Leonardo Da Vinci, que no es sospechoso de haber estudiado en la escuela de la Bauhaus, dijo algo así como que el máximo grado de sofisticación es la simplicidad. En unos tiempos donde el minimalismo ya no es un fin, sino una máxima, esos que hacen y deshacen ideas para plasmarlas en una imagen, tienen que desprenderse de lo común para evitar caer en elucubraciones vacuas. Es lo que lleva haciendo Salva García-Ripoll (Cádiz, 1980) durante un cuarto de siglo, 15 de los cuales ha desarrollado en el estudio Salvartes Design. El título de la exposición que repasa su trayectoria profesional en la Escuela de Arte de Jerez no es inocente: Lo invisible sobre lo visible.
Una pequeña vitrina, justo a la derecha de la entrada a la exposición y que corresponde al final de la misma, muestra el "imaginario" en el que creció el pequeño Salva: la maqueta de un estadio de fútbol para jugar a las chapas; un marcador de subbuteo con su equipo, el Real Madrid, ganando al Barcelona; un cromo original de Mágico González en la época dorada del Cádiz; una etiqueta de jerez de Valdespino, comprada en el rastro; un libro de Luis García Montero; y hasta un recuerdo de su primera comunión dibujado por su abuelo, trabajador de una imprenta, que le influyó notablemente. "Esto es un poco el esquema mental de mi infancia y adolescencia, entonces ya utilizaba las letras (transferibles) de Letraset para ponerle los números en la espalda a los muñequitos; yo no quería jugar solamente un partido de chapas, sino que hacía mis torneos y toda la historia", ríe.
En este baúl de los recuerdos, algunos más infantiles y otros más recientes, tiene un especial protagonismo el poeta granadino, con la obra de Habitaciones separadas a la cual llegó por la canción de Quique González Aunque tú no lo sepas. "Tuve la suerte de conocerle, me encanta su poesía porque es tan clara y cercana; a partir de su descubrimiento empecé a leer a Almudena Grandes, a Benjamín Prado y a Ángel González", explica.
Al otro lado, y por donde realmente comienza la exposición, el visitante puede leer una bella introducción de Valeria Reyes, donde hace referencia a La Barraca de Federico García Lorca para aproximarse al trabajo de Salva, muy arraigado a Jerez y a Cádiz, tal y como denotan los numerosos productos gastronómicos, enológicos y culturales de la provincia a los que ha dado identidad visual o packaging: "Como el grupo de teatro ambulante fundado por el poeta granadino para llevar el teatro clásico a zonas periféricas, el diseñador apostó por su tierra y se instaló en Jerez para aportar su conocimiento y engrandecer el diseño gaditano. Lo invisible sobre lo visible hace referencia a las múltiples capas, conexiones y referencias en las que trabaja, estableciendo para cada proyecto un universo propio. Cada detalle visible tiene un sentido invisible: una conversación sincera con el propio proyecto y el deseo de crear una conexión honesta y atemporal".
El diseñador, que ha dado color a las botellas de vinos del Marco de Jerez, reflexiona sobre ello ante un enorme mural con botellas especiales para la Feria de El Puerto de fino Quinta y de toda la gama de las bodegas jerezanas Maestro Sierra. Sobre la pared, el mural, una réplica del que ha diseñado para Osborne y que está en su centro de visitas, explica no solo las zonas de producción del Jerez-Xérès-Sherry, sino los tipos de jerez, el proceso de vinificación, el sistema de criaderas y soleras y hasta cómo se trabaja la viña el resto del año. "Sabía que esto lo tenían algo mal explicado en muchos sitios, una vez alguien me comentó que no entendía el proceso del jerez y que siempre venía como separado en las visitas, por lo que le propuse a mi amiga Cristina de Nawers Studio, con las indicaciones del enólogo Marcos Algaucil de Osborne, uno de los mejores del mundo", explica.
