Hablamos con Evaristo Montaño, gerente de esta nueva librería de la ciudad.
Doblando la esquina de la calle Granados, un nuevo local llama la atención de los peatones. Evaristo Montaño, dueño del mismo, abre el contenido de algunas cajas mientras saca con cuidado algunos de los libros que ofrece al público. Cuidadosamente colocados en las estanterías, La Luna Vieja es el nuevo establecimiento literario que tiene el centro de la ciudad. Como un hermoso satélite de La Luna Nueva, la libreria de novedades de su hermana Nati Montaño, este espacio también aspira a convertirse en un referente cultural en el centro de Jerez.
No es una librería al uso, ya que en su interior se pueden encontrar algunas joyas de la literatura que han pasado por las manos de muchos lectores o incluso antiguas publicaciones que son complicadísimas de encontrar. Evaristo Montaño es el gerente de este local reconvertido en librería tras haber sido con anterioridad un gimnasio. “Hay que cultivar tanto el cuerpo como la mente. El cuerpo se fortalece con el ejercicio, pero la cabeza hay que enriquecerla con la lectura”, asegura. Pintor, escritor, soñador lúcido como él así mismo se llama, comenzó a involucrarse en la lectura gracias a los cómics cuando era joven, una pasión literaria cultivada en familia.
La Luna Vieja cuenta con más de 200 metros cuadros en los que habitan más de 5.000 volúmenes literarios además de contar con un espacio para la realización de exposiciones o recitales. “Me gustaría que este local fuese un referente cultural en Jerez La ciudad cuenta con bastantes librerías, pero porque haya una más no pasa nada. Este establecimiento ofrece literatura antigua, trabajos que también tienen su encanto. Creo que los libros usados incluso tienen más que decir que los libros nuevos porque cuentan las vivencias de quien los ha tenido antes”.
Desde pequeño siempre fue un gran coleccionista de cómics, una colección que no vendería "por nada del mundo". Mientras que su mente juega constantemente con la imaginación, sus manos han pintado algunas de las obras surrealistas que acompañan a las paredes del local. “Cuando pintaba me di cuenta de que era un cuentista. Empecé a hacer talleres literarios con Mauricio Gil Cano y mi hermana me animó a dar el paso con esta librería. En casa teníamos muchos libros y creo que este sitio es un buen lugar para ellos además de para que la gente pueda disfrutar de la literatura”.
La Luna Vieja es un espacio ideal donde se pueden realizar talleres y exposiciones. Un local que cuenta no solo con los libros como elementos principales sino también con un hermoso patio interior.