Que Sernita de Jerez es uno de los artistas fundamentales del flamenco de la ciudad es algo consustancial a la propia historia del mundo de lo jondo no sólo jerezano sino universal. Pero ahora, con la labor de rescate de discografía y grabaciones cuasi inéditas o poco conocidas que se ha realizado sobre su figura, el artista jerezano vuelve a asentar su respetada valía como artista flamenco aún con más solidez.
Y es que en la noche del pasado lunes, en el Palacio de Villapanés y dentro de la programación ‘Otoño Flamenco’ que está organizando el Ayuntamiento de Jerez, el periodista, escritor y productor José Manuel Gamboa Rodríguez (Madrid, 1959) fue el encargado de poner en liza tanto el libro que dedicó a este artista jerezano en el año 2007, como el último volumen que ha editado la colección ‘Flamenco y Universidad’ en torno a su figura, que cuenta con la colaboración de la Cátedra de Flamencología de Jerez, además del prólogo que firma Manuel Naranjo Loreto - que ni siquiera fue invitado al acto- y que ha sido el último que ha dejado como legado de esta colección su director, Rafael Infante, quien nos dejara para siempre hace escasas fechas.
“Gracias al trabajo tanto de Rafael Infante como de Josema García Pelayo podemos disfrutar de este volumen – y de 68 volúmenes más- de los que yo he tenido la suerte de poder colaborar en varios de ellos” reconocía, destacando el esfuerzo realizado por el director de esta colección – que tuvo varias recaídas en su estado de salud durante su ejecución-, así como de su productor. Por ello, incidía en que “este trabajo tiene como valor añadido el esfuerzo que hizo Rafael Infante para que estuviera con nosotros”.
“A pesar de que El Sernita grabó muy poco aquí hay muchas grabaciones” señalaba, indicando que “hace muchos años (2007) le dediqué un libro a Sernita de Jerez y yo sólo tengo que decir que yo no quería hacer esta biografía” no porque no quisiera o porque no le gustara, sino porque consideraba que “la persona más indicada y que se lo tenía que hacer era Manuel Ríos Ruiz” al ser el escritor y periodista jerezano “una persona que vivió con el en Madrid durante mucho tiempo, lo había conocido y me parecía importantísimo que fuera el quien lo escribiera”.
No obstante, como la historia dicen que se escribe con renglones torcidos, las ondas hertzianas terminaron provocando que fuese la esposa de Manuel Fernández Moreno ‘Sernita de Jerez’ (Jerez, 1921 – Madrid, 1971) quien escuchara por la radio al periodista madrileño y le hiciera una prueba de fuego: “Me llamó a la casa, con toda la familia y me dijo que se había enterado yo bailaba por bulerías y no me quedó otra que bailarle allí en su casa y prueba superada, yo no sé por qué, no porque yo bailara bien, sino porque le gustó y, por ese motivo, yo me puse con este trabajo con muchísimo respeto e intentando no meter la patita”.
Y debido a ese respeto, pidió a Diego Carrasco que fuera quien le prologara el libro ya que su padre —Tío Vicente— fue “el primero que me habló maravillas de Sernita de Jerez y a mí eso me emociono francamente y, además, coincidía que eran vecinos”.
Un artista que recorrió el mundo llevando el nombre de Jerez por bandera
Si algo ha querido resaltar José Manuel Gamboa dentro de esta presentación de forma importante, eso ha sido el hecho de que Sernita – junto con la Paquera- fue el primer artista que llevó como apellido artístico el nombre de Jerez desde sus inicios por todo el mundo. “Sernita nació en un momento a contrapelo y no llegó a disfrutar del éxito y del triunfo del mundo del festival flamenco, que era donde uno realmente llegaba de nuevo a su tierra y ganaba dinero” argumentaba el escritor, exponiendo que el artista jerezano lo que conoció fue “el mundo del tablao y, previamente, del cante para el baile, pero cuando entró en la compañía de Susana y José todo cambió y para bien”.
“Cuando entró en esta compañía —de Susana Audeoud y José de Udaeta— gracias a su primo Parrilla, el Sernita engordó 10 kilos porque no tenía que beber todos los días 40 copas de vino y aguantar al señorito, tenía su sueldo y hasta podía dormir sus horas en condiciones, así que imaginarse como le cambió la vida” señalaba, mientras recordaba esos tiempos en los que había que irse de la tierra para poder ganarse el sustento. “Gracias a esta compañía pudo salir de Jerez y empezar a tener una vida regulada y reglada trabajando por toda Europa”, siendo al final de su trayectoria con esta compañía cuando Sernita de Jerez recala en Madrid “integrándose en el tablao El Duende de Pastora Imperio y Gitanillo de Triana, donde tantos y tantos artistas de primera completaron su carrera”.