Curiosamente llegó a esta idea, que sintetiza prácticamente todo lo que se debe conocer del jerez de forma más esencial, a través de una infografía sobre el sistema digestivo en un artículo de Juanjo Millás en El País. "Tenía un sistema de escaleritas para bajar de un órgano a otro y tal, y pensé que era buena idea", recuerda mientras camina hacia otros paneles, donde incluye decenas de imágenes corporativas y de productos que ha diseñado, y una extensa exposición de carteles. Al otro lado, botellas de una conocida marca del refresco de moda, Kombucha, del queso bucarito de Rota, y de las patatas fritas de Arcos Don Perolete, algunas de las muestras más exitosas de Salvartes Design, que es estudio, pero también consultoría especializada en branding y packaging.
Una colección muy especial de aforismos
"Es la primera vez que expongo en mi vida, al menos sobre mi trabajo profesional de estos años", dice García-Ripoll a lavozdelsur.es en la sala del centro académico, que recuerda una muestra cuando era estudiante, antes de emprender el estudio donde ha desarrollado toda su carrera. Su trayectoria se aleja un poco del camino convencional, iniciándose en el mundo del diseño a través de una escuela llamada Tracor y ubicada en el Teatro Villamarta de Jerez. El joven Salva, a punto de cumplir la veintena, venía a diario a la ciudad desde Cádiz, aprendiendo nociones básicas de programas de diseño. "En realidad en aquel momento no había una formación reglada de diseño como tal, sino que se hacía incidencia en manejar los programas", recuerda. Aquel curso de pago, que duró dos años, le sirvió para iniciarse en este complejo mundo de los creativos, en el que es imprescindible la interacción social y el contacto con otros profesionales del mundo del arte y la cultura.
Salva, que inauguró Lo invisible sobre lo visible el pasado 29 de octubre con lleno absoluto, está muy satisfecho de la exposición, nacida a raíz de la propuesta de Neftalí Pérez, director de la Escuela de Arte, quien le hizo hincapié en presentar su trabajo haciendo referencia al valor que le ha dado con su diseño a los productos locales de la provincia, un recorrido a lo largo de los años que ya ha podido mostrar a varias promociones y clases de este centro educativo, con bastante interés de los alumnos. "Les llama que haya querido apostar por lo nuestro, que esté trabajando aquí y que se pueda, que no tengamos que emigrar fuera para desarrollar nuestro trabajo de diseño", comenta.
Entre las muestras, hay una colección que destaca por encima de las demás: la literaria. El diseñador lleva trabajando doce años con la editorial Isla de Siltolá, aproximándose al centenar de ilustraciones para sus libros de aforismos, que incluyen a todo tipo de autores, clásicos del siglo pasado y contemporáneos, desde los Aerolitos de su paisano Carlos Edmundo de Ory hasta la colección de Narrativa, donde ha creado un espejo donde el lector deforma su imagen para el libro del sevillano Manuel Valderrama Donaire, Egolatría (2017). "Es un poco lo que tiene la egolatría, ¿no?", dice mostrando la obra. En su trabajo si peca de algo es de precisamente todo lo contrario.
Al diseñador, muy conocido en el sector, pero que siempre ha preferido estar fuera de los focos mediáticos, le llegan los encargos gracias al boca a boca y la buena prensa que tienen sus proyectos. Fiel a su trabajo detallista, en 15 años de trayectoria nunca ha llegado tarde a una entrega, y estas ya se pueden contar por varios centenares. "Eso sí, me gusta hacerlo bajo presión y a veces continúo por las noches, es como mejor trabajo, me siento un poco raro porque hay compañeros que lo hacen totalmente al contrario", dice. Un diseñador fuera de lo común cuya obra por fin se sintetiza en un único lugar, aunque esté permanentemente expuesta en serigrafías de locales, botellas de vino, envoltorios de productos gourmet y librerías de las mejores casas. No se lo pierdan.
La exposición 'Lo invisible sobre lo visible. 15 años de oficio de Salvartes Design' se puede visitar en la Escuela de Arte de Jerez hasta el próximo 20 de diciembre. El horario de visita es de 11:30 a 13:30 horas y de 18:30 a 20:00 horas, de lunes a viernes.
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