Carlos Manuel López Ramos ha presentado esta semana en la Fundación Caballero Bonald su última obra Tuyo es el Sol que adoras, un libro de prosa poética publicado en la editorial Tierra de nadie. El acto fue presidido por Francisco Camas, delegado de Cultura del Ayuntamiento de Jerez, quien recordó el papel activo que tuvo Carlos Manuel en la creación de la Fundación. “Como intelectual, Carlos tiene unas capacidades que a mí me asombran. Es admirable la forma de interpretar el mundo desde tantos perfiles. Disfruté mucho con aquellos diálogos con Freud, no exentos de humor…”
Nos han acostumbrado hoy a la literatura de evasión, explicó José Ruiz Mata, editor de la obra. Han convertido a los lectores en clientes, “bastante tienen con comprar el libro como para, encima, hacer que piensen…”. Por eso, “me alegra que aparezca un libro como este, que te haga pensar”. Es un libro que “hay que leer en la tranquilidad, y muy despacio”. El título es un verso tomado de El mágico prodigioso (1637), de Calderón de la Barca. Si en esa comedia el Sol es Justina, la amada de Cipriano, para Carlos Manuel es la alquimia, el oro filosófico y la perfección.
Ruiz Mata pidió al autor que aclarase por qué se considera más partidario de la filosofía de la literatura que de la teoría literaria, y por qué es, además, seguidor de la Filosofía en el tocador del Marqués de Sade. Para Carlos Manuel, la teoría de la literatura surge como algo técnico y frío. Se basa en las construcciones lingüísticas, sin llegar a profundizar en lo que significa el mensaje literario. La filosofía de la literatura, por el contrario, aporta profundidad de pensamiento, de ideas y emociones. Y lo de la Filosofía en el tocador de Sade es un elemento irónico. En el libro del marqués, además de erotismo, hallamos opiniones políticas muy avanzadas en su tiempo, por eso fue incomprendido, aclaró el escritor.
Los primeros poemas del libro, explicó José Ruiz Mata, son una introducción en la que se habla de las contradicciones y males del mundo, del caos y la destrucción, el despotismo, la injusticia… En la segunda parte aparecen la alquimia, el hermetismo y otras ramificaciones esotéricas. “En muchos de estos textos la sutileza de la formalidad lingüística contrasta con la potencia destructora del contenido. Es como si quisiera hacer estallar desde dentro la propia literalidad del discurso”. La portada del libro y las ilustraciones interiores pertenecen al artista sanluqueño Antonio Mejías Acosta, profesor de la Escuela de Arte de Jerez. “Los significados de las distintas obras mantienen una línea común. Procuran actuar como sugerencias, como invitaciones a la reflexión.” Y gracias a la tecnología QR, la obra se completa con paisajes sonoros de Juan Jesús Yelo. “La contemplación simultánea de imagen y sonido con el nexo generador del texto puede ampliar la dimensión de lo plástico y lo musical, y dotar a las obras de Mejías y Yelo de un contexto que dé como resultado una experiencia multisensorial y haga más fácil para el lector la inmersión en el mundo alquímico y hermético”, comentó José Ruiz Mata.
Hay en el libro referencias al Apocalipsis, al gnosticismo, al surrealismo, a Stalin…Vamos a encontrarnos, subrayó José Ruiz, destrucción, fuego, abandono, la lucha por el poder, la locura de la avaricia… y sobre todo un bestiario. Así, Carlos Manuel hace una lectura política del Apocalipsis. “Es raro tener entre las manos un libro de poemas que esté lleno de notas a pie de página. Hay que aclarar que esas notas son como relatos y reflexiones que continúan el contenido de los textos”, remarcó Ruiz Mata. Al tratarse de un libro de temas poco comunes, añadió Carlos Manuel, hay que informar al lector sobre esas historias, símbolos, ideologías y personajes. Y se va descubriendo en el libro que muchas de las historias que nos han transmitido son falsas.
Carlos Manuel se mostró muy satisfecho con la elección de la prosa poética para la redacción de Tuyo es el Sol que adoras. La mayor parte de libros de alquimia y hermetismo van ilustrados, por eso habló con Antonio Mejías Acosta. Además de la portada, hay otros 10 cuadros, óleo sobre tabla, a lo largo del texto. “Antonio se ha reinventado como artista para esta obra. Ha inventado un estilo para este libro”. Cada una de las pinturas va acompañada por un paisaje musical, por código QR. Este el aspecto novedoso y arriesgado del libro, señaló el autor. Ya están pensando en realizar una exposición o instalación el año próximo con los textos, las pinturas y la música, en los Claustros de Santo Domingo.
En la primera parte del libro se habla de problemas sociales y políticos. Hay textos contra el colonialismo, la insolidaridad, la injusticia, el abuso de poder, la banca… Hay textos contra la manipulación que los poderes económicos y políticos ejercen sobre la gente, explicó Carlos Manuel. Quiere mostrarnos “este mundo alterado artificialmente, oprimido, un mundo al que le quieren sacar las entrañas y hundir en la más grave de las injusticias y de la insolidaridad”. Con el lenguaje “intento dar una idea de la violencia del mundo”. Y es que “hay en marcha un programa de destrucción del ser humano.” En sus poemas aparece reflejada “la industria del miedo, que no es un invento de hace dos días…”.
El resto del libro contiene poemas alquímicos, herméticos y esotéricos. “¿Qué une las dos partes? Las une que en ambos casos se trata de teorías, ideas y filosofías que lo que han intentado es buscar la utopía y muchas veces han terminado en la distopía.” Carlos Manuel aclaró que no cree en lo hermético y lo esotérico. “La única que se salva es la alquimia, porque tiene ciertos fundamentos científicos, y se puede considerar un precedente de la química.” Durante mucho tiempo la gente buscaba en esos saberes tradicionales una respuesta a la maldad y la injusticia en el mundo. “Y ese es el eslabón que une esa lectura socio-política del mundo contemporáneo con esa otra lectura hermética y esotérica.”
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