Artistas, peñistas y especialistas han expresado su rotundo rechazo a la Ley del Flamenco que prepara el Gobierno de la Junta que preside Juan Manuel Moreno Bonilla. La pandemia ha sido el colmo para la agónica situación que sufre el sector. Sacar ahora de la manga una norma para la que, según denuncian los aludidos, no han contado con nadie ha sido el puntillazo para poner al desnudo la vergonzosa gestión de un arte Patrimonio Inmaterial de la Humanidad que tiene su foco principal, bajo protección del Estatuto de Autonomía, en Andalucía.
Esta semana, el pasado lunes 15 de noviembre, víspera del Día Internacional del Flamenco, con motivo de la celebración del onceavo aniversario de su proclamación como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la Unesco, el presidente de la asociación Flamenco Siglo XXI, Pedro Peña Dorantes, Pedro María Peña, acompañado por del socio de honor José Fernández Torres Tomatito asistieron a una mesa redonda organizada por la Sociedad General de Autores de España, que tuvo lugar en la sede del Instituto Andaluz del Flamenco, dependiente de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, dirigido por Cristóbal Ortega, quien a su vez actuó como moderador del acto. Asistieron también Juan Carmona Amaya, presidente de la Comisión de Flamenco de la SGAE, y la bailaora Ana Morales, tesorera de Unión Flamenca.
En dicho acto, entre otros asuntos de interés general, se pudo tratar con profundidad el controvertido Anteproyecto de Ley del Flamenco de Andalucía. Los representantes de la Asociación Flamenco Siglo XXI, el guitarrista, productor y compositor Pedro María Peña y el maestro Tomatito, expusieron una vez más su malestar tanto con los procedimientos escogidos para la elaboración de la Ley, al igual que con el contenido de la misma.
A estos efectos, según un comunicado de la asociación, manifestaron su rechazo por el trato "vejatorio e inexistente" que la citada Ley da a los profesionales del sector (creadores y creadoras, artistas ejecutantes, coreógrafas/os, y letristas), lo que "contradice el mandato del Plan Nacional de Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, así como el de la propia Unesco, en los que se legisla sobre la obligación de contar con la opinión de los profesionales del sector e incluirlos en los órganos de decisión gubernamentales".
Los miembros del Consejo Asesor de Flamenco, nombrados por la administración pública andaluza, y supuestos ideólogos de la citada ley, volvieron a mostrar el más absoluto desinterés por estar, atender y conocer de viva voz, la posición de nuestra Asociación, siempre en defensa de “todos” los profesionales del Flamenco.
"Ante nuestra insistencia por mantener una reunión con los ausentes miembros del Consejo Asesor de Flamenco, Cristóbal Ortega se comprometió delante de todos los presentes, muy especialmente con nuestro socio de honor José Fdez. Torres Tomatito, a propiciar un encuentro en el que debatir la Ley y podérseles transmitir nuestras observaciones personalmente, como venimos reclamando repetidamente desde hace tiempo", han explicado.
El maestro Tomatito, según relatan algunos de los presentes en el acto —donde estuvieron las dos asociaciones de artistas flamencos que existen, Unión Flamenca y Flamenco Siglo XXI, de la que es socio de honor el propio guitarrista— hizo hincapié en el estado de abandono en el que se encuentran los artistas veteranos e, igualmente, aseguran las mismas fuentes presentes en el acto, fue muy duro en sus palabras contra los responsables de la gestión pública del flamenco. Sin embargo, pese a lo recogido por este periódico en una versión inicial de este artículo, el propio Tomatito ha contactado con lavozdelsur.es para negar que sus palabras estuviesen dirigidas contra la Junta de Andalucía y sí contra plataformas como YouTube a la hora de abonar las ganancias que se obtienen con las reproducciones de las obras artísticas.
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