Lidia Falcón (Madrid, 1935) es la presidenta y fundadora del Partido Feminista de España. Fue una de las pioneras en defender el feminismo en el país en lo más duro de la Transición. Es una de las escritoras feministas con más libros publicados. Ahora tiene uno recién salido del horno: La filosofía del engaño.
Falcón es uno de los personajes más controvertidos del feminismo español. Su discurso se ha mantenido voraz y afilado con el paso del tiempo. No deja títere sin cabeza. Sin embargo, sus últimas declaraciones sobre la Ley Trans la han llevado hasta la Fiscalía acusada de delito de odio, a ser expulsada de Izquierda Unida y del periódico donde escribía. Lleva unos días yendo de un sitio para otro por la provincia de Cádiz, pero no a todos les ha gustado su visita. Algunas personas se han movilizado hasta el Café Pay-Pay, lugar donde iba presentar el partido, para vandalizar su fachada en forma de protesta. Como hay que proteger la libertad de expresión frente al autoritarismo y el pensamiento único, esta tarde, a las 18.00 horas, Falcón estará en Sala Tragaluz, el espacio de cultura e ideas de lavozdelsur.es.
¿Qué tal el viaje por Cádiz?
El viaje de Cádiz ha sido estupendo porque las camaradas son muy buenas. Lo que resulta inaceptable es que en el Pay-Pay, donde iba a dar una charla, nos amenazaran y pusieran silicona en la cerradura. Luego me llevan a mí a la fiscalía por delito de odio, a mí, y los que ponen mensajes de odio son ellos. No me lo esperaba. En la sede en Madrid, cuando hace un año celebramos el congreso del Partido feminista, temimos que pasara algo así, pero no ocurrió. Parece que aquí en Cádiz son más agresivos.
Viene usted a hablar de feminismo, pero también de su nuevo libro: 'La filosofía del engaño'.
El libro habla de cómo nos engañan. Como el capitalismo somete al que le molesta, habla de la explotación de los trabajadores y de su alianza con el patriarcado para maltratar a las mujeres. Pero el capitalismo también sigue otras estrategias como comprar: se compra a los políticos, al poder judicial y a los medios de comunicación. Sin duda, lo mejor que hace es convencernos de que este es el mejor de los mundos posibles. Habla de la ideología, de la política como sentimiento, del discurso como libertad. Por otra parte, habla de la mayoría de los temas de ideología dominante para convencernos de que el sistema que tenemos es el mejor, la monarquía, el discurso Queer, la libertad… Todo está explotado por la agitación y propaganda del capitalismo.
Es usted presidenta del Partido Feminista de España, aunque algunas feministas no la consideran como tal. ¿Por qué?
Cada cual puede pensar lo que quiera. Yo defenderé siempre la libertad de opinión. Los calificativos son muy baratos, ahora se le llama fascista a todo el mundo que no te gusta porque, dada la ignorancia supina que padecen las generaciones jóvenes, intuyen que es algo feo. No saben lo que fue. Naturalmente habrá gente que no esté de acuerdo conmigo. Yo no estoy de acuerdo con casi nadie.
"Yo soy un resto de aquellos que vivimos uno de los acontecimientos más terribles de nuestro país, pero recuerdo el respeto y la admiración hacia nuestros anteriores"
No es la primera vez que lo dice, ¿siente usted un poco de desapego con las nuevas generaciones?
Lo que yo lamento, es que las nuevas generaciones sienten mucho desapego por las anteriores. Yo soy un resto de aquellos que vivimos uno de los acontecimientos más terribles de nuestro país, pero recuerdo el respeto y la admiración hacia nuestros anteriores. Ahora, los jóvenes nos desprecian y nos ignoran. Dicen eso son cosas viejunas. No les interesa hablar de historia y de política, ahora solo interesan los videojuegos y las redes sociales, y, en todo caso, les interesa la política como espectáculo. Lo que hay que hacer son performance, solo hay que fijarse en la trayectoria del señor Iglesias. Si eso es un dirigente político, seguramente yo estoy anticuada. Cuando pienso en dirigentes políticos, pienso en personajes sólidos. Esto es una sociedad líquida.
Decía uno de los emblemas de la segunda ola del feminismo que "lo personal es político", fue base para llevar el movimiento feminista a las instituciones. Sin embargo, ¿puede un partido político representar a un movimiento como el feminismo con tantas corrientes diferentes?
