Las fotografías de una mujer comiendo fresas, chocolate o naranja se han colado en la sala Tragaluz. Este viernes 22 de octubre a las 20.30 horas la exposición Kaleidos, de la artista Esperanza Monje Moya (Jerez, 1982) verá la luz por primera vez. El espacio cultural de lavozdelsur.es retoma su actividad de la misma forma que se despidió justo antes de que la pandemia tumbara los eventos: con una propuesta de esta profesora de Arte y Tecnología del Diseño en El Altillo School, donde ya lleva 12 años de docencia a sus espaldas.
La licenciada en Bellas Artes, que empezó entre pinceles a los 12 años en el estudio de la escultora Inmaculada de los Santos, se lanza en esta ocasión con un mural fotográfico compuesto por 36 autorretratos de colores en los que aparece ella misma. Mismo encuadre, pero distintas acciones. “No pretende ser una exposición fotográfica, utilizo la fotografía como lenguaje porque era más inmediata, me daba más libertad de movimiento y de probar”, explica Esperanza, que bautiza su obra con el nombre de uno de los juguetes más conocidos del mundo. Un mismo elemento, pero muchas formar de observar.

El rostro de la jerezana se multiplica simétricamente como en un caleidoscopio. Con desparpajo, mira a la cámara y se desmelena ante ella dando lugar a un juego de emociones. “Me parece divertida la idea de jugar con el cuerpo, cuando eres capaz de utilizar tu propia imagen y de exponerte de esa manera también rompes muchos miedos y muchas vergüenzas”, comenta la artista que reivindica el juego como una forma de “conocernos, compartir y sanar”.
“Lo que empezó siendo un juego acabó siendo un viaje interior”
La idea de dar rienda suelta a la imaginación, y a este viaje al interior, surgió en febrero de 2021, cuando estaba pasando un momento complicado en su vida. Esperanza se refugió en el arte y “lo que empezó siendo un juego acabó siendo un viaje interior”. Para ella, “la creatividad es una terapia” para hacer frente a los contratiempos.
Hacer este mural le ha dado un chute de autoestima. Esperanza comenzó compartiendo en sus redes sociales el proceso de creación y, las múltiples interacciones, le dieron un empuje para exponerlas. “Ha sido un descubrimiento, aprender a mirarnos, a querernos y a que nos miren, que es muy complicado, dejar que nos vean”, reflexiona.


Paralelamente al proceso de creación de este mural, la artista decidió adentrarse en el mundo literario y ha escrito el poemario Rebotes y poemas. “Escribía los poemas a la vez que hacía las fotografías”, dice a lavozdelsur.es. Tras lanzar un crowfunding que ha ido “sensacional”, ha logrado recaudación para poder autopublicarlo. Los proyectos no paran de emerger de la mente de esta artista jerezana que compagina su pasión con la enseñanza.
Las personas interesadas en conocer la propuesta de Esperanza Monje Moya podrán acercarse a la sala de 17.00 a 20.00 horas y por las mañanas con cita concertada.