"Soy bizco pero no tonto, veo la injusticia social en la calle"

José de los Camarones cumple 60 años, unos 40 de ellos dedicado al cante pese a las intermitencias, reinventándose y defendiendo lo "jondo" y el pellizco. "El flamenco nace en el interior del hombre", apunta

José de los Camarones, durante la entrevista.
José de los Camarones, durante la entrevista. JUAN CARLOS TORO

No hace mucho José Galán, que pronto cumplirá 60 años, cantó ante varias decenas de escolares de 4 y 5 años en un colegio. Uno de los pequeños se le acercó y le preguntó que por qué cantaba con tanto amor, a lo que él, sorprendido por la curiosidad infantil, le respondió: "El cante jondo es como papá y mamá, que cuando nos hacemos un corte, ellos nos curan y nos tratan con amor para que cicatrice la herida. Eso es el cante, el cante cura". Así lo concibe José de los Camarones, en continua reinvención personal, en constante lucha consigo mismo. "Llevo un tiempo en sobriedad, recuperando el sano juicio; cuesta trabajo porque no soy un cantaor de fiesta, no soy un cantaor para alegrar el cuerpo, pero sí para fortalecer el alma y el espíritu". Con casi 40 años dedicados al cante, con sus altibajos, con sus ausencias, con sus presencias, con varios discos grabados, preparando un libro, El santuario de lo jondo, el cantaor al que todos en el mundillo conocen por su apodo histórico de Bizco de los Camarones se da la enésima oportunidad para abrirse hueco cantando por derecho. Como él entiende el cante. Como muy pocos son capaces. Sin sucumbir al imperio de las modas y el marketing. Su forma de decir el cante no envejece; sus reflexiones universales, tampoco. La clave es sentir el flamenco. Para él, lo jondo es la vida y la muerte. El remedio y la enfermedad. 

Usted ha bajado al infierno y ha vuelto, ¿cómo se encuentra?

He pasado por el alcohol, las drogas, he pasado por muertes, por centros de rehabilitación, por la cárcel, por manicomios...

Entiendo que de todo eso ha sacado algo positivo, por eso está aquí, ¿no?

De todo he sacado algo positivo. Y lo que saqué es que me tuve que rendir: a mi orgullo, a mi vanagloria, a mi forma de querer cambiar el mundo... El primero que tenía que cambiar era yo, limando mis defectos, y ser honesto conmigo mismo para poder ser honesto con los demás. Eso no es fácil. Es el día a día, es lo que me está ayudando.

¿Cuál es su día a día?

Mi día a día cada vez es más feliz y estoy más contento con mis logros: perserverar, estar en sobriedad y recuperando el sano juicio. Me están saliendo cosas maravillosas, gracias también al apoyo de los medios, que miran mi trayectoria, y también a Faro Producciones, que confía en mí, lo que a veces es muy difícil, pero me está aportando mucho. También medito y pienso que la responsabilidad mía es grande, este año he tenido el gran honor y la gran suerte por ejemplo de hacer un recital flamenco para niños de 4 y 5 años. Esa es mi lucha, defender lo que llevamos, lo que tenemos, el cante jondo. 

¿Ha salido ya de la crisis?

Un cantaor jamás puede salir de la crisis porque si lo hace no tiene capacidad intelectual ni visión para seguir adelante. Si sales, no te rebelas hacia la injusticia. No te rebuscas. ¿Cómo me puedo rebelar? Cantando.

¿Dónde nace el cante?

El flamenco nace en el interior del hombre.

"Un cantaor jamás puede salir de la crisis porque si lo hace no tiene capacidad intelectual ni visión para seguir adelante; no te rebuscas".

¿Se puede vivir sin música, escucha algo más aparte de flamenco?

Todas las personas que no amen la música para mí son bultos sospechosos. No me fío de una persona que viva sin música, no sé por dónde te va a entrar. Los pájaros cantan música, las ramas de los árboles meneándose también es música, cuanto más el cante jondo andaluz. Escucho a Mozart, Bethoveen, Puccini, gospel, jazz... Todo lo que sea música lo escucho. La única manera de sentirme vivo me la da la música. 

¿Hay hoy en día respeto por el cante jondo

Muy poco respeto, pero por una sencilla razón, tratan de tapar la verdad, la profundidad del cante. Fuera del campo está la cañá, y la cañá es lo jondo, y se quieren apropiar también de la cañá. El cante jondo andaluz es para minorías y no se vende, es de culto. En Jerez lo que hay son siete u ocho cantaores que saben sus obligaciones y que llevan 40 o 50 años luchando. Aquí las pasamos canutas porque no hay margen. Quieren seguir manipulando y tapando de cara al exterior que hay otras cosas más allá de las que controlan. Yo defiendo la pureza, aunque el acero sea puro y se parta. 

