Vicios dinásticos: Carlos I de España y V de Alemania (IV)

Cuarta entrega de capítulos del libro 'Vicios dinásticos' de Isabel Canales

Carlos I de España y V de Alemania.
Carlos I de España y V de Alemania.

Carlos I de Habsburgo heredó la unidad castellano-aragonesa y junto a su madre Juana reinó. También se le conoce como gran emperador del Sacro Imperio Germánico, y como Carlos V de Alemania ascendió. ¡Mucho territorio, difícil de gobernar!

Conviene recordar los reinos que abarcó: toda la Corona de Castilla, Nápoles, Sicilia, Cerdeña, Valencia, Mallorca, Aragón, y el Condado Catalán. ¡Desconocía el idioma español!

Con poca facilidad para las lenguas, torpe en cálculo, de espesa cognición, padecía de ataques epilépticos, tenía por la comida adicción y constantes depresiones. La causa principal de todas sus alteraciones físicas y psíquicas las justifica las circunstancias del parto.

Su madre, Juana I, estaba en Gante, comenzó con fuertes dolores en el vientre, se retiró a una letrina y sobre el retrete observo estaba a punto de alumbrar, sola, sin ayuda de doncella alguna, parió en el retrete. ¡Esto provocó lesiones cerebrales!*

Es extrema la cuestión hereditaria, una madre de fuerte temperamento, que en circunstancias de parto, no pide ayuda y sola, se hace responsable única del momento. ¡El orgullo la podía, ante las circunstancias, se defendía!

El Rey educado estaba en Flandes, de escarceos amorosos tempranos. Comenzó en Alemania la relación con Juana Van der Gheist, como fruto Margarita de Parma. Conoció a su abuelastra Germana de Foix, doce años mayor, mujer discreta y tierna, siempre lo acompañó, protegió.

Él, siguió el consejo de abuelo: “No abandonar a la viuda” Ella impartió educación sexual, hasta cantárida preparaba como vasodilatador para las buenas ocasiones, el fruto llegó después, con el nacimiento de Isabel.

¡Uf, menudo sofocón! Entre guerra y guerra se pudo disimular y en Simancas, se puede consultar, consta en el testamento de Germana.

¡Quien lo iba a decir aquel de prominente mentón que le impedía hablar en público y comer! No se puede pretender llegar desde el exterior e intentar gobernar un pueblo que ya luchó por reconquistar.

Las revueltas sociales surgieron, las guerras recientes estaban en la memoria del pueblo y doblegarse ante nobles extranjeros era abstruso. Le cayeron encima rebeliones —en Levante Germanías— en Castilla Comuneros.

Aquí surge otra mujer, la viuda de Padilla un general castellano y comunero, María López de Mendoza y Pacheco, con su tenaz resistencia y su firmeza que el pueblo la reconoce como “La Leona de Castilla”, toma el mando en Toledo, hasta su expulsión Real por las Cortes Castellanas.

¡Se dio venganza real! Vivió de la caridad en el cercano Portugal, sin conseguir el perdón real, el Rey también negó el traslado de sus restos al panteón familiar español. Tuvo guerras contra Francia, Borgoña le reclamaba, Italia, Suiza, Turcos y Berberiscos, añaden al reinado también bullicio.

Levas como reclutas forzosos, los Habsburgo se dividen su hermano enemigo y él, al abrigo, un sinfín de desencuentros en el vasto territorio. Los luteranos ascienden y como puede defiende. Va surgiendo un desaliento entre guerras y conflictos, su sueño imperial universal hacia el fracaso se va.

Los abusos no son buenos. Él había tenido muchos, sexuales, la bebida y la comida, y en un anciano prematuro le habían convertido. Con tan solo 45 años innumerables hijos e hijas ilegítimos, para concebir al final de sus días a Juan de Austria, por una pasión senil con Bárbara Blomberg.

Enfermo de gota se retira al Monasterio de Yuste después de su abdicación. Antes de la expiración, reconoce a Juan de Austria como hijo, fruto de su relación, en Yuste lo presentó, y en testamento incluyó. Llegó a ensayar su propio funeral, se metía dentro del ataúd elegido, y escuchaba las oraciones por su alma.

Es curiosa nuestra vida, un Rey tan poderoso, un Emperador vigoroso, picado por un mosquito anofeles, retiene en cama un mes, con fiebre alta, entre delirios y vómitos, le acompañaron a mejor vida y de esta forma se retira.

Sus restos descansan en la Cripta Real del Monasterio de El Escorial, así lo dispuso el sucesor Felipe II una vez terminado el Real Monasterio. También su hermana Leonor lo acompaña reina de Portugal, aunque en vida le amargó su idílica relación con Felipe de Baviera.

- * Según el Dr. Epifanio Lupión Cruz.
- Carlos Frisas en su libro Historias de la historia, menciona las palabras de Marcos Caballero Bastardo, cuando dice: “En la actualidad si se hubiera sometido al joven Carlos V, a una revisión psicométrica lo hubieran declarado inútil para gobernar”.

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Isabel Canales

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