El mundo del flamenco arranca 2025 con una terrible pérdida. A los 82 años, fallecía en la noche de ayer Eduardo Serrano Iglesias 'El Güito' en su domicilio de Collado Villalba en Madrid, dejando un vacío irreparable dentro del mundo de lo jondo, sobre todo en la disciplina del baile, donde era considerado como uno de los sus más grandes embajadores.
Bailaor madrileño que inició su trayectoria profesional desde pequeño, en el barrio del Rastro — donde su madre vendía lotería—, pronto mostró sus habilidades haciéndose valedor de importantes reconocimientos como el premio para artistas infantiles que convocaba el Teatro Madrid, galardón que le sirvió para impulsarse de forma definitiva al mundo de arte, la danza y el flamenco.
Con solo 16 años se alzaba en París con el premio Sarah Bernhardt del Teatro de las Naciones, después de su proceso formativo junto a La Quica o Antonio Marín — sus dos grandes maestros— y fue la propia Pilar López, nada más y nada menos, quien le dio el espaldarazo definitivo para hacerlo 'El Rey de la Soleá'.
Dentro de su trayectoria profesional, destaca sobremanera el trío que conformó junto a Mario Maya y Carmen Mora —antes de independizarse en solitario— y, de entre sus muchas creaciones, destacan Madrid Jondo (1995) o Puro Jondo (1999), además de otros reconocimientos como el premio Calle de Alcalá que le concedió el Ayuntamiento de Madrid en el año 1996.
Con la muerte de 'El Güito', se da por cerrada a una generación dorada que revolucionó el mundo del baile flamenco masculino en la segunda mitad del siglo XX y del que forman parte, entre otros, Rafael 'El Negro', Antonio Gades, Mario Maya, Farruco o Manolete y que, junto con el 'El Güito', protagonizaron innumerables noches de gloria jonda en espacios escénicos de todo el mundo.
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