De todos los estilos, rock and roll de los 50, pop de los 2000, Bunbury, La Granja, Celine Dion, Crystal Fighters, synth pop, grunge o Pimpinela. En CD, casete o vinilo. Para todos los gustos y colores. Palpar la esfera de policloruro de vinilo, introducirla en un tocadiscos y darle la vuelta a la carátula sigue siendo un placer para muchos. El formato físico está en auge y cada vez tiene más adeptos, pero encontrar la música de otras décadas a veces no es tarea fácil. Existe un evento itinerante donde encontrar reliquias del pasado entre cientos de grabaciones de grupos de todos los tiempos. Leo, sevillano de 46 años, y Fran, portuense de 48, proponen explorar la historia de la música a través discos, ya sean CD, single, LP, EP o maxi single, que presentan minuciosamente seleccionados por género y época.
Ellos le ponen alma a las ferias de discos que organizan en hoteles de toda Andalucía. Su última parada ha sido este domingo, en el Hotel Jerez Centro Melia, donde han vendido, comprado e intercambiado discos ya descatalogados, difíciles de hallar, o títulos más recientes que despierta la curiosidad a los nostálgicos.
“Ahora el vinilo lo compra cualquiera, antes era algo muy de coleccionista, pero a mucha gente le han regalado un tocadiscos en Navidad y les gusta tener los discos que ya tuvo en otra época”, comentan estos amigos que comparten la pasión por la música más underground y disfrutan escuchando psicodelia o garage de los sesenta.
Su afición musical les acompaña desde la adolescencia. En casa, sus padres escuchaban los temas del momento y era habitual que hubiese discos por las esquinas. “Lo hemos visto en la familia. Mi padre y mi tío los coleccionaban y me entró el gusanillo”, explica Leo.
Suena de fondo la versión en inglés de Anduriña, de Juan & Junior, dúo que pegó fuerte en los sesenta, mientras recuerdan esos cumpleaños en los que siempre caía algún disco como regalo. Poco a poco fueron empapándose de acordes y saciando su apetito musical hasta que fueron creando su propia colección a base de explorar en ferias de este tipo.
Primero, acudían como clientes y, con el tiempo, empezaron a participar como vendedores. Leo y Fran llevan más de 20 años cargando vinilos por el país y participando en ferias organizadas por terceros hasta que, hace cinco, decidieron apostar por su propio evento. “Al principio teníamos discos para intercambiar y lo hacíamos simplemente por estar en el meollo, hacernos un hueco y poder entrar a las ferias un poco antes que cualquier cliente para buscar la joya que buscábamos”, comentan a lavozdelsur.es.
Una pareja acaba de entrar en la sala preguntando por María Jiménez mientras un hombre remueve las carátulas en busca de The Primitives, una banda inglesa de indie pop de los 80. Todos los discos que reposan en las mesas proceden de colecciones privadas que alguien tenía en su casa, de tiendas que han cerrado o de mercadillos. En ocasiones, llegan a sus manos por una llamada o realizan compras por internet.
Tras dos décadas en el circuito de coleccionismo, los socios han sido testigos de la evolución de este sector y perciben que los discos están de moda. “Hay días mejores que otros, pero se ha notado que hay mucho público nuevo, sí que hay un boom, ahora se está consumiendo más”, explican siendo conscientes de que las plataformas digitales son las que mueven a las masas. “Esto siempre ha sido para una minoría, pero vemos que la minoría crece”, dicen.
Leo y Fran también notan cambios en el tipo de público y en lo que demandan. “La gente viene buscando los discos que tenían cuando eran jovencitos. Personas de entre 40 y 50 años que quieren tener lo que tenían cuando tenían 16”, comentan.
Entre CDs se remontan a las primeras ferias en las que asomaban la nariz por los estantes. “Durante mucho tiempo solo venían muchos heavys buscando rock de los 60 y 70, eran los auténticos coleccionistas. Ahora hay una vertiente nueva que busca discos más actuales, de los 80 y 90 como Nirvana o The Offspring”, señala Fran, que percibe que hay una mayor preferencia por comprar los soportes tangibles más allá de Spotify. De hecho, recientemente han incorporado el casete en sus ferias porque muchas personas les preguntaban por ellos. “Está volviendo realmente. El vinilo no se fue nunca, siempre estuvo ahí, pero a este formato no le estábamos prestando atención”, cuentan desde el hotel donde añaden que incluso existen grupos que graban directamente en cintas.
Estos veteranos de los circuitos del coleccionismo musical se mueven como peces en el agua, se documentan y utilizan con ingenio todos sus recursos para hacerse con piezas valiosas, como un álbum de Almendra, grupo de rock argentino, reconocido como uno de los más buscados del género. Bucean hasta llegar a discos inexistentes para la mayoría y a los grupos más remotos del planeta. Con orgullo muestran Strange land, strange people, un recopilatorio autoeditado con temas de grupos que lanzaron sus maquetas bajo el sello Golden Boys, creado en Peoria, Illinois, en los sesenta.
"Las bandas locales juntaban pasta y grababan sus discos allí, era la moda. Un coleccionista suizo puso a la venta un disco de Gidians bible, una de ellas, y me encantó. He estado más de 15 años buscando esos discos por internet, todo lo que salía de este sello, lo compraba. Llegué a contactar con los grupos y me mandaron material inédito", detalla Fran que quiso editar parte de lo que había encontrado para que estas canciones nacidas en lugares recónditos pudieran llegar a oídos de otras personas.
Leo y Fran, siempre abiertos a nuevas adquisiciones para ampliar su oferta, continúan su ruta, que van anunciando en Instagram y Facebook Feria del disco sur. En su furgoneta, desplazarán el material hasta Sevilla, donde tendrá lugar la próxima feria el domingo 3 de marzo de 11.00 a 20.00 horas en el Hotel NH Plaza de Armas. Después, se trasladarán al Hotel Familia Conde, donde montarán el evento el domingo 10 de marzo.
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