¿Y los jóvenes?

Los jóvenes están aportando bastante pero los utiliza el marketing para manipularlos y ganar dinero. Los jóvenes tienen que profundizar sobre qué es el cante flamenco y coger la identidad propia de lo que encierra lo jondo. Una vez que tengan eso que añadan lo que quieran pero a cualquier cosa no le pueden llamar cantar jondo. Hoy la juventud no tiene motivos para cantar, para cantar bien hay que haber pasado fatigas. Un niño con 24 o 25 años no tiene motivos para cantar por soleá o por seguiriya. Lo puede hacer teóricamente, poniéndose guapo, con su traje, pero no puede decir que su padre ha muerto si el padre está enfrente comiéndose un bocadillo de caballa. 

¿Eso hace que se esté perdiendo el pellizco?

Claro, eso hace que se pierda el pellizco, el pellizco se siente porque te han pellizcado. La historia te ha pellizcado y las consecuencias de la vida. Y te has metido en los cuartos oscuros. Esto no significa decir que haya que pasar por todos los infiernos para cantar bien, pero por algunos hay que pasar. La soleá, la debla, la serrana, la seguiriya, la malagueña... son cantes para los que hay que pasar fa-ti-gas...

Hay jóvenes que cantan bien por soleá y seguiriyas, podría darle algunos nombres...

Esto no quiere decir que no se pueda cantar con honestidad y humildad aunque el que cante tenga un rascacielos de su propiedad, pero es que en el cante jondo nunca ha prevalecido lo material. Siempre ha ganado lo espiritual. Yo es lo que busco porque de otra forma no puedo expresar lo que verdaderamente quiero. Cuando canto es como si fuera el último día de mi vida, y lo que canto es porque lo he vivido, lo he pasado. A lo mejor en la puerta tengo un Mercedes, pero el Mercedes tiene que estar bajo la planta de mis pies.

¿Jerez se tira piedras contra su propio tejado en el ámbito del flamenco?

Jerez se tira piedras contra su propio tejado en el flamenco y es triste. Cuando alguien quiere el derecho del copyright surgen las controversias pero el cante jondo le pertenece tanto a un australiano, a un chino y a un japonés, como a uno de nosotros. De eso me alegro, pero hay que decir la verdad. Hoy nadie tiene ya el copyright del flamenco. Ya lo vendió don Antonio Chacón en el año 1922. Ellos ya tenían esa visión. Comprendo que el cante jondo andaluz es de minorías pero los gobiernos deberían tener un apartado para ciertos cantaores que defiendan esto, que esos cantaores no se mueran de hambre. Hay muchos artistas, cantaores muy pocos.

¿Cuánto vale una soleá?

La soleá no tiene precio porque es el insondable misterio que encierra lo jondo.

"En la cartera llevo 9 euros con 15 céntimos. Cobro una pensión de 368,20 euros y mi chalé mide 22 metros. Ahí vivo. Pero muy feliz".

¿Qué es la felicidad?

La felicidad es ser honesto con uno mismo. Sin más. 

¿Cuánto lleva ahora mismo en la cartera?

En la cartera llevo 9 euros con 15 céntimos. Cobro una pensión de 368,20 euros y mi chalé mide 22 metros. Ahí vivo. Pero muy feliz. ¿Para qué quiero un Titanic, si me voy a hundir? Prefiero una barquita aunque tenga que estar achicando agua, pero que llegue a la orilla.

¿A usted qué le indigna?

Me indigna la intolerancia, la forma de llevar las cosas, me indigna que miles de niños en Jerez pasen hambre, me indignan los desahucios, personas que no pueden pagar, que pasan fatigas y que con dos o tres niños sean puestas en la calle. Por el amor de Dios, es que suben el IVA de la cultura al 21%... Me rebelo con el sistema, me rebelo con la intolerancia. 

¿Qué no nos pueden robar?

No nos pueden robar la ilusión y el alma, pero ten por cuenta que si pudieran también nos lo quitaban. Yo no tengo nada y tengo mucho. A ellos les interesa quitarme mi energía positiva, y eso te lo da la cultura. La muerte tembló cuando me vio, salió corriendo. No le tengo miedo a nada, soy una persona libre. Cuando hay apegos que me molestan, me desapego totalmente. No dejo de cumplir con mis obligaciones como padre y como esposo. 

¿Tiene miedo a sí mismo?

