Las conexiones entre el flamenco y la poesía son innegables. Más allá de la métrica y el ritmo, de la forma y la rima, hay un pellizco profundo que consigue alcanzar la médula de los espíritus sensibles. Una suerte de sentimiento compartido que consigue remitirnos, sin dar nombre ni apellidos, a experiencias comunes, presentes o pretéritas.
Tuve la suerte de conocer en persona a Rufino García Cote de la mano de mi amigo Juan F. Sánchez en su pueblo, Paterna de Rivera. Aunque, en cierto modo, ya lo conocía a través de su obra. Fue gracias a su poemario Rufino de Paterna, poeta (Ediciones Impresiones, 2022), una depurada colección de letras flamencas con voz propia, finamente seleccionadas y maquetadas con elegancia y empaque de editorial grande. De sobra sé que no se puede, ni debe, juzgar el libro por su portada, pero es justo decir que el plato bien presentado siempre es más apetecible de ser llevado a la boca.
Su autor, Rufino de Paterna, es un hombre llano, creado a imagen y semejanza de su pueblo, ejemplo de humildad y de nobleza. Por siempre guardaré en mi anecdotario una vivencia suya acontecida con un barbero que, siendo él un niño todavía, le preguntase que si de mayor se veía apareciendo en los carteles importantes como figura del cante. Si hubiera sabido aquel barbero el currículo que estaba por labrar esa criatura: referente del cante por Peteneras, Bandera de Andalucía de las Artes en 2024, hijo predilecto de Paterna, custodio de la llave de oro y de la simpatía y el cariño de las gentes de su pueblo.
Su poemario, es el cancionero de una vida dedicada al flamenco, todo un glosario de emociones y experiencias, cantadas, más que escritas, en todos los palos y maneras. Soleas, verdiales, garbanceras, fandangos, martinetes, saetas y peteneras que se entrecruzan encontrando su punto de encuentro en la hondura de la voz de Rufino de Paterna. Sirvan como ejemplo estos Martinetes: “Los martillos de mi fragua / no son de oro ni plata, / que son de acero forjao, / con los cabos de retamas. / Ya tengo el fuego encedío / en la fragua de mi alma / esperando a tu querer / que es hierro que nadie ablanda”.
Este sábado 22 de febrero tendremos una oportunidad inigualable para acercarnos a la vida y obra de este grande del flamenco, acompañado a la guitarra por Juan Antonio Gómez, “el niño de la escalerilla”. Será a las 12:30 horas en el CEIP Miguel de Cervantes de Jerez de la Frontera. El acto, que será presentado por Juan F. Sánchez, se enmarca dentro del ciclo Poesía y Flamenco, organizado por la Asociación cultural Pie de Página dentro de las actividades culturales que giran en torno a la propuesta de capitalidad europea de la cultura en 2031. Para no perdérselo… allí nos vemos.