Laura Sambruno, la tenista jerezana que superó mil obstáculos y que sueña con los Juegos de Los Ángeles

Un accidente de moto le ha hecho vivir momentos muy duros, agravados por posible negligencias médicas, pero ahora se ha centrado en su trayectoria en el Tenis en Silla de Ruedas (TSR), donde aspira a lo máximo

Laura Sambruno, tenista jerezana que aspira a acudir a los Juegos Paralímpicos de Los Ángeles.

La jerezana Laura Sambruno se ha proclamado recientemente campeona de Andalucía de Tenis en Silla de Ruedas (TSR) celebrado en Marbella y subcampeona de Andalucía de dobles mixto, Además, viene de ganar en Madrid un torneo de promoción. Su sueño es disputar los Juegos Paralímpicos de 2028 en Los Ángeles.

Siempre fue una deportista. Empezó a jugar al tenis con ocho años y llegó a ser jugadora de fútbol sala del Guadalcacín, además de nadadora. Un accidente de moto en 2012, cuando tenía 19 años, parecía que iba a truncar su progresión, pero ha sido capaz de seguir adelante y ahora aspira a lo máximo en el mundo del deporte para personas con discapacidad.

Laura Sambruno, junto a su marido y entrenador, Moisés Cubiella.  JUAN CARLOS TORO

Laura recuerda con amargor unos años de su vida en los que sufrió mucho por algo más que un infortunio puntual: "Me operaron en 2021 porque la vértebra empezó a desplazarse poco a poco. Se produjeron una serie de negligencias del SAS, porque no me hacían una resonancia y cuando me las mandaban tardaban seis o siete meses y después para verme otros seis o siete meses. Y claro, se agravó demasiado y llegó un momento en que no me sentía ya los pies".

En ese momento se precipitaron los acontecimientos, pero las cosas no salieron como deberían y las consecuencias fueron fatales: "Me operaron en un hospital concertado, pero con un convenio del SAS. Fueron tres veces: en la primera fue con un tornillo doblado, la segunda con el mismo tornillo doblado y la tercera ya me quitaron todos los tornillos y me dijeron que iba a la Unidad del Dolor, que ya no querían operarme más".

La jerezana, entrenando en The Racket Club Chapín. JUAN CARLOS TORO

La deportista jerezana no se quiso rendir y siguió adelante, aunque para ello tuvo que recurrir a pedir ayuda públicamente porque la operación que necesitaba era de un alto coste. "Me dijeron que había acabado el año de convenio con el SAS y que ya ellos no me podían hacer nada. Hablé con la Fundación López Mariscal y realicé también una recaudación con todos los ciudadanos de Jerez. La operación costó más de 40.000 euros, pero fue la que me dio la vida", explica.

Se planteó denunciar la situación por negligencia médica, pero se encontró con una burocracia que le hizo replantearse la situación. Mejor iniciar una nueva vida que luchar contra molinos de viento: "Intenté hacer una denuncia, me dijeron que tenía que coger un perito que me hiciera una peritación y al final me dijeron que no era viable. Yo lo que quería era estar bien y ya está. No volví a gastarme más dinero porque me dijeron que se tapaban unos médicos a otros. Cuando me operaron en Madrid me dijeron que no es que fuera una negligencia lo que me hicieron en el SAS, es que no sabían hacer esa operación".

Laura Sambruno, posando para la entrevista. JUAN CARLOS TORO

Centró sus esfuerzos en aprovechar al máximo la mucha vida que tenía por delante. Se puso en manos de BePro, una empresa que ayuda a deportistas y fueron los que le proporcionaron una silla y mucho más: "Me animaron a volver a jugar a tenis. Yo ya no tengo los mismos dolores que antes, evidentemente, y en movilidad gané muchísimo. Yo en vez de tener una lesión medular completa, tengo una lesión medular incompleta. Me puedo mover un poco, me podría poner de pie con las muletas y andar un poquito, no mucho porque tengo la lesión y tengo los daños en los nervios de las piernas, pero algo sí que podría".

Ahora aspira a seguir compitiendo porque es lo que le hace feliz y porque está consiguiendo muy buenos resultados. Pero necesita ayuda económica para seguir adelante: "Es muy costoso. A ver si se anima alguna empresa de la zona a colaborar conmigo y con mi marido, que es mi entrenador".

Puede ser una buena inversión porque la jerezana podría estar en lo más alto del deporte en Los Ángeles en 2028. "Tengo que jugar muchos torneos para conseguir puntos ITF, que ahora estoy ls 150 del mundo. Yo creo que es alcanzable porque llevo muy poco tiempo y las cosas están funcionando bien. Tengo que intentar llegar a estar entre las 30 primeras", afirma.

En el horizonte está esa ambiciosa meta y también su vertiente profesional, con una actividad también relacionada con el deporte: "Tengo un grado de de administración y finanzas. También me han dado una beca en la que estoy estudiando un máster en gestión deportiva y por ello hace muy poco estuve en la Academia de Rafa Nadal, que era una de las partes del máster. Me gustaría hacer algo siempre relacionado con el deporte".