"Creo que en todos mis proyectos siempre ha habido un hombre", comenta dubitativa Elena Jiménez. "Sí, sí, entonces me pregunté: ¿por qué no montamos un grupo solo de mujeres?". La jerezana, que hace El Domador de Medusas junto a su compañero Manuel Méijome, tiene un clarinete a uno de sus lados y un instrumento del siglo XI al otro. Mientras tanto, monta un atril y el soporte de su metalófono. "Esto lleva un tiempo", comenta en plena faena. La japonesa Mai Kikuchi, sentada delante de su piano, ejerce de anfitriona para el ensayo previo al estreno de este insólito proyecto. Suena el timbre y aparece la conocida coplista trebujenera Lola Vega. Ya están todas: son Uwa Caramba.
Es preguntar por el nombre y no pueden evitar reírse. "Es lo típico, estábamos pensando cómo llamar al grupo con algo que uniera todo esto que estamos haciendo, le dimos un montón de vueltas y acabamos encontrando el de una tonadillera del siglo XIX: La Caramba", cuenta a lavozdelsur.es Elena mientras se dirige a Mai con la mirada. "Pero claro, pensamos que algo de Japón tenía que haber y entonces dije: ¿en Japón existirá esa palabra? La busqué en Google y ella dijo... ¡Oye!", ríe. "En realidad se pronuncia /uah/", le interrumpe la pianista japonesa, que se ha desempeñado fundamentalmente en el mundo de la música clásica y del jazz. Caramba, caramba. O uwa, uwa. "Es lo que van a poder decir mañana cuando nos vean", bromea la clarinetista.
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Fue antes de verano cuando Lola, Elena y Mai se reunieron por primera vez para darle forma a este nuevo proyecto que estrenarán este domingo a las 19:00 horas en la cafetería Coso del Teatro Villamarta. Allí inaugurarán la temporada del segundo ciclo Carabé. Sesión golfa, enfocada a un público alternativo. "Nos conocíamos de coincidir en muchos sitios pero venimos de mundos muy diferentes... yo nunca había hecho copla", sostiene Elena que le da la palabra a Lola.
"Nosotras hemos coincidido por ejemplo en la Big Band de Jerez pero hasta ahora no habíamos dado el paso a hacer algo así juntas", explica. Por su parte, Mai, que lleva diez años en Jerez, tampoco había experimentado una singular fusión en la que intentan combinar desde música antigua hasta música japonesa pasando por coplas, ritmos de swing y jazz.
Elena Jiménez explica el proyecto de 'Uwa Caramba' rodeada de instrumentos. FOTO: MANU GARCÍA.
"Tú sabes mucho de estas cosas", le espeta Mai a Elena que saca de una funda un instrumento medieval con el que van a tocar una canción japonesa. "Cada día trae una cosa nueva", bromea Lola, de quien Elena destaca su capacidad de adaptación. "Puede con todo, lo que le pongan". ¿Japonés? La coplista se suelta. "Canto en japonés, sí, pero lo hago con el permiso de Mai, voy a intentar hacer una cancioncita pero...", comenta entre risas.
"Las tres tenemos formación de música clásica pero queríamos abrirnos hacia una idea así", dice en su opinión la cantante, que cree que hasta la canción japonesa tiene "un puntito" de flamenco. "Es una canción que nos pasó Mai y realmente es curioso; todas las músicas del mundo están ahí, tienen un punto de unión y conexión", añade, a la par que menciona la "universalidad" de la música.
La japonesa Mai Kikuchi durante un momento del ensayo. FOTO: MANU GARCÍA.
"Hemos tenido que montar relativamente en poco tiempo muchísimas cosas", dice Lola, que cree que esta nueva agrupación es un proyecto de futuro. "Hay gente que nos ha dicho que no va a poder venir y ya les he asegurado que no se preocupen, que repetiremos", añade Elena. Nono, el perro de Mai, que solo entiende japonés —desconocemos si también a través de la voz de la coplista Lola—, se intenta acomodar en la funda de uno de los instrumentos de Elena bajo la atenta mirada y la broma de todas. Acto seguido, se animan a interpretar una canción. Clarinete, saxofón y piano. La voz de la cantante trebujenera inunda el salón más zen del centro de Jerez. Tres mujeres le tocan y le cantan al mundo. Este domingo, su puesta en escena.
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