De Susana y José a Antonio ‘El Bailarín’ y sus primeras grabaciones
Uno de los puntos de inflexión más importantes que viviera Sernita de Jerez según relata José Manuel Gamboa en esta presentación de su libro ‘Sernita de Jerez ¡Vamos a acordarnos!’ y el doble cd se produce en el momento en que el cantaor jerezano es quien sustituye a Antonio Cruz García 'Antonio Mairena' (Mairena, 1909 – Sevilla, 1983) dentro de la compañía de Antonio Ruiz Soler ‘Antonio El Bailarín’ (Sevilla, 1921 – Madrid, 1996). “Con Antonio conoce los mejores locales, los mejores teatros y los mayores éxitos de la música en su tiempo porque Antonio ‘El Bailarín’ donde iba la formaba, tanto en Estados Unidos como en Rusia” señalaba Gamboa, relatando como dato anecdótico que la compañía fue a la primera embajada española en Rusia sin permisos del Gobierno, pero que ante el tremendo éxito cosechado los diplomáticos de turno no perdieron la ocasión de apuntarse el tanto diciendo eso de “embajada española”.
Y es en esos años con Antonio ‘El Bailarín’ cuando el artista jerezano graba su primer disco. “En el año 57 se hace una primera parte del Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba y él gana tres premios importantísimos” informaba Gamboa a los presentes en el Palacio de Villapanés y que ello fue gracias a que "Aurelio Sellés – miembro del jurado y uno de los maestros de Sernita- pegó tres voces más que merecidas a algunos de los encargados de poner valoraciones" y le concedieron los premios por Alegrías, Soleares y Malagueñas. que para su primer trabajo discográfico se complementó con “una seguiriya del Nitri, con Juan Morao al toque, que es todo un lujo”.
No obstante, según Gamboa, el principal problema que tuvo Sernita de Jerez dentro de su trayectoria artística para eclosionar fue “el apego que tuvo al mundo del tablao y la compañía de baile, que provocó que la afición no lo conociera porque no iba a los tablaos”.
Del tablao El Duende y Paco Aguilera al histórico ‘Canta Jerez’
Durante la época que le tocó vivir a Sernita de Jerez, el cuadro del tablao El Duende lo dirigía Paco Aguilera y, en ese tiempo, él era un artista como fueron Ramón Montoya o Niño Ricardo, que eran uno poco quien ejercía de productor ante las casas discográficas. Y fue con él con quien el artista jerezano grabó sus primeros discos “colaborando en varias grabaciones con otros muchos artistas, sobre todo en el sello Columbia y una también con el sello Philips, que descubrió un servidor porque pone en el disco Grupo Aguilera y son discos que hacían para el tablao y quien canta en ese disco es El Sernita y José Salazar, marido de La Cañeta, ahí es nada”.
Así las cosas, señalaba que por desgracia “Sernita de Jerez apenas grabó mucho más, si bien lo más importante es un disco entero con Antonio El Bailarín que se hizo en la última gira, en la que ya él se encuentra mal y estando en Venezuela se tuvo que volver, aunque nos queda el meollo, que es la grabación de Canta Jerez”, que fue una idea bastante complicada y en la que “Enrique Morente tuvo mucho que ver porque fue quien presentó a su amigo José Blas Vega al sello Hispavox para que ocupara el puesto que iba a dejar vacante José Luis de Carlos - productor de Las Grecas- y el primer proyecto que presenta José Blas Vega mediante Enrique Morente a Hispavox es Canta Jerez”.
Que aquello fue un pelotazo artístico y discográfico no se lo tenemos que decir nosotros, la propia historia del flamenco lo tiene como uno de los santos griales de su discoteca jonda, pero quizás lo que no es tan conocido y sí que se indica en este trabajo literario es el hecho de que “Morente, que era un enamorado de Jerez y además estaba apadrinado por Tío Parrilla, fue quien hizo posible que se llevara a cabo” y que, si bien se iba a hacer inicialmente en un local – una sala de fiestas para entendernos-, no hubo manera de encajarlo y ese fue el motivo por el que al final se terminó realizando en los estudios de Hispavox.
“Ya sabemos todos lo que salió de ahí” apuntaba Gamboa, destacando que “elenco no se escogió para quitar a nadie sino con los artistas jerezanos que estaban allí, salvo Tío Gregorio ‘El Borrico’ que ese fue el aliciente que hizo que todos los demás fueran y bullera aquello de una manera histórica desde las once de la mañana hasta que Dios quiso”.
De dos discos chicos a casi 40 cantes para la historia del flamenco
A pesar de los trabajos realizados para buscar grabaciones que quedaran pendiente de publicarse – se sabe que al día siguiente de la grabación del Canta Jerez algunos artistas entre los que estaba Sernita de Jerez volvieron a grabar con la guitarra de Cepero y Curro Jerez- todo el material que se ha logrado recopilar forma parte de un doble cd que da contenido al volumen número 69 de la colección ‘Flamenco y Universidad’ que se presentaba el pasado lunes día 14 de noviembre en el Palacio de Villapanés junto al libro de José Manuel Gamboa Rodríguez.
“Todo lo que grabó Sernita, tanto en archivos más o menos privados, como los que servidor aportó en el disco del libro, hasta los últimos hallazgos que Luis Soler le pasó a José Antonio Muñoz están aquí recogidos, junto a unas grabaciones que Miguel Espín tenía guardadas del año 1957 en Zurich” enumeraba al tiempo que hacía especial hincapié en el hecho de que “gracias a este trabajo la discografía de Sernita de Jerez ha pasado de dos ‘discos chicos’ a casi 40 cantes y eso es muy a tener en cuenta porque El Sernita es uno de los mejores cantaores que ha dado la historia del flamenco”.