“¿Qué tiene la zarzamora, que a todas horas, llora que llora por los rincones?” Esa duda tan suya es clave para entender la obra de un hombre resiliente y empático con los más marginados de su tiempo. Hablamos de Rafael de León, figura esencial en la copla y poeta que se clava en las entrañas de quien lo lee. Ahora, la editorial Cántico, del grupo Almuzara, publica, por primera vez en un único volumen, la Poesía completa de Rafael de León (1908-1982), que recoge sus dos obras fundamentales, Pena y alegría del amor y Profecía (esta última en coautoría con Antonio Quintero), junto con tres poemas inéditos. Uno de estos textos, dedicado al asesinato de Federico García Lorca, se une a otros versos en los que colaboró con Manuel Quiroga.
En el almuerzo de presentación de esta obra, al que acudió lavozdelsur.es, Reyes de León, sobrina-nieta y heredera universal del poeta, compartió mesa con Manuel Pimentel, fundador de Almuzara, y Raúl Alonso, director de la Editorial Cántico. Ambos destacaron el propósito de la edición: reivindicar y situar al poeta en el lugar que, por méritos y valía, le corresponde en el panorama literario. Durante el encuentro, Reyes de León defendió la relevancia de su tío-abuelo como una figura "fundamental para comprender la tradición española". Aunque generalmente se asocia a Rafael de León con la copla, la heredera destacó que su poesía se enmarca en el sentir popular y en una visión profundamente enraizada en la lírica española. Para Reyes, que movimientos contraculturales lo hayan reivindicado no es casual: “Es irónico que desde la contracultura se esté reivindicando a una figura tan tradicional como Rafael, pero eso debe de responder a algo más profundo”. Señaló también que esta edición rescata la poesía de Rafael de León de cualquier encasillamiento. Su obra está ahora al alcance del público contemporáneo con un apéndice fotográfico que permite a los lectores recorrer visualmente la vida del autor.
Pasiones, desengaños y amor
Este volumen recupera la poesía publicada de Rafael de León, así como tres poemas inéditos, entre ellos un emotivo réquiem dedicado a Lorca, escrito tras su asesinato en 1936: “Lo mataron en Granada,/ una tarde de verano/ y todo el cielo gitano/ recibió la puñalada…” El poema despliega una potente carga emocional al evocar a figuras lorquianas como Mariana Pineda, Doña Rosita y Bernarda Alba, quienes, junto a otros personajes, “lloran la pérdida” del poeta granadino.
Otros versos únicos abordan temas de pasión, rechazo y desencuentro. Es el caso de un poema en el que de León reflexiona sobre el amor entre un hombre maduro y una joven de veinte años: “¿En qué código de amores,/ en qué partida de cargos,/ hay leyes que determinen/ la edad del enamorado?”. Su poesía también explora la desesperación femenina en una sociedad rígida y tradicional, a través de la historia de una madre soltera, Sacramento, quien oye desde el vientre la voz de su hijo, que la persuade de no acabar con su vida: “Qué miedo le dio al escuchar la voz que le salía al encuentro”. Reyes sostiene que estos poemas inéditos completan una obra donde Rafael de León se muestra en toda su humanidad, abordando temas como los desengaños y las relaciones imposibles en una poesía que siempre fue coherente con su vida y sensibilidad.
Un poeta entre la Generación del 27 y la copla
Reyes subraya que su propósito es hacer justicia a una obra que conecta profundamente con el sentir popular español. "Es el poeta más conocido de la Generación del 27 sin ser oficialmente reconocido como tal", reflexiona, señalando que, a diferencia de otros poetas de su generación, las letras de Rafael de León han trascendido el tiempo para formar parte del imaginario colectivo. De familia aristocrática, nació en Sevilla en 1908 y estudió Derecho en la Universidad de Granada, donde trabó una estrecha amistad con Lorca. Durante la Guerra Civil fue arrestado por el bando republicano debido a su linaje, y su amigo Lorca intervino para liberarlo. Reyes recuerda que, en este contexto, su tío-abuelo "mantuvo siempre su lealtad a su sensibilidad y a sus amigos". A pesar de las críticas por su vida personal y su carácter bohemio, Rafael nunca renegó de su identidad, y su obra poética, expresada a través de la copla, sigue resonando entre generaciones.
La heredera destacó también la conexión de su tío-abuelo con el mundo LGTBI+ actual, un ámbito en el que su figura sigue siendo valorada por representar una sensibilidad y un amor prohibidos en su época. “A pesar de vivir en un entorno aristocrático y conservador, Rafael se mantuvo fiel a sus sentimientos, algo que aún resuena profundamente en la comunidad queer”, explicó. Para ella, su tío-abuelo ejemplifica "el coraje de vivir su propia verdad en una época donde amar libremente era un acto de valentía”. Su faceta de letrista y poeta, comenta, ha convertido a Rafael de León en un referente que muchos consideran un precursor. "Sus versos hablaban de una pasión y un dolor que traspasaron su tiempo”, afirma, y su poesía ha servido de consuelo y fortaleza para quienes, como él, han enfrentado la incomprensión o el rechazo.
Injustamente encasillado como letrista de copla –donde firmó clásicos inmortales como Tatuaje, Ojos verdes, María de la O y La Zarzamora, junto a Antonio Quintero y Manuel Quiroga–, su poesía aspira a un lugar destacado en la historia literaria española. Manuel Pimentel describió esta edición de su obra completa como “una poesía viva, sorprendentemente actual y de gran oficio” que muestra una dimensión más profunda de un poeta popular que ahora ocupa el sitio que merece en la Generación del 27.
Esta edición de Poesía completa busca, finalmente, una revisión y un reconocimiento justos para Rafael de León, cuya obra, como dijo Reyes, “se ha convertido en parte del imaginario colectivo”. Para ella, “todo el mundo se sabe alguna de sus letras, algo que no ocurre con el resto de poetas de la generación. Su obra está escrita para el pueblo, y eso la hace perdurable y profundamente significativa”. Además, Reyes reveló una exclusiva: la Salve a la Virgen del Rocío, tan cantada en la ermita de Almonte al llegar Pentecostés, fue compuesta por él, al igual que muchas sevillanas, como Por el Puente Triana. Esta edición, más que un rescate literario, permite a los lectores redescubrir a un autor fiel a sí mismo, que nunca olvidó su origen ni su conexión con el sentir popular, “esa parte del alma española que Rafael de León supo captar como pocos”.
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