Goya en Granada 2025: Richard Gere, influencers, cabezones vandalizados y los peligros del "telón de fondo"

La capital nazarí acoge la gran noche del cine español después de una semana entre el fenómeno fan con el actor americano, la crítica a la falta de apoyo al tejido audiovisual local y la sensación de ser, nuevamente, un "escaparate"

Autoridades en la alfombra roja de la gala de los Goya 2025, celebrada anoche en Granada.
09 de febrero de 2025
Actualizado a 10 de febrero de 2025

Exterior día. Un hombre se baja a fumar un cigarro en el descanso de la mañana de oficina en el centro de la ciudad. Es viernes. Y empiezan a pasar, cada minuto, a tiempo y casi compás de cada calada, furgonetas negras con cristales tintados. De vez en cuando algún coche de Policía. Cruzando la calle, una mujer de unos 30 años se disculpa por llegar tarde por el tráfico a la cita en la terraza. De fondo, ruido de maletas. Los dos dicen la misma frase: No sé lo que pasa hoy".

Granada lleva más de una semana así, latiendo exponencialmente distinta hasta este sábado, cuando se celebren, en el Palacio de Congresos, la gala de los Goya 2025. La gran fiesta del cine español ha vuelto a moverse en el mapa para celebrar el evento, esta vez en la ciudad de la Alhambra, poco acostumbrada a tantísima atención mediática y recibimiento de estrellas cinematográficas. Al menos, todas tan de golpe. 

Los hoteles rozan el lleno técnico. Se han reservado 16.000 plazas hoteleras y alrededor de 4.000 pisos turísticos. El 90% de ocupación. El telón de fondo de la capital nazarí se va llenando poco a poco con imágenes que, los dos protagonistas de la primera escena, quizás, ignoran. Es lo que tienen las ciudades medianas, entre el espíritu de pueblo y correveidiles y la distancia suficiente por si no quieres enterarte.

En la Alhambra, nada menos que Richard Gere acumulaba decenas de curiosos en su visita a la joya patrimonial granadina. Fotógrafos, periodistas y representantes institucionales. Y flashes y clicks de cámara. Móviles en alto. El protagonista de títulos inolvidables como Oficial y Caballero, Pretty Woman, Bailamos, Siempre a tu lado y un sinfín de películas clavadas en el imaginario de generaciones.

Este pasado sábado por la mañana tuvo también un encuentro "exclusivo con granadinos" y de nuevo la misma imagen de aglomeración a las puertas del teatro Isabel La Católica. Pocos metros más a lo largo de la Carrera de la Virgen, que lidia en zona con el edificio, se encuentra el Palacio de Congresos, donde se celebrará la gala. 

Son pequeños brochazos de la cultura cinematográfica en un paisaje, el granadino, que llaman la atención a los vecinos. Aparte de las típicas quejas por los cortes de tráfico que se están llevando a cabo, la mayoría lo celebra como algo positivo. "Es bonito que vengan aquí", señala una señora de refilón al ver el mogollón de gente a las puertas del teatro. Richard Gere se sube en el coche que lo ha traído para dar un saludo general.

Marifrán Carazo, alcaldesa de Granada, con la influencer Chiara Ferragni.

Si era la gran fiesta del cine español, el actor americano, ahora residente en Madrid, se ha llevado buena parte del protagonismo. Sus declaraciones en pleno marco monumental de la Alhambra y el Palacio de Carlos V sobre la llegada de Trump al poder y la influencia de Sillicon Valley, a los que calificó de "payasos, inmaduros y narcisistas" y su crítica a la gestión irresponsable "para el país y para el planeta" chocan en trascendencia con un viernes de tapas, chavales saliendo del colegio y jubilados dando un paseo con los últimos rayos de sol de la tarde. Para los granadinos, Granada es el centro del mundo y, este fin de semana quizás es lo más parecido a que realmente lo sea. 

