La maestra bailaora y coreógrafa jerezana María del Mar Moreno (1973) ultima el estreno de su nuevo espectáculo Memoria Viva, que presentará en el Teatro Central de Sevilla este próximo lunes 14 de septiembre con ocasión de la XXI Bienal de Flamenco.
La bailaora celebra dos décadas de espectáculos con su propia compañía. “Este espectáculo es muy simbólico para mí. Han pasado 20 años desde que empecé con mi compañía y este es el décimo espectáculo que presento. Además, es la primera vez que nos presentamos juntos con toda la compañía desde el confinamiento". Y en la Bienal, uno de los grandes escaparates del flamenco en el mundo.
María del Mar Moreno mira hacia atrás en este año complicado para el mundo artístico. “2020 debía ser un año muy bueno para nosotros, teníamos actuaciones programadas en todo el mundo, pero todo ha sido cancelado a causa del covid. Afortunadamente podemos hacer lo previsto para la Bienal de Sevilla. Así que estamos muy emocionados por hacer este espectáculo. Los aforos han sido limitados, por supuesto, pero estamos deseando ver al público de nuevo. Vamos a darle la misma energía como si fuera para una persona".
Elu de Jerez y Saura Malena junto a María del Mar Moreno en un ensayo de 'Memoria viva', en días pasados. FOTO: CANDELA NÚÑEZ
Para preparar este estreno, toda la compañía ensaya en el Teatro Villamarta de Jerez, un lugar que María conoce muy bien por haber bailado allí innumerables veces. “Ensayar en el Teatro Villamarta es mágico para mí. Ya me conmueve mucho en una situación normal. La primera vez que vine aquí cuando tenía 6 años, ya me emocionaba mucho ver los espectáculos y la primera vez que bailé en este teatro fue en el Festival de Jerez cuando tenía 23 años".
María explica el origen de este nuevo montaje, de este deseo de abordar la cuestión de la memoria. “Antes de la epidemia, tenía la intención de hacer un espectáculo sobre la importancia de la mujer en la historia del flamenco. Pero con todas las cosas que he vivido desde el confinamiento, con la soledad, con la enfermedad de mi madre, todo ha cambiado. Durante el confinamiento he pasado mucho tiempo con ella porque tiene Alzheimer y no está mejorando. Cuando estaba cuidando a mi madre, intenté ponerle películas o música, pero ella no quería nada. Pero cuando le puse el cante y los espectáculos de flamenco, fue como si se conectara a la realidad como por arte de magia. Mi madre está perdiendo la memoria, pero si estoy viva, su memoria continúa conmigo".
“No era un momento de reivindicación. Necesitaba reunirme con mis amigos, con la compañía. En este momento, comprendí la importancia de la memoria colectiva. Sentía la necesidad de compartir en un grupo, la soledad es terrible. Para mí es muy importante el valor del colectivo. La individualidad es una cosa, pero siempre debemos ser conscientes de que pertenecemos a un colectivo".
Otro momento de la entrevista con Moreno. FOTO: CANDELA NÚÑEZ
Para este estreno, María del Mar Moreno puede contar con un elenco artístico de altísimo nivel, con Antonio Malena, Dolores Agujetas, José de “Los Camarones”, Elu de Jerez, Saira Malena, Antonio El Tolo, José El Berenjeno. A las guitarras estarán Santiago Moreno y Malena Hijo. “Lo hice naturalmente, pero aquí somos una familia”, explica la bailaora. Ale de Gitanería y Javi Peña se encargan de las palmas y percusiones. Finalmente, la infancia está representada por el cante y el baile de Rocío Carrasco y de Manuel Jiménez.
María del Mar Moreno cuenta su deseo de volver a los fundamentos del cante y del baile y de olvidar el ego artístico. “Es normal que como artistas siempre deseemos innovar y evolucionar, es el ego artístico. Pero no me sentía con esta necesidad de hacer teatro, de contar historias muy contemporáneas, muy intelectuales. Necesitaba volver al origen, a mis bailes de siempre, a la niña escuchando el cante".
Otro instante del ensayo. FOTO: CANDELA NÚÑEZ
“Necesitaba volver a esas mujeres de la que vengo, a esos hombres también que cantan cosas de la Sierra gaditana, cosas del barrio de San Miguel... Son cantes y bailes que me han acompañado siempre. No necesitaba innovar sino volver a enamorarme de toda esta memoria viva. Cada uno de nosotros, somos herederos naturales de una memoria que continua viva".
La bailaora evoca la paradójica dificultad de hacer cosas simples. "Quería volver a la sencillez. Pero las cosas simples son en realidad las más difíciles. Como bailaora, me doy cuenta de que siempre queremos hacer coreografías complicadas que nunca paran. Mientras que tenemos que tomar pausas, escuchar a los demás, estar en silencio. No debemos tener miedo de pararnos. A veces los silencios dicen más que muchas palabras".
La compañía, días antes del estreno. FOTO: CANDELA NÚÑEZ
"Quería volver a la edad de la inocencia. Cuando eres un niño, haces las cosas de forma natural. Un niño no hace preguntas, hace las cosas. Eso es lo que quería transmitir. En este espectáculo quiero ser la niña que echa de menos a sus padres y a la que le gusta bailar.”
"El niño que fuiste, nunca te abandona", afirma la bailaora. “Durante el confinamiento, me he reencontrado con la niña que fui a través de mi madre. Tengo la angustia que mi madre no se recuerde de mí. Hoy, si le hablo como una niñita, le está haciendo bien. Tengo la misma sensación cuando bailo aquí, de ser una niña que se maravilla de nuevo del talento de sus compañeros. Eso es lo que quiero compartir con el público. Solo deseo ser María la niña que ama bailar con su familia".
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