El partido político representa a una clase. Están los burgueses con sus partidos como el PP o Ciudadanos. Vox, que representa una parte de la burguesía nostálgica del fascismo. El partido feminista pretende representar a las mujeres. Está en la línea de denunciar las represiones y explotaciones que ha padecido la mujer desde milenios y aportar a la lucha que tenemos que seguir. Tenemos un proyecto de país ¿qué proyecto de país tiene el PP o el PSOE?
"Las nuevas generaciones se van a encontrar un feminismo que no hará falta porque no habrá mujeres o serán seres cambiantes"
Volviendo a generaciones más jóvenes, ¿cómo encaja la generación joven en su partido?
Tendrán que decidirlo ustedes, el futuro es vuestro. Nosotros cuando éramos más jóvenes, con 25 años, planteábamos lo que queríamos. ¿Qué queréis? Yo cuando voy a las manifestaciones feministas lo que veo es que el sector más joven está tocando el tambor y bailando. Lo vi en la última, en la del 23 de octubre, la manifestación se llamaba contra las violencias contra las mujeres, no era una fiesta. El feminismo es una lucha, ustedes no habéis vivido las grandes tragedias del siglo XX en el mundo occidental, pero aún hay mucho sufrimiento para acabar con ello que no nos deja estar contentos ¿Qué futuro quieren?
Nos siguen matando y violando cada día, pero ahora las mujeres encienden la televisión ven a las feministas centradas en discrepar sobre la ley trans, ¿no deja eso fuera la verdadera realidad que vivimos las mujeres?
¿Crees que el problema trans no es una realidad?
Siento que es más grave tener miedo de irme sola a casa porque haya un hombre cis que venga detrás de mía…
La última manifestación iba dedicada contra la violencia hacia las mujeres. Estamos luchando, escribiendo y hemos planeado el proyecto de Ley. Si tu crees que el fenómeno trans es pequeño y no hace falta invertir tanto esfuerzo en discutirlo, estás equivocada. Puede ser el inicio de unas transformaciones sociales gravísimas. La Ley Trans primero es un disparate, si quieres que sea literatura de ficción puedes escribir de ella lo que quieras. Si esto lo quieres convertir en una legislación que se imponga a la sociedad las cosas cambian. Las nuevas generaciones se van a encontrar un feminismo que no hará falta porque no habrá mujeres o serán seres cambiantes. De repente, un hombre puedo decir ‘ahora me llamo Marta’ y competir contra mujeres en los deportes. Esto puede pasar en la política o los procesos judiciales también. Antes de que haya un erupción del volcán hay unos síntomas. Estamos en esa fase.
La realidad de las mujeres en Andalucía es muy diferente, es uno de los sitios con más precariedad laboral. Sin embargo, solo se habla del colectivo Trans. ¿Cree que el feminismo andaluz se siente desabrigado por el Partido Feminista de España?
El partido feminista de España en Andalucía es donde tiene más implantación, la tenemos en las 8 provincias y nos hemos presentado tres veces a las elecciones. No hemos olvidado ninguno de los problemas que padecen las mujeres andaluzas, que yo diría que son los mismos que en toda España. Qué hacen las andaluzas para manifestarse y decir estamos aquí. Nadie va a venir a pelearse por ellas. El patriarcado no es más fuerte aquí que en otras comunidades de España. Este sentimiento nacionalista me preocupa, porque el nacionalismo es el cáncer de España. En el mismo momento en el que nos sintamos diferentes nos están dividiendo. El enemigo es muy poderoso
Habla de enemigo, ¿el patriarcado?
Y el capital. Nos olvidemos que están íntimamente relacionados. Para que se mantenga el patriarcado es necesario el capitalismo. La fuerza de trabajo de las mujeres está utilizada por el sistema de una forma escandalosa. Y las soluciones que ponen para la corresponsabilidad son los permisos parentales. Eso es una tirita. Las mujeres sometidas a la maternidad están retenidas en el trabajo, en la política o en los puestos de dirección. Dicen que el problema de que no se cobre lo mismo y de que no se llegue a altos cargos está en la maternidad. Entonces ahora le quieren dar seis meses de descanso a madres y padres para que nos igualemos. Me resulta ridículo y lamento que algún sector del colectivo feminista piense que puede ser una solución.
Comentarios