Sí. Hay una cosa muy importante: la palabra. Es lo que puede destruir muchas cosas. En mi interior siguen luchando los dos monstruos y gana al que le eche yo de comer. Si echo odio, mentiras, vanagloria... soy una bomba atómica, pero yo me rindo y le doy de comer al otro, defendiendo mi verdad: el cante jondo andaluz. No me puedo quejar, estoy muy bien y feliz. Me levanto por la mañana y digo estoy vivo, porvenir resuelto. ¿Yo para qué quiero un colchón Lo Monaco si no tengo sueño?

¿Y sueños?

Sueños sí, bonitos. Y no le tengo envidia a nadie. Soy dueño de cuanto contemplo. 

¿La historia pone a todos en su sitio?

Está todo en los principios, el día que se acaben los principios se acaba todo, al final la historia pone a cada cual en su sitio. Y el cante jondo andaluz está muy bien mirado en el exterior, he estado en Francia, Córcega, Holanda... Muchos sitios en los que es admirado de forma increíble. El propio sistema español impide que haya más festivales de esas características. Pero Agujetas ha estado en el Bronx, en la Universidad de Toulouse, de Cambridge... No estamos más porque el propio sistema lo tapa. He tenido una vida de errores y destrozos, no me justifico, hago mi inventario personal todos los días, he purgado un montón de pecados, mis defectos de carácter van en mis genes pero me estoy haciendo amigo de ellos. 
¿Se considera un antisistema?

Soy un antisistema porque el sistema no da la talla, simplemente. De mí, dicen: José de los Camarones o el Bizco de los Camarones...

¿Le molesta aquel apodo?

No me molesta si me lo dicen con cariño y con amor, pero si me lo dicen con doble intención les digo mi nombre y los 8 apellidos que tengo, y ninguno creo que es vasco... El caso es que dicen: José, mu buena gente, canta bien, pero... ¿Otra vez con el pero...? El que dice pero... es porque está justificando que es mejor que yo para no darme el trabajo. Pero como la historia está ahí... Tengo al año bastantes cositas y nadie me puede señalar con el dedo, ni mango ni nadie me ha visto tirado cantando. He pagado las consecuencias pero las he pagado yo. Tenía muchos vicios, que aún me siguen gustando, pero me abstengo. 

¿Y de votar se abstiene?

He votado, ten por cuenta que tengo tendencia republicana, ser cantaor, con estrabismo en la vista, de la Joyanca -un barrio humilde de la zona Sur de Jerez-, y de derechas, son cuatro desgracias. Tengo que tirar siempre a lo mío. ¿Por qué quitaron de en medio a mi abuelo, don Fermín Galán García, capitan de la Segunda República? Soy bizco pero no tonto, es que veo la injusticia social en la calle.

¿Qué le parece Pablo Iglesias?

No he hablado yo con ese muchacho aún (sonríe), pero todas las tendencias políticas siempre y cuando lleven a buen puerto al pueblo bienvenidas sean. Hasta ahora la carrera política solo buscaba el diploma de político y tener comida para los restos. Llevan al niño parado con 25 años y aunque el niño no sepa hacer nada lo meten a político. La política es el arte de engañar. Uno de los políticos que más me gusta es Pepe Mujica: qué ética, qué estética, qué elegancia... Que se equivoca, pues claro, es humano. Avergonzando a los grandes está. 

¿Cree? ¿Tiene fe en que cambien las cosas?

Creo todavía en el hombre, en el ser humano. Creo que los gobiernos, aunque pueda contradecirme, hacen las cosas con buena voluntad. Han metido tanto la mano y la siguen metiendo que da vergüenza, pero hay políticos que hacen las cosas con buena voluntad. Lo malo es que uno coge tagarninas y cuatro cangrejos y le quitan los 400 euros que cobra, y ellos no van a devolver jamás ese dinero que es nuestro. 

¿La ley es igual para todos?

La ley es para los robagallinas pero debería de ser para todos por igual. 

Entra en vigor la llamada Ley Mordaza, ¿le van a callar?

Ya con 60 años, con más niños que muebles, mi padre y mi madre con 13 hijos, ¿cómo me voy a callar yo? Y si me quieren hacer callar me nacionalizo ruso. Los nuevos partidos son los primeros que no tienen que permitir cosas como la Ley Mordaza, que busca como siempre atacar al desgraciado, al más pobre, a los medios de comunicación... ¿Cuántas lágrimas costó la Democracia que hoy tenemos y hacia dónde va?

Sobre el autor:

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Paco Sánchez Múgica

Periodista, licenciado en Comunicación por la Universidad de Sevilla, experto en Urbanismo en el Instituto de Práctica Empresarial (IPE). Fundador y Director General de ComunicaSur Media, empresa editora de lavozdelsur.es. Antes en Grupo Joly. Soy miembro de número de la Cátedra de Flamencología. Primer premio de la XXIV edición del 'Premio de Periodismo Luis Portero'.

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