Es el último escándalo protagonizado en el mundo del deporte. Un caso surrealista que parece sacado de una película de ficción, pero que es tan real como los míticos duelos que protagonizaron en su día los grandes maestros del ajedrez, Anatoly Karpov y Gary Kasparov.
Hans Niemann, un joven ajedrecista de 19 años, derrotó hace dos semanas, en un importante torneo, al campeón del mundo, Magnus Carlsen. Tras esta sorprendente victoria llegaron las sorprendentes especulaciones que apuntaban a que Niemann podría haber hecho trampas utilizando unas perlas anales vibratorias con inteligencia artificial.
La forma de gestionar la trampa es sencilla. Alguien que estuviera viendo la partida en cuestión podría simular el juego real en una computadora y adelantar los movimientos a Niemann a través de un particular código de vibraciones anales. El joven ha desmentido que haya empleado esta práctica, pero no logra quitarse la sombra de la sospecha.
La llama de la polémica se ha avivado este fin de semana tras un nuevo enfrentamiento entre ambos maestros del ajedrez. En esta ocasión, Carlsen se retiró del torneo tras la tercera ronda y sin dar ninguna explicación. El noruego ha vuelto a dejar sobre la mesa una serie de insinuaciones sobre las posibles trampas de Niemann, que incluso ha llegado a ofrecerse a jugar desnudo para demostrar que no emplea ninguna herramienta ilegal en sus partidas.