El Museo de Arte Contemporáneo de la dehesa de Montenmedio, en Vejer, es el más grande al aire libre del mundo. Se trata de un proyecto privado que nació de la mano de la familia Blázquez. Antonio, el patriarca, decidió retirarse de su Cádiz natal y mudarse a un lugar más tranquilo junto a su mujer y su hija.
Antiguamente, Montenmedio era una zona militar. Cuando el servicio militar desapareció esta familia que se dedicaba al coleccionismo de obras de arte adquirió un espacio de 30 hectáreas que dedicaron a instalar la Fundación homónima.
Rocío Gutiérrez, responsable de la fundación y encargada del área de comunicación cuenta a lavozdelsur.es que en 2001 Jimena, la hija de los Blázquez, decidió montar un parque de esculturas al estilo de los que comenzaban a florecer por toda Europa. Con ayuda de diferentes fundaciones, especialmente Wanas, de Suecia, consiguió crear un parque de esculturas al que invitó a diferentes artistas consagrados dentro del arte contemporáneo.
"Crecí en un lugar donde se respiraba arte. Mis padres tenían obras de arte en casa y visitaban estudios de artistas. Poco a poco fui descubriendo que mi pasión era entender ese lenguaje, lo que me llevó a querer formar parte de ese mundo y ayudar a los artistas de mi generación", ha llegado a admitir Jimena Blázquez.
Estos grandes artistas venidos de todo el mundo se imbuyeron de la tierra, el mar, el aire, las personas y las realidades sociales que rodean a la provincia de Cádiz para crear sus obras. "Es algo habitual en el arte contemporáneo que los artistas no traigan las obras para exponerlas, sino que las obras surjan a partir del lugar donde están sus creadores".
Montenmedio, 360: "Podemos encontrar obras que representan el sol de la provincia, pero también los dramas humanos"
Así, como indica, "podemos encontrar obras que representan el sol de la provincia, otras que reflejan su cercanía al mar pero también los dramas humanos como la inmigración que está tan cerca de aquí, en el Estrecho, o la violencia de género que es un mal de todo el planeta".
En una línea idéntica se mueve la fundadora del museo, que admite que "mi objetivo es plantear un reto a los artistas, sacarles de su contexto habitual del cubo blanco, las galerías y los museos, y enfrentarles a entablar un diálogo más potente con el entorno, en este maravilloso escenario de la dehesa, donde se da un cruce de culturas, de mares y de continentes".
Al igual que en 2001, en 2006 y en 2012 se repitieron estas reuniones en las que se congregaron importantes nombres del panorama artístico mundial pero también jóvenes promesas del mismo, ya que uno de los compromisos de la fundación es precisamente "otorgar a los nuevos valores que están asomando la cabeza un espacio donde puedan darse a conocer, permitirles que se fogueen y que demuestren lo que son capaces de hacer".
El maravilloso contexto geográfico y multicultural de la provincia de Cádiz resulta altamente inspirador y como muestra están cada una de las obras expuestas. Un aspecto curioso a destacar es que cuanto los artistas vienen a Montemedio no saben qué van a tener que hacer. "No es que no sepan lo que van a crear, es que no conocen ni el formato en el que van a trabajar. Pueden acabar haciendo una escultura, pintando un cuadro, sacando una foto... nunca se sabe", explica Rocío.
Es la magia de un lugar que atrapa desde el momento de llegar. Las primeras esculturas combinan a la perfección con la exhuberante vegetación. Los caminos de tierra flanqueados por grandes pinos, encinas y alcornoques van dirigiendo al visitante para conocer cada una de las muestras que componen este gran museo dividido en tres partes, una dedicada a las esculturas, otra, la de los barracones, que utiliza esta construcción militar para recordar lo que otrora fue toda la zona, y la cantera, un espacio rocoso en el que se encuentra la obra de Marina Abramović, Nidos humanos, horadada en la propia piedra y desde la cual se puede ver toda la comarca de La Janda y la costa.
El hogar de obras únicas en España
Pero vayamos por partes, el parque de esculturas es el más amplio. En él se encuentran 11 obras repartidas por el bosque y que juegan con la naturaleza para crear pequeños lugares únicos para el visitante. Entre todas podemos destacar Second Wind, la única obra de James Turrell que está expuesta en España, una gran estructura hueca que se encuentra encajonada dentro de otro gran cubo con el techo abierto para contemplar el cielo mientras se escucha correr el agua por sus canales.
Al igual esta, también se pueden destacar otras esculturas como Impresión del cielo, de Gunilla Bandolin, un pequeño anfiteatro de piedra blanca con agua en su interior que permite ver el reflejo de las nubes y de los árboles que lo rodean, Plansone Dutty Free, de Pascale Marthine Tayou, que destaca por su tamaño y que muestra a gran altura una serie de elementos de lo más diferentes que quedan suspendidos sobre las cabezas de los visitantes o El Puente, de Shen Yuan, una preciosa obra cargada de color y simbolismo que refleja la arquitectura oriental y cuya finura contrasta con lo robusto del entorno.
Completando un recorrido circular los visitantes acaban llegando de nuevo a la zona de recepción, que se encuentra junto a los barracones. Cada uno de ellos es un mundo diferente, en su interior pueden encontrarse exposiciones fotográficas, muestras de coches de épocas pasadas e incluso un hamman árabe al que no le falta un detalle y que pide a gritos parar momentáneamente la visita para relajarse oyendo el fluir del agua por sus canales.
Por último aparece la cantera, un espacio al aire libre donde los artistas han hecho uno su obra con los elementos naturales que han encontrado a su paso. Es la zona más pequeña de las tres pero también la que ofrece unas vistas más imponentes de toda la sierra.
El compromiso de educar a las nuevas generaciones
Uno de los grandes objetivos de la Fundación Montenmedio es atraer a las nuevas generaciones al mundo del arte, especialmente al contemporáneo que "a veces es difícil de digerir". Por este motivo se han esforzado por trabajar con materiales didácticos y con una web atractiva para los más pequeños que "ha obtenido grandes resultados".
"Nosotros trabajamos en acostumbrar a los futuros visitantes de los museos a este nuevo lenguaje", indica Rocío, quien añade que "también aprovechamos para inculcarles a ellos y a sus padres la importancia de respetar y preservar el medioambiente". Se trata de una tarea de doble cara que llevan ya realizando bastante tiempo y que va dando sus resultados.
La idea de los gerentes del Museo de Montenmedio es costruir próximamente una residencia para que los artistas nacionales e internacionales puedan quedarse en este entorno durante todo el año para trabajar y para estudiar, generando un flujo incesante de personas durante todo el año. "Estamos intentando convencer a las instituciones para que nos ayuden económicamente", señala la responsable de la fundación.
Queda claro, pues, que el compromiso adquirido por esta entidad privada con el fomento del arte contemporáneo y la puesta en valor de las maravillas de la provincia de Cádiz es total. Resulta chocante que muchas personas que lo tienen tan cerca no sepan de su existencia, pero poco a poco Montenmedio se está situando como lo que es, una referencia artística no solo a nivel provincial, sino también en Andalucía.