Lydia Pinilla Jiménez del Barco (Jerez, 1998) es graduada en Farmacia y apasionada de la ciencia. Algo completamente compatible con sentir una gran atracción hacia el mundo de las letras. Tanto es así que acaba de publicar su primera novela, Luzalba, donde el misterio, el amor y los valores de la familia se funden con Jerez y Cuba como escenarios.
Su trabajo está en la farmacia de la calle Porvera, pero le tira el mundo literario desde siempre. Para la Universidad de Sevilla ha escrito artículos de índole farmacéutica y de divulgación científica. "Siempre me ha gustado escribir y desde bastante pequeña he tenido blogs de literatura y he ido publicando relatos, he estado comentando reseñas y participando en foros. Pero yo soy farmacéutica, me gusta mucho mi trabajo y todo lo que es la divulgación", explica.
Comenzó a trabajar en Luzalba durante el confinamiento y la ha ido madurando durante tres años hasta que ha visto la luz, aunque de un modo casi accidental porque no pensaba publicarla: "Es una novela que he escrito para mí y para que estuviera contenta con ella, aunque suene un poco vanidoso. Mi idea nunca fue publicarla, pero te pones a hablar con familia y con amigos, les comentas que has escrito un libro y empiezas a difundirlo para que lo lean tus amigos, tus padres y tu pareja. Son ellos los que me animaron a publicarla. No está pensada para encandilar a un público concreto".
Ahora que la novela está a la venta, Lydia reconoce que sí le apetece que tenga repercusión para saber cómo es la reacción de los lectores: "Desde que lo publiqué sí que me gustaría que llegara a mucha gente y he estado intentando difundirla que la gente la lea y que me den su feedback. Quiero que me cuenten qué es lo que le hace sentir lo que escribo. Es interesante saber lo que piensa la gente de de tus historias o de tus ideas".
La historia de Luzalba se desarrolla en Jerez y en Cuba. Su relación con la ciudad donde nació ha ido cambiando con el paso del tiempo: "De adolescente, cuando empecé a escribir, tenía clarísimo que me iba a ir de aquí porque no quería estar en Jerez. Conforme me he ido haciendo mayor, ha sido al revés. Tenemos una cultura magnífica, unos vinos, una esencia que emociona y a partir de ahí ha sido ir cultivando el conocimiento en lo que significa el vino para Jerez. La vinicultura está relacionada con la química y la química está relacionada con las farmacias. Es un nexo de unión bastante interesante entre lo que me dedico profesionalmente y lo que me lo que me da un poco de vida por las tardes".
No quiere la autora que se encasille la novela en ningún género en concreto porque hay muchos elementos que se entremezclan en su narrativa: "Hay un poco de todo. Es ficción, es histórica porque desarrolla se desarrolla a finales del siglo XIX, primeros del XX. Tiene un gran peso la historia de amor, pero es algo más porque al final estamos tratando también temas del estilo de la familia, de la importancia de conocerse a uno mismo, de conocer tus raíces. Es una novela un poco familiar y hay un misterio, una historia por debajo de las palabras que se va desarrollando desde el primer capítulo, desde la primera palabra hasta la última".
Para dotar a la historia de los recursos necesarios de credibilidad histórica se sumergió en la época a través de informes y de periódicos de la época, además de trazos tomados de su TFG, que sirvió de inspiración para la inclusión del mundo científico en la novela.
Aunque Jerez está de fondo en Luzalba, Lydia no ha querido encorsetar las escenas a zonas concretas de la ciudad: "Hay una panadería con muchoa años y el libro transcurre ahí, pero no sale ninguna calle en concreto. Es más que nada la campiña y salen algunas partes de Cádiz. No he querido decir nombres porque me parece importante que la gente imagine lo que se describe a su manera, que cada mente elabore un paisaje".
La novela fue publicada a través de Amazon y ya tiene en mente nuevas propuestas para seguir profundizando en el mundo editorial: "Tengo un par de ideas y una de ellas está bastante desarrollada, De hecho, tengo bastantes páginas escritas. No voy a dejar de escribir".
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