Entre la promoción turística y un sector audiovisual olvidado

Con todo, el evento dejará una proyección de 84,5 millones de euros en los bolsillos locales. La inversión del Ayuntamiento fue de unos 3,3 millones de euros. La campaña turística no tiene precio. E incluso en empleos se han generado unos 600 a partir del evento. El sector granadino audiovisual, en todo caso, no es, a pesar de que se trata de la edición con más locales nominados y una de las principales candidatas a ganar el Goya a Mejor Película se haya filmado aquí, Segundo Premio —finalmente fue un premio ex aequo para El 47 y La infiltrada—, ni mucho menos tiene la relevancia como para considerar a Granada una "ciudad del cine".

Más allá del Bienvenido Mr Marshall que supone estos días, en este sentido, Juan José Feria, investigador de la Universidad de Granada en el departamento de Comunicación, apunta a una sensación agridulce. Por un lado, "la alegría de ver movimiento"; por otro, el peligro de que la capital nazarí vuelva a ser ese "telón de fondo", ese "paisaje" y maravilloso "escaparate" para los grandes eventos que luego no calan en la ciudad. "Me sorprendió que eligieran a Granada para la gala. Y el hecho de que se anunciaran los nominados por primera vez fuera de la Academia con la Alhambra de fondo, no deja de chirriar por lo que pasa muchas veces. Lo importante es lo que va a ocurrir el lunes".

Feria se refiere al famoso día después. Tras el revuelo de la alfombra roja, se dará la paradoja de que buena parte de las películas que copan estos premios apenas se podrán ver en sus cines (solo hay dos en la capital tras un cierre paulatino de los otros muchos que hubo hace dos décadas). No es solo una cuestión de cartelera. El sector del audiovisual apenas tiene oportunidades de prosperar. El propio Feria forma parte del colectivo audiovisual Myopia, pero no es su principal ocupación. La apuesta cacareada por el Ayuntamiento por la "Cultura que respira por los cuatro costados", tal y como ha señalado la alcaldesa estos días, palidece, sobre todo en el sector del cine. 

"Es cierto que se están moviendo cosas, pero no tiene nada que ver con lo institucional. Todos mis amigos han intentado desarrollar su carrera artística aquí y se han tenido que ir a Madrid o Barcelona. Y, si bien ahora hay trabajo, a veces, con producciones que vienen a grabar a Granada (el rodaje de The Walking Dead esta misma semana sin ir más lejos), no hay posibilidades de desarrollarlo desde aquí". Granada, en general, apunta el investigador, tiene una cultura underground que sobrevive más a pesar del Ayuntamiento, que gracias a él. "Esto ha sido siempre así", recalca. 

La propia agenda del consistorio en este aspecto acaba por estar más enfocada a la promoción de la ciudad en términos turísticos y la todavía difusa candidatura como Capital Cultural Europea para 2031. La recepción de la influencer italiana Chiara Ferragni, que poco tiene que ver con cualquier política cultural o promoción del cine como tal, por parte de la alcaldesa Marifrán Carazo da buena prueba de ello. 

Cabezones pintarrajeados y trenes que vienen y van 

Esta percepción crítica ha llegado al punto de que los cabezones de Goya que se han instalado en la capital para la cita han sido incluso vandalizados, dando una de las imágenes de la semana. "Los protagonistas de Granada: su gente" era el cartel que adornaba una de las enormes estatuillas instaladas en el centro, esta también ataviada con una suerte de mascarilla y pintada en la frente la frase "No podemos respirar", en alusión al endémico problema de Granada como tercer ciudad con el aire más contaminado de España. La acción fue reivindicada por Fridays for Future, conocido por otras acciones del estilo en otros lugares del mundo en museos y patrimonio. 

Lo cierto es que una vez todo pase, ya no habrá ni furgonetas negras ni cristales tintados y los mismos problemas de la ciudad seguirán ahí. En cuanto a los actores y actrices y demás estrellas mediáticas del cine, pasaran de los AVE a su hotel este mismo sábado, con el tiempo para ir a la gala, donde más allá de los nominados, tampoco habrá una presencia granadina en los actos musicales, y luego se irán. Lo que se dice, quitando lo económico, a fin de cuentas, una anécdota.

Sobre el autor

Álvaro Holgado

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