Carolina Marín protagonizó una de las imágenes de los pasados Juegos Olímpicos celebrados en París. Cuando luchaba por meterse en la final de bádminton, la jugadora onubense sufrió una grave lesión de rodilla.
Sus lágrimas dieron la vuelta al mundo y fueron miles los mensajes de ánimo que recibió tras su doloroso percance. Un total de tres roturas de ligamento cruzado y meniscos, dos en la rodilla derecha y otra en la izquierda, ha sufrido la triple campeona del mundo.
Pero, a pesar de las lesiones, Carolina se resiste a bajar los brazos. "Me gustaría retirarme en una pista de bádminton", ha declarado Carolina en una entrevista con RTVE.
Por ahora, un mes después de su grave lesión, no se marca metas en su recuperación. "De momento, no tengo ninguna prisa. No me marco el año que viene o en quince o dieciséis meses. Ya iré viendo cuando vaya teniendo fuerza y me vea con confianza".
La siete veces campeona de Europa ha confesado que lo vivido en París ha sido "uno de los golpes más duros de mi vida". Un revés que de alguna forma ha quedado aliviado por el cariño recibido. "No me he sentido tan querido nunca, ni cuando gané el oro en Río. No me esperaba esa empatía".