. Al igual que el nuevo formato antirueda de prensa de presentación de los espectáculos previos y, a modo de mesas de debate, pretende revivir el punto de encuentro que era el Consejo Regulador y su Bodega de San Ginés. Ya no estará ahí tampoco Rosalía Gómez.
La plaza Romero Martínez vivió ese ambiente de la primera de las 16 noches que quedan por delante. Como si todo estuviera por estrenar. Desde el freidor del gallego en la calle Arcos hasta la esquina de La Manzanilla con El Pasaje. Ya estaban perfectamente alineados los pinchos y corrían los jereces rumbo al gaznate de diferentes idiomas y nacionalidades.


Ha arrancado una nueva edición con los mismos apoyos institucionales públicos (cortitos y con sifón. Un ejemplo: festivales privados de renombre en la provincia se llevan hasta 200.000 euros de patrocinadores públicos, pero al de Jerez no llegan ni 60.000) y privados de siempre, con sus cursos y cursillistas de medio mundo, y una presencia política donde se pudo ver al primer teniente de alcaldesa, Agustín Muñoz; el delegado de Cultura, Paco Zurita; y el director del Instituto Andaluz del Flamenco, Cristóbal Ortega.
Merecía el estreno de uno de los eventos culturales más importantes de la comunidad, para más inri con la presencia en las tablas del Ballet Flamenco de Andalucía de Patricia Guerrero, la presencia de la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, pero no compareció. Y eso que aquí la espera Jerez, ole con ole. Y olé.
Y un apunte más. Ambas tienen un sueño pero solo una capital andaluza puede ser, con permiso de las otras candidatas españolas, la elegida.
Tiene guasa que, en plena carrera por la Capital Europea de la Cultura en 2031, con todo el estand de adhesiones en el vestíbulo del Teatro Villamarta, en la premiere de su evento cultural anual más internacional, arrancara la programación con el Ballet Flamenco de Andalucía, compañía pública dependiente de la Junta de Andalucía, volcada con Granada: desde su directora, la granadina Patricia Guerrero, hasta Lorca y Mariana Pineda.
Granada, la de los pasados Goya, la que parece tener cierta delantera en la carrera hacia el sueño del nombramiento por el Ministerio de Cultura y la Unión Europea. Ole con ole y olé. Y olé, olé.