Una defensora a ultranza de la tradición
Mercedes Ruiz (Jerez, 1980) es una artista que mantiene un idilio con el Festival de Jerez desde que en 2003 estrenara en el Teatro Villamarta el espectáculo Dibujos en el aire. Quien durante otro tiempo fuera cursillista, en ese año se destapaba como un auténtico valor en alza en un momento donde la danza y el baile flamenco comenzaban a tomar uno de sus puntos de inflexión más importantes de los útlimos tiempos y que perdura hasta hoy en día.
Han pasado más de 20 años — y muchos espectáculos— en los que su progresión y experiencia en los espacios escénicos de todo el mundo la han refrendado como una de las bailaoras de referencia en el género. Junto a ella, en la Casa del Vino, conocemos en profundidad cómo será el espectáculo con el que va a participar este año en el 28 Festival de Jerez, para el que ha contado con el toque de Santiago Lara, el cante de David Lagos, el baile de José Maldonado en calidad de artista invitado y de Antonio y Manuel Montes Los Mellis en las palmas y las percusiones.
Pues lo hemos llevado a cabo con mucha responsabilidad y estamos ya con muchas ganas de pisar las tablas de nuestro Teatro Villamarta, al que le tengo un cariño súper especial. Y también de estar en el Festival de Jerez. Empecé como alumna en los cursillos y he crecido como artista, o sea, le tengo un cariño especial.
Todos, todos. Es un escaparate que siempre nos ha abierto las puertas a todos los jerezanos que, gracias a Dios, nos dedicamos a esto. Siempre nos han brindado la posibilidad de estar dentro de la programación, de una manera u otra.
Es un escaparate muy importante y muchas alumnas que vienen ven tu trabajo y luego a lo mejor lo quieren llevar a su país. O sea, que no es solo los programadores. También hay en menor escala o medida personas que no son programadores, pero que organizan cosas en su ciudad y entonces es un escaparate mundial para todo.
Pues es una sucesión de baile flamenco. Como una colección. Es una visión sensible de la danza, una mirada en profundidad. La expresión como lenguaje universal. Es una reverencia al pasado. Soy la primera que estoy siempre reivindicando a la tradición. Buscamos muchas personas en el presente e identidad para el futuro.
Yo creo que eso lo da la edad, la experiencia y la madurez. Te da esa fuerza como para decir me quiero enfrentar a esto, me quiero enfrentar a mi baile más desnudo, a mi verdadero yo. Pero en este espectáculo cuento con la colaboración de José Maldonado hacemos y reivindicamos mucho el baile en pareja. Esos baile de Antonio del pasado. Trabajamos mucho esas expresiones. Buscamos esa expresión de esos maestros, para luego llevarlo un poco a nuestra manera de respirarlo, a nuestra manera de entenderlo, por así decirlo.
Ha sido complejo, aunque al final la encuentras. Vas buscando a Gades, por ejemplo, de la que yo soy fan número uno y lo he estudiado muchísimo por video y ya sabe uno donde tiene que buscar para encontrar esas referencias. Aunque te he de reconocer que no es fácil.
Y el cante de David Lagos. Con los que empecé mi primer espectáculo en 2003.
No soy la misma Mercedes de 23 años, que se subió al Teatro Villamarta con Dibujos en el aire, pero sigo con la misma ilusión. No soy la misma porque la experiencia y el trabajo con Paco López me ha aportado muchísimo a mi forma de entender y de ver la danza. Entonces, si vas trabajando y vas adquiriendo vocabulario para tu baile, el resultado es que vas creciendo.
Es una danza porque el flamenco es grande. O sea, bailar por seguiriyas o bailar por soleá es una señora danza. La danza tiene hoy día una plataforma y un escaparate grandísimo. Y en muchos sitios. Creo que hay mucho público para para el baile flamenco, para la danza flamenca y ya depende de lo que el artista quiera exponer. Por lo que me preguntas, la danza caminará. por donde cada artista lo lleve. Y lo dejen llevar también, porque hay espectáculo que funcionan y no lo programan. Que ese es otro debate también.
Si te hablo de Romancero del baile flamenco me gusta el color que está cogiendo y, sobre todo, porque el cante que nos aporta David Lagos es precioso. El es un gran artista y, además, un gran aficionado, un investigador que yo conozco a pocos en Jerez.
Después del estreno en Jerez, también vamos a estar en la Sala Roja de los Teatros del Canal en Madrid, por ejemplo, aunque también estamos con otros espectáculos en marcha en otros lugares.
Yo creo que como lo piense no me sale. Como intente recordar la pieza que viene detrás de otra, no me acuerdo. Me tengo que dejar llevar, si me dejo llevar fluye, pero como salga en un número que diga este giro es a derecha ya no me sale. O sea, me tengo que dejar llevar, si no imposible.
Yo me he propuesto este año que se conozcan a todos los profesionales, aunque este espectáculo sea de formato pequeño. Vienen conmigo Marcos Serra en las luces y José Amosa en el sonido. Junto a ellos, mi marido Santiago Lara, David Lagos y José Maldonado es con quienes hemos desarrollado todo. Es mi gente, con la que me siento segura y con la que hemos hecho este espectáculo que tiene, más o menos, una hora y diez de duración porque como dice Paco López menos, es más.
Y este año, además, he tenido la suerte de poder contar con Los Mellis para las percusiones. Que tenía muchas ganas y es muy difícil cogerlos con la agenda libre.
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