Una de las grandes estrellas del fútbol mundial, Kylian Mbappé, rompía este domingo con el debate meramente futbolístico en la previa del partido de la Euro 2024 que juega Francia este lunes. El delantero, recientemente fichado por el Real Madrid, reaccionó a las palabras de otro compañero de su selección, Marcus Thuram, en las que hablaba de la situación que atraviesa el país galo.
Tras las elecciones del pasado 9 de junio, el presidente, Emmanuel Macron, decidió adelantar las elecciones. Una jugada similar a la de Pedro Sánchez tras las municipales de 2023, en las que reaccionó a sus malos resultados electorales proponiendo la disolución de las cámaras. Y que, en un resultado ajustado, acabó con un acuerdo del PSOE con otras fuerzas para mantenerse en el Gobierno. Esta vez, Macron tiene delante a la Agrupación Nacional de Marine Le Pen, una fuerza de ultraderecha que fue el partido más votado en la cita electoral europea.
En ese contexto, Mbappé señaló que si bien la cita futbolística es importante, "somos ciudadanos y no estamos desconectados de lo que pasa en nuestro propio país. Estamos en una situación inédita y en un momento importante".
Y fue claro: "Llamo a todo el mundo a votar, a tomar conciencia de la situación. Tenemos la necesidad de identificarnos con nuestros valores de respeto. Espero que tomemos la buena decisión". Por eso, llamó a votar contra la victoria de Le Pen.
"La situación hace que, ahora mismo, quiera sentir orgullo al vestir esta camiseta. No hay que esconderse. Dicen que no hay que mezclar política y deporte. El país está en una situación importante y estoy en contra de la división".
Esto ha levantado una ola de odio contra el futbolista, procedente de uno de los barrios más pobres alrededor de la capital francesa, París. El padre de Mbappé es nigeriano, y su madre, argelina. Mbappé ha subrayado que ha tomado la decisión de hablar por puro deseo de hacer uso de su libertad de expresión.
Un alto dirigente del partido de Le Pen sentenciaba que "no espero que me dé sermones sobre política. Tiene derecho a opinar, pero no espero que personas que considero bastante desconectadas de la realidad sermoneen a los franceses".
A lo largo de la historia, hay multitud de ejemplos de grandes personalidades deportivas que toman partido por causas políticas. No ya exdeportistas que inician carrera institucional, algo que es relativamente frecuente (senadores, diputados, concejales, alcaldes...), sino que utilizan el llamado 'altavoz mediático' del que disponen en momentos cumbre de sus carreras para tomar partido.
El boxeador más importante del mundo en las últimas dos décadas, el filipino Manny Pacquiao, es uno de los pilares de la administración filipina, con un discurso ultra y de apoyo al presidente de su país, especialmente en los años de Rodrigo Duterte, con tendencias totalitaristas y lucha extrajudicial contra las mafias.
En la lucha de derechos civiles, el también boxeador Muhammad Ali, considerado por muchos el mejor peleador libra por libra de todos los tiempos, llegó a perder su licencia en el momento más importante de su carrera para mostrar su rechazo a la Guerra de Vietnam. Fue llamado a filas y alegó ser líder de una comunidad religiosa para rechazar entrar en la guerra. Finalmente, plantó batalla en el Supremo. Igualmente, fue uno de los referentes de la Nación del Islam, un movimiento donde participaba Malcolm X, defensor de los derechos civiles.
En el mundo del fútbol, es difícil calcular la importancia que tuvo en los últimos años de la dictadura militar en Brasil la llamada 'Democracia Corinthiana', movimiento surgido dentro del equipo Corinthians, liderados por la superestrella del fútbol Sócrates. Utilizaron sus camisetas oficiales para reclamar la democracia en el país.
En España, las polémicas más recientes surgieron en el procés catalán, con la presencia de futbolistas en la selección española. Gerard Piqué, que nunca llegó a decir si era favorable o no a la independencia catalana, pero sí a votar, fue silbado e insultado en multitud de campos españoles. Detrás de ello, se ha especulado, está su retiro prematuro de la Selección Española, cuando aún era uno de los referentes del equipo. Su último gran campeonato fue el Mundial de Rusia de 2018.
Pero si hay dos futbolistas que han hablado sin tapujos sobre multitud de situaciones, estos son dos vinculados con el Real Betis: Borja Iglesias y Héctor Bellerín. El primero de ellos, cedido en el Bayer Leverkusen, y el otro en la primera plantilla del conjunto sevillano.
En varias ocasiones, han recibido insultos en redes por cuestiones como llevar un bolso en algún evento o pintarse las uñas. Igual que han sido pitados, han sido aplaudidos en otros estadios, como San Mamés, del Athletic de Bilbao, donde fue recibido Iglesias con vítores.
En entrevistas, han tomado partido por situaciones como el Mundial de Qatar, en el caso de Bellerín, o sobre su deseo de no ser convocado por la Selección Española mientras no se depurasen responsabilidades respecto al beso no consentido de Luis Rubiales a Jenni Hermoso.
Este lunes, Iglesias compartía varias noticias sobre las palabras de Mbappé. Y bromeaba: "Oye, no os enfadéis. Que lo ha dicho Mbappé, no yo".
Las respuestas en redes, desde la broma del cantante Rayden, que llamaba 'Pandaflauta', hasta otros de rechazo. "Eres muy cansino colega, aburres ya, no interesas". "Sigue haciéndote la manicura colega". "Eres más conocido por pintarte las uñas y renunciar a la selección que por otra cosa, sigue haciéndote la manicura".
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