La historia de Nadia Nadim es de auténtica película. Siendo todavía una niña, a finales de los noventa, tuvo que huir de Afganistán junto a su madre y cuatro hermanas. Los talibanes ejecutaron a su padre y las mujeres se quedaban sin ningún derecho. Ni siquiera podían salir a la calle. Ante el miedo y la inseguridad creciente, su madre decidió emprender una peligrosa huida por Pakistán, Italia y Dinamarca, país en el que se refugiaron.
Ahora, esta futbolista que ha llegado a la élite mundial tras su dura infancia, vuelve a revivir su peor pesadilla con la reconquista de Kabul por parte de los talibanes. La internacional danesa, actual jugadora del Racing Louisville FC de la National Women's Soccer League de Estados Unidos, ha compartido hoy en redes sociales un mensaje desgarrador. "Nadie dejaría voluntariamente su hogar—sus casas, sus amigos, sus seres queridos— para ir a algún lugar donde ni siquiera serían aceptados".
Nadim, que la temporada pasada militó en las filas del PSG, es también internacional por la selección danesa y cirujana. Todo un ejemplo de superación pese a los obstáculos con los que ha tenido que combatir.