De lo más obscena fue la celebración elegida por Víctor Mollejo para festejar el tanto que cerraba la victoria de su equipo en el último partido ante el Cartagena.
El jugador del Real Zaragoza, conjunto de la Segunda División, se hizo un Rubiales al llevarse la mano a los testículos. Un desafortunado gesto que LaLiga tiene previsto denunciar.
El futbolista pidió disculpas minutos después al darse cuenta de que su acción no había estado nada bien. "Quiero pedir disculpas a todas esas personas que se hayan sentido ofendidas por esa celebración. Es un gesto que, evidentemente, no corresponde con la educación que yo tengo".
"Ahora en frío me arrepiento mucho y ojalá pudiera cambiarlo. No era nada significativo ni iba dirigido a nadie. No es excusa, pero no era nada significativo", señalaba Mollejo.
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