El saludo entre Dani Carvajal y Pedro Sánchez en la recepción en el Palacio de la Moncloa a los jugadores de la selección española que se proclamaron el domingo campeones de Europa en Berlín ha generado una gran polémica.
Tras el triunfo en la final por 2 a 1 ante Inglaterra, el presidente del Gobierno no bajó al vestuario español. Al parecer, había sido una petición expresa de los capitanes de la selección a la RFEF al no querer politizar la histórica celebración.
En la recepción en Moncloa, el capitán Morata, con la Eurocopa en brazos, lideró a los componentes del combinado español. Seguido del todavía jugador del Atlético de Madrid, el segundo en saludar a Sánchez fue Carvajal.
El apretón de manos que se dieron fue de lo más frío. El lateral derecho del Real Madrid ni siquiera miró a la cara al presidente. Las redes no han tardado en comentar la jugada y hay división de opiniones. Mientras que unos aplauden el gesto de Carvajal, otros tachan de maleducado al segundo capitán de la Roja.
También le han recordado las declaraciones que hizo recientemente en El Larguero, cuando fue preguntado por el llamamiento de Mbappé contra la ultraderecha en Francia: "Yo como jugador me mantengo al margen de mi ideología política. En toda mi carrera lo he hecho y lo voy a seguir haciendo. Al final el voto de cada uno es privado", destacó hace unos días Carvajal.
El periodista Fonsi Loaiza ha indicado: "Es amigo personal del ultraderechista Santi Abascal de Vox, ferviente seguidor de Alvise, Vito Quiles, los neonazis de Desokupa y apoyó sus manifestaciones en Ferraz".