A pocos días de que empiece un Mundial de fútbol, el de Catar, que está acumulando una polémica tras otra sin que haya rodado aún el balón, es enormemente simbólico, y significativo, que un equipo presente una equipación con la bandera LGTBI cruzada en el pecho, algo que sería impensable en el país catarí.
Desde Jerez, en la céntrica plaza de la Asunción, el Xerez Deportivo Fútbol Club, aporta su granito de arena en apoyo a un colectivo que está criminalizado en Catar. Es Marina Villalba, una mujer trans que es socia del equipo, la encargada de posar con la camiseta que incluye la bandera arcoíris del colectivo LGTBI. “Es un orgullo para mí que mi club tenga esta equipación”, aporta, escueta en palabras.
La equipación es la quinta del Xerez DFC y forma parte de un trío de camisetas presentadas este jueves, un día después del Día Internacional del Flamenco, y dedicadas a Lola Flores, a poco de que se cumpla el primer centenario de su nacimiento (el próximo 21 de enero). Una de ellas, la de color rojo, en exclusiva a La Faraona, cuya silueta está serigrafiada también en las otras dos: una verde con la rueda característica de la bandera gitana, y otra azul, con la bandera arcoíris.
El gesto con el colectivo LGTBI no es menor. “Es una declaración de intenciones”, asegura Susana Domínguez, presidenta de Jerelesgay, durante el acto de presentación. “No soy muy futbolera, tengo que admitirlo, pero esta camiseta me la voy a comprar”, dice Domínguez. “Es de agradecer el gesto, y más en este momento crucial, a las puertas de un Mundial en un país que criminaliza al colectivo LGTBI y que va en contra de los derechos humanos de las personas solo por ser y amar tal y como somos”, abunda la presidenta de Jerelesgay.
"Es una apuesta valiente la del Xerez DFC y lo agradecemos enormemente", señala Domínguez, máxima representante de Jerelesgay, una asociación que "trabaja por la diversidad afectivo sexual y por los derechos humanos del colectivo", explica. "La LGTBIfobia es muy fuerte en el deporte, especialmente en el fútbol, por lo que se agradece el compromiso de este equipo", agrega.
Con la vista puesta en Catar, donde ser homosexual está prohibido, se significa el gesto del Xerez DFC, uno de los pocos equipos que se han atrevido a lucir la arcoirís en sus camisetas. Tan solo el Rayo Vallecano lo ha hecho recientemente.
“La homosexualidad es haram. ¿Saben qué significa haram (prohibido)? No soy un musulmán estricto, pero ¿por qué es haram? Porque causa daño a la mente", dijo hace unos días Khalid Salman, embajador del Mundial de Catar, lo que da una idea de la preocupante ausencia de salud democrática del país, que se caracteriza por atentar contra los derechos humanos, aunque eso no ha sido motivo para evitar que el evento futbolístico se celebre en el emirato.
Tan solo ocho de las 32 selecciones que juegan el Mundial han mostrado su apoyo explícito al colectivo LGTBI y portarán un brazalete con la bandera arcoíris —Francia, Alemania, Suiza, Inglaterra, Países Bajos, Bélgica, Dinamarca y Gales—, aunque otras como EEUU también se han significado y lo harán en su escudo. España ni está, ni se la espera.
Las equipaciones del Xerez DFC dedicadas a Lola Flores, a los gitanos y al colectivo LGTBI
Las otras dos nuevas equipaciones del Xerez DFC, la dedicada en exclusiva a Lola Flores, y la del colectivo gitano, son presentadas por jugadores del equipo —Álex Rasines, Rafa Parejo y José Ramón—, con los artistas flamencos David Carpio y Maloko acompañándolos. La camiseta con el emblema gitano la luce Sara Fajardo, miembro de la Fundación Secretariado Gitano, que animada por las palmas y el cante de los dos primeros, cierra el acto con una pataíta.
"El deporte es la mejor manera de fomentar la inclusión social", señala por su parte Paco Agarrado, coordinador provincial del Secretariado Gitano. "Somos el fútbol popular, vamos carajo Xerez", se escucha por megafonía, durante una estrofa de una versión del éxito Quédate de Quevedo y Bizarrap, que resume la razón de ser del equipo.
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