De la mano del historiador y antropólogo Miguel González, autor del guion, el cantaor jerezano David Lagos estrena este próximo domingo 11 de septiembre, en el marco de la XXII Bienal de Flamenco de Sevilla, Cantes del silencio.
"No es un recital, ni un espectáculo de baile: es una obra transversal con recursos múltiples basada en el cante", reza la sinopsis de un espectáculo que narra "hechos apenas tratados por la historia y apenas asentados en la memoria colectiva, valiéndose de sucesos que vivieron personajes tanto públicos, como anónimos".
El estreno mundial de la producción tendrá lugar a partir de las 20.00 horas en el Teatro Lope de Vega y en la misma están anunciadas las colaboraciones especiales del baile de Isabel Bayón y el cante de Melchora Ortega.
En la música, compañeros de camino como el guitarrista Alfredo Lagos, el saxofonista Juan Jiménez, Alejandro Rojas Marcos con el piano y el clavicordio, Daniel Muñoz Artomático —coproductor de la versión de estudio de este trabajo— en la electrónica, y Pedro Navarro en la percusión, completan el elenco.
Música y poesía contra la desmemoria
Además, Lagos ha encomendado la dirección de escena al bailaor y coreógrafo David Coria, con quien mano a mano realizó la premiada ¡Fandango!. En la palabra cuenta con las aportaciones, entre otros autores, del poeta Antonio García Barbeito.
"Sin memoria no hay historia. Pero tampoco presente, ni futuro. Es menester contarla... o cantarla", proclama Lagos en el que probablemente sea su trabajo más personal hasta la fecha, continuación de la labor investigadora y de experimentación en el cante que ya emprendió con su anterior obra, Hodierno.
Cantes del silencio es la cuarta obra en solitario del ganador de la Lámpara Minera en 2014. Una obra de Lagos que, como reza la sinopsis, "no solo es discográfica, sino también escénica. Y tiene el compromiso como premisa, tanto en la forma, como en el fondo".
"Continuando con la senda de Hodierno, experimenta con un nuevo lenguaje musical, sonoro y expresivo a partir de las formas tradicionales del cante, que tan hondamente conoce y respeta. Pero esta vez lo elabora sobre un trasfondo narrativo", añade.
En una entrevista reciente con este periódico, el cantaor jerezano manifestaba: "Sé que tomo partido, pero son cosas que tengo que echar pa’ fuera. Es como una liberación, de esas que te dejan una gran resaca emocional". No en vano, en el nuevo trabajo que se verá por primera vez en la Bienal, que arranca este jueves, se escucharan letras alusivas a la Mano Negra, la Desbandá, el Guernica andaluz de la Sauceda, o incluso dedicadas a Sebastián Oliva, el viticultor jerezano, que fuera director de La voz del campesino, que fue asesinado a raíz del Golpe del 36.