Henry Kissinger, una figura única e icono de la diplomacia y la política internacional, nos ha dejado una extensa obra ensayística. Hoy, en Va de libros, ponemos el foco en dos de sus últimos libros, El Orden Mundial y Liderazgo (editorial Debate), donde realiza un análisis profundo y reflexivo sobre los retos globales y las personalidades que han marcado la historia reciente del mundo en el que vivimos. Estos dos trabajos, llenos de contenido e ingenio, reflejan la vasta experiencia y conocimiento acumulado por Kissinger a lo largo de décadas en el escenario político. Y es que un siglo de vida da para mucho.
El Orden Mundial
Encumbrada como una obra monumental, en ella Kissinger despliega su excelso intelectualismo con precisión. Desde el Tratado de Westfalia hasta los desafíos contemporáneos, el norteamericano teje un tapiz histórico que conecta el pasado con el presente, ofreciendo una visión clara sobre las raíces de los conflictos y la armonía en las relaciones internacionales. La amplitud temática del libro, que abarca desde la filosofía política de Sun Tzu hasta los avances tecnológicos actuales, revela una mente que no solo ha sido testigo, sino también arquitecto de eventos cruciales en las últimas cinco décadas.
La fuerza principal de esta obra radica en su habilidad para establecer conexiones entre eventos históricos y problemáticas contemporáneas, evidenciando que los conflictos actuales son capítulos recientes dentro de una saga histórica continua. Kissinger, con su estilo único, logra crear una narrativa que no solo informa, sino que también engancha. Tiene reminiscencias de su obra maestra Diplomacia. Su análisis sobre el desafío clave del siglo XXI —la construcción de un orden internacional compartido en un mundo fragmentado— es particularmente brillante. Aunque su visión puede ser pesimista en ocasiones, quizás por la edad, constituye un llamado a la acción para los líderes actuales, instándolos a aprender de la historia para evitar repetir los errores del pasado.
No obstante, la complejidad del contenido podría resultar tosca para aquellos menos familiarizados con la historia y la política internacional. La prosa de Kissinger, aunque elegante, a veces puede parecer distante y fría. Para los amantes de la geopolítica, debería ocupar un sitio privilegiado en la mesita de noche.
Liderazgo
La última obra publicada en vida por Kissinger, en marzo del pasado año, es un compendio de biografías donde el diplomático hace, además, de analista de seis de los líderes más destacados del siglo XX: Konrad Adenauer, Charles de Gaulle, Richard Nixon, Anwar Sadat, Lee Kuan Yew y Margaret Thatcher. Cada perfil es un exhaustivo estudio sobre cómo la personalidad individual y las circunstancias históricas se entrelazan para influir en la política global.
Kissinger muestra un profundo respeto y admiración por estos líderes, resaltando sus logros y cómo cada uno navegó por períodos de crisis. La destreza de Adenauer para reconstruir una Alemania devastada tras la Segunda Guerra Mundial; la astucia de De Gaulle para restablecer la grandeza de Francia; y la visión de Lee Kuan Yew para convertir a Singapur en una potencia económica, son descritas con claridad y minuciosidad que solo alguien con la experiencia de Kissinger podría escribir.
Sin embargo, la crítica más destacada radica en la falta de imparcialidad en ciertos momentos. La proximidad personal de Kissinger con algunos de estos líderes, especialmente con Richard Nixon, podría haber influenciado su juicio, lo que da como resultado un acercamiento a la hagiografía más que a la biografía, pues a veces parece más una defensa que un análisis objetivo. A pesar de ello, el libro brinda un tesoro de conocimientos y una perspectiva singular sobre el arte del gobierno.
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