Con el ánimo de defender, actualizar y reivindicar la ópera de cámara como un género vivo y ávido de proyección al futuro, el Teatro Lope de Vega y el Teatro de la Maestranza de Sevilla ponen en marcha La Mujer Tigre, la primera coproducción entre ambas instituciones cuyo estreno absoluto -los próximos 12 y 13 en el Lope- ha sido presentado hoy en rueda de prensa por el alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz; el director del Lope de Vega, Carlos Forteza; el director general del Maestranza, Javier Menéndez; y el elenco protagonista junto al equipo artístico.
"La coproducción ha apostado por una propuesta de riesgo e investigación"
La mujer tigre es una ópera que en cuanto a voces, tiene voz de soprano lírica y una voz de una cantaora flamenca, los dos lenguajes están en convivencia porque hay música contemporánea pero con compases flamencos y, por otro lado, la cantaora flamenca canta dentro de un contexto operístico. "La coproducción con el Maestranza ha apostado por una propuesta de riesgo e investigación en la que todas las personas que participamos tenemos mucha experiencia haciendo lo que hacemos, pero para todos había algo de novedad. Ninguno ha hecho lo que había hecho hasta ahora tal cual, ha sido una convivencia con otros lenguajes, un paso más allá y un riesgo", explica Julio León Rocha, libretista de la pieza.
Manuel Busto tenía como base la tonadilla escénica, un género del que ha recogido ciertas cosas, como que es un género popular que incluye varias voces distinas, baile y voz hablada metida en partitura, tratada de una manera musical. "Es una pieza sobre la monstruosidad, sobre cómo señalamos a ciertas personas por cualquier cosa, a veces de manera aleatoria por aquello que la hace distinta a nosotros, y estas etiquetas son algo con lo que podemos cargar toda la vida. Esa diferencia con los demás es lo que puede empoderarnos, descubrir nuestra identidad y hacernos más fuertes", añade Julio León.
"La diferencia es lo que puede empoderarnos, descubrir nuestra identidad, hacernos más fuertes"
Ambos coliseos apuestan por traer a nuestros días este formato histórico desde el lenguaje flamenco, tratando de visualizar lo contemporáneo, tanto en forma como en contenido, e implicando en su desarrollo a un equipo de jóvenes andaluces de distintas disciplinas –creadores, intérpretes o profesionales– que proponen una singular aproximación a este género, tan cercano al teatro musical.
“Se trata de la primera coproducción del Teatro Lope de Vega y del Teatro Maestranza, lo que supone un importante salto en la ciudad ya que por primera vez los dos grandes coliseos unen sus fuerzas y lo hacen para impulsar un proyecto creativo propio en una clara apuesta por el talento andaluz”, ha destacado Antonio Muñoz, quien ha añadido que “‘La mujer tigre’ es un reflejo también de la filosofía que iniciamos en esta nueva etapa del Teatro Lope de Vega. La de un teatro activo, que contribuya a generar y a desarrollar ideas, que impulse y agite proyectos y que esté abierto a todas las diversas miradas”.
La idea germinal de La Mujer Tigre -que bebe de la tonadilla escénica (composición literario-musical que aparece en el siglo XVIII como apéndice de un intermedio teatral y en su evolución va incorporando otras artes como el baile hasta desaparecer al final del XIX)- invita, por tanto, a reconciliarnos con la otredad, asumir nuestra diferencia y convertirla en una forma de empoderamiento y de identidad que ayuda a comprender lo diverso.
Así, con la dirección musical del reconocido compositor Manuel Busto (Los Palacios y Villafranca, Sevilla, 1987), la dirección de escena de Fran Pérez Román (Sevilla, 1980), arquitecto y creador de una veintena de escenografías, y libreto de Julio León Rocha (Sevilla, 1984) -dramaturgo y autor de la galardonada Las Dependientas con el Premio Escenarios de Sevilla a Mejor Autoría-, que también participa con la voz actoral, la obra sumerge al espectador en la historia de una mujer que una noche se durmió así, siendo mujer, y a la mañana siguiente despertó tigre.
Este relato, que es en realidad una reflexión sobre la “monstruosidad” entendida como una construcción social, lo sostienen desde la escena tres reconocidas artistas: la cantaora Reyes Carrasco (artista más joven en ser distinguida con el premio artista revelación en el ciclo de Peña en Peña del Festival de Jerez 2021), la bailaora Paula Comitre (Giraldillo Revelación en la pasada edición de la Bienal) y la soprano Natalia Labourdette (Primer Premio en el Concurso Permanente de Juventudes Musicales de España). Juntas funden aquí el talento en sus distintos lenguajes (el cante y el baile flamenco y la ópera) para habitar un heterogéneo universo escénico junto a un combo instrumental híbrido y ecléctico formado por el Trío Arbós (Premio Nacional de Música 2013), Proyecto Lorca (con una dilatada trayectoria en iniciativas de ámbito internacional en torno al flamenco y la creación contemporánea) y las percusiones de Agustín Diassera, colaborador de grandes figuras flamencas.
Con un elenco casi cien por cien sevillano, La Mujer Tigre resurge de esta forma abrazando su singularidad en esta propuesta plural que aúna códigos flamencos y lenguaje operístico con la única finalidad de hacer llegar al público su mensaje artístico a través de la agitación emocional de los sentidos. Para ello, Manuel Busto (músico con una sobresaliente proyección internacional en el terreno de la lírica, el sinfónico o la danza y con gran experiencia como director y compositor) ha llevado a cabo una exploración creativa que parte del objeto de estudio de su doctorado sobre “el flamenco en la ópera como necesidad creativa”. De este modo, la simbiosis entre ópera y flamenco es el pilar fundamental sobre el que se asienta la creación musical de este espectáculo.
Respecto a la escenografía, esta propuesta plástica sobre lo diferente se sustenta a través del espacio, articulado en un sistema de estructuras; la iluminación, que adquiere una presencia permanente; y el vestuario. Junto con el conjunto de intérpretes, estos componentes interactúan más allá del libreto dando lugar a acciones que se suceden de forma simultánea en el escenario y que atienden a todos los lenguajes presentes en La Mujer Tigre. En este sentido, el lenguaje escénico de La Mujer Tigre es el resultado de la mezcla de todos los creadores y creadoras que participan en el espectáculo y de una estrecha colaboración entre partitura, espacio y